Bueno, ya me lo esperaba, como siempre, no podía suponer que esto era algo que me pondrían hacer. En realidad, por una parte es algo con el que podría estar muy bien, pero… no creo que con eso logre mi meta.
Aunque, en realidad, creo que esto también es mi culpa. Lo que sucedió es que estaba empezando a echar el pagamento a las piezas del talón, pero me habían dicho que tuviera mucho cuidado por el tipo de material que era, pero en realidad no estaba prestando atención, me encontraba en una verdadera emergencia.
De verdad ¿Qué esperaban que hiciera? Si estuvieran en mi lugar, estoy seguro que habrían hecho lo mismo, o eso era lo que pensaba en ese entonces. De verdad que sí era un completo ingenuo en esas cosas. Ya que lo que hice no debería de haberlo hecho, pero a la vez puede que eso haya sido algo que me dio una oportunidad.
Ese día tomé mi bicicleta, así es, andaba en bicicleta pero cuando iba con mi tío en ese tiempo que estuve trabajando con él, bueno no sé muy bien si se puede considerar así con todos los problemas que le cause, pero digamos que sí era así, por lo menos para mí sí lo era.
La cosa era que en realidad había arruinado el material, así que me mandaron a comprar más para poder cambiarlos. Mientras iba en mi bicicleta sólo podía sentir que en realidad me estaban tomando como un mandadero ahora, ya que debía de ir a comprar las cosas, aunque no me parecía para nada bien esa idea, tampoco quería decir nada, ya que estaba totalmente fuera mi.
Lo que me estaba afectando no era nada más que lo que sucedió hace unos días, justo ese día en que me llegué a topar con aquella muchacha y en el cual terminé avergonzado por completo. Bueno, cosas que pasan, pero ese día, mientras iba en la bicicleta, aunque no andaba con audífonos, mi mente no dejaba de pensar en lo ridículo que fui en ese momento y me decía a mí mismo “eres un tonto. ¿Cómo se te ocurre salir corriendo así? Por lo menos te disculpaste” aunque en realidad ya no podía hacer nada con lo que había pasado.
Sin nada más que hacer, en ese momento llegué a la peletería, entré y compré las cosas que iba a llevar. Empecé a caminar, bueno, era un sinsentido el caminar así con la bicicleta de regreso, mientras podría subirme y llegar más rápido, pero no estaba en mis cabales en ese instante.
A pesar del frío característico de las fechas, mis ideas no parecían congelarse para dejarme en paz. Pero lo que sucedió, no me lo esperaba para nada, más sin embargo fue como si esto fuera algo planeado. Justo me encontré nuevamente con aquella muchacha. Ella tenía puesto un gorro rojo, y una playera de mangas cortas color naranja. De verdad, ¿cómo es que podía aguantar el frío con ese atuendo? Aunque no era quien para decirlo, yo andaba también con una playera de manga corta y mi suéter lo tenía amarrado en mi cintura.
En el momento de verla, la verdad, yo no podía procesar para nada que hacer en ese instante, todo sucedió tan rápido que no podía siquiera saber si regresarme y huir, pero seguí caminando mientras trataba de aguantarme las ganas de irme.
Ella se encontraba arreglando el letrero del local donde se encontraba trabajando. Pero, justo terminando de colocar bien el letrero, volteo a ver a un lado y, en el momento en que me vio, una expresión en su rostro se llegó a formar. Justo la expresión que hacía era como “Ah, conque eres tú” luego dejo salir una risilla. En ese momento me quería desaparecer por completo, justo lo que pensaba era que ella de seguro estaba recordando el incidente que había sucedido hace unos días.
Yo, lo único que podía hacer, fue terminar bajando la cabeza mientras deseaba que mi presencia se volviera nula. Sin embargo, ella me saludó con un “Hola”, aunque fue algo simple y sin ni un adorno ni nada más, fue lo suficiente para hacerme detenerme y devolverle con un “Hola” mientras me sentía un poco tímido por alguna razón.
Ella, mientras sonreía, me dijo – veo que estas bien, jajá, bueno… por lo menos, sólo quería confirmar que sí todo estaba bien después de que te fuiste corriendo – esto sí que era raro. En sí, ella era rara, nadie diría algo así, mucho menos lo haría como ella lo hacía, ya que en realidad lo hacía tan natural como si nos conociéramos desde hace mucho.
En sí no podía siquiera seguir el como la situación se iba desarrollando, así que, mientras ponía mi mano izquierda en mi cuello – jjajaja, no era nada, sólo… este… – estaba en un gran dilema en que excusa darle, en sí no podía decirle algo así como “me fui porque no aguantanba la vergüenza pro haberme chocado contigo de forma tan tonta” así que seguí diciendo – estaba un poco atrasado, además de que me recordé que había olvidado algo –
Ella, por su parte, siguió platicando conmigo – ya veo… conque era eso, bueno, por lo menos me alegra que no era nada serio – me extendió la mano – pero, bueno, es un gusto poder conocerte, mi nombre es Edilia –
Mientras miraba su enérgica sonrisa, aunque por un instante quedé inmóvil, inconscientemente le di la mano, ella empezó a mover su mano en señal de saludo. Esto era un poco raro, la verdad no me esperaba esto para nada. Pero de seguro esto debería de ser algún tipo de truco, puede que eso sea, era lo que pasaba por mi mente, ya que en realidad no podía encontrar nada de lo que quería ella de mí en esto, lo cual era mucho más sospechoso.
Dejando eso de lado, dije – mi nombre es Luwer – ella parece ser alguien que puede llevarse bien con los demás de una sola vez, algo totalmente diferente a mí.