MAYA RIVERS
La unica manera en la que mi mente y mi corazon pueden estar en paz sin tener aquella guerra interna a la que me sujeto dia a dia, es cuando estoy leyendo, no soy una chica especial y no me gusta hablar mucho, puedes hacerme enojar muy facilmente, soy delgada, piel morena, risos cortos y uso unos lentes que me hacen ver peor de lo que se imaginan, si, tengo baja autoestima desde que tengo uso de razón y desde que mi hermana menor se lleva toda la atención, nunca e tenido novio ni siquiera pierdo mi tiempo en pensar enamorarme y se me hace más fácil que los chicos no volteen a mirarme ya sea porque soy fea o porque tengo un carácter explosivo y hasta se podría decir que me pongo histérica cuando estoy nerviosa, justo ahora estoy castigada por mi lengua livertina porque ayer mi madre y la señora michls hablaban de dieta y de lo gordas que están, fue lo suficientemente atrayente su conversación como para sacarme de mi ensoñadora lectura y poner toda mi atención en ellas.
Un solo comentario...
-Me siento la mujer más gorda del mundo_ dijo la más gorda del trío con un intento de sarcasmo mientras se tocaba el estómago.
-Lo hubiera pensado antes de comer tanto señora, está claro que parece un barril_ Respondió la morena mientras hacia una mueca de asco, su madre dirijo la mirada más maligna y desaprobadora del mundo.
En cuanto la señora Michls claramente muy ofendida se retiró con su intento de sonrisa mi madre miro en mi dirrección y comenzó su discurso sobre mi comportamiento, la verdad es que no tenía ni el más mínimo deseo de arrepentirme de lo que dije a esa mujer, podrán decir que soy mala y lo que sea pero no me arrepiento nunca de lo que digo.
•••
Cierro el libro al terminar de leerlo y bajo del techo a la ventana de mi habitación entro y me pongo la pijama me acuesto en mi cama y no tardó en consultar el sueño.
Al día siguiente...
-No vas a comer nada maya_ me dice mi padre apartando un poco su periódico para poder verme.
-No tengo hambre, solo espero que rose termine de alistarse_ le brindo mi única sonrisa sincera que solo le doy a el en los pocos momentos en los que viene.
-Pequeña..._ dice, pero lo interrumpo con mi mano.
-Se que no estarás cuando venga pero no me lo acuerdes por favor, déjame pasar los últimos momentos contigo sin pensar que mañana no te veré_ digo a punto de romperme, el lo nota y me da un abrazo cálido que solo el me sabe dar, sonrió triste y el me devuelve la sonrisa.
Nos quedamos abrazados un rato hasta que rose baja como si fuera a una fiesta que va, me paro cojo mi mochila beso la mejilla de mi padre, bueno aquí vamos de nuevo.
•••
-Te soy sincera digo y ella asiente con la cabeza - No e entendido nada, repitelo si quieres_ la miro con una expresión de "no me interesa nada".
-Bueno...hay un chico nuevo_ dice haciendo pausa para que preste atención.
-y?_ digo como si fuera lo más irracional que me hayan dicho hoy (aunque si lo es).
-Como que y?, te das cuenta que es carne fresca_ dice Lydia interrumpiendo nuestra conversación y sentándose en el único lugar vacío que queda a mi lado.
Aún no sé cómo tengo amigas y menos como ellas por dios, somos tan distintas, Christina es la más tímida ( claro en público ) y Lydia es la más popular del instituto y la más bella de las tres, yo soy la excepción.
-Tienes novio Lydia lo olvidas_ digo rodando los ojos por su comentario.
-Si, pero no se puede negar que este chico nuevo es increíblemente hermoso...quizás esté exagerando pero es alto castaño y se nota que tiene un cuerpo de infarto_ esbozo una sonrisa y contesto:
-Estan locas_ digo antes de salir disparada a mi siguiente clase.
Poco pero prometo más en los próximos capitulos...