Confianza

Día 28 de Diciembre

“Ella no es mala, tampoco es de piedra… Se muestra fría solo por precaución. Esconde sus sentimientos para que no noten que en realidad tiene demasiado frágil el corazón”. –Poetisa loca

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—Todo comenzó en la preparatoria, y así le relató a su madre el inicio de su historia y cómo se había desarrollado su relación con Rayla en la actualidad.

》Estuve contactando a varios compañeros de la preparatoria para preguntarles sobre la relación entre ellas dos, y muchos me confirmaron que habían visto a Sandrine acosar a Rayla en los baños y pasillos. Es algo que realmente desconocía, madre; la única que no estaba al tanto de esto era yo."

Su madre le respondió: —Hijo, eso es parte del pasado, cosas propias de la adolescencia que deberías aprender a dejar atrás. Si ella no puede perdonar lo que ocurrió, entonces no es la persona adecuada para ti. Una relación basada en rencor y resentimiento no tiene futuro. Lo importante es que ella te haya dicho la verdad; así evitas seguir perdiendo tu tiempo con alguien que no merece a una persona tan buena como tú.—

—No es solo eso, madre— dijo, llevándose las manos a la cabeza como si le doliera.

》Es que he estado reflexionando estos días y, tras hacer algunos cálculos, creo que existe la posibilidad de que la hija de ella, que tiene 12 años, podría ser mi hija— afirmó, mirando fijamente a su madre, con una mezcla de pánico y esperanza en sus ojos.

—¿Qué estás diciendo? Has estado encerrado aquí sin ventilación durante mucho tiempo. Te estás precipitando— respondió ella, visiblemente nerviosa.

—Madre, escúchame, no estoy bromeando. Estoy casi seguro de que esa niña puede ser mía. Podría tener una hija, madre— confesó, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza al pronunciar esas palabras por primera vez.

— Permíteme preguntarte, ¿has considerado hablar con ella sobre la paternidad de esa niña? Es posible que ella esté manipulando la situación para obtener beneficios económicos, haciéndote creer que la niña es tuya con el fin de que herede parte de la empresa.

— No he abordado el tema directamente, pero tengo una corazonada que no puedo ignorar. Te aseguro que investigaré y realizaré las pruebas necesarias para confirmar si realmente es mi hija.

— ¿Y si resulta que la niña sí es tuya, Michael? ¿Cuál sería tu plan con esta información? Estoy convencida de que la madre intentará presionarte para obtener una pensión alimentaria o para que la incluya en la herencia familiar.

— Eso es lo de menos, madre. Si es mi hija, estoy decidido a recuperar todo el tiempo perdido. Sé que elegí no tener hijos, pero últimamente he sentido un fuerte deseo de ser padre y vivir esa experiencia tan enriquecedora. El dinero no es un problema, eso no me preocupa.

— Escúchame, hijo. No te hagas ilusiones sin antes considerar que ella pudo haber estado con otras personas después de ti, lo cual es completamente normal. Te aconsejo que, por ahora, cortes toda comunicación con ella. No la llames ni le escribas preguntándole sobre la niña. No queremos que ella recurra a la prensa y afecte la imagen de nuestra empresa y la tuya. Además, ella podría utilizar cualquier información en tu contra y alegar que la niña es tuya. Te prometo que me encargaré de investigar por ti. No te preocupes, tu madre tiene todo bajo control. Déjamelo a mí, ¿de acuerdo?

— Está bien, madre. Confío en ti — respondió mientras la abrazaba.

—Espero que ahora te sientas más tranquilo y puedas retomar tus labores. Déjame a mí las preocupaciones. Te proporcionaré una respuesta tan pronto como tenga novedades. Sin más que añadir, me retiraré por ahora —dijo, dándole un abrazo y una de sus sonrisas más cálidas.

Sin embargo, mientras se alejaba, su expresión se tornó en descontento ante la situación. Un escándalo de esta magnitud podría perjudicar gravemente la reputación de su empresa, y no estaba dispuesta a permitirlo.

Sentada en su automóvil, marcó un número que no estaba guardado en sus contactos. Al otro lado de la línea, un hombre respondió.

—Cuánto tiempo sin escuchar tu voz —dijo la voz masculina.

- No estoy disponible para tus asuntos personales. Escucha con atención: tengo un problema que sé que puedes resolver sin dejar rastro. Confío en ti y nunca me has decepcionado en las tareas que te he encomendado. Sin embargo, antes de proceder, necesito que investigues a fondo sobre Rayla Harper y su hija. Específicamente, quiero saber si hay alguna conexión entre esa niña y mi familia. Luego te indicaré los siguientes pasos a seguir.

— A su disposición. Te proporcionaré toda la información sobre Rayla y su hija en el transcurso de esta semana.

—Perfecto, te transferiré la mitad del monto acordado para que puedas iniciar el trabajo— dijo, finalizando la llamada y poniendo el vehículo en marcha.

No era la primera vez que enfrentaba esta situación. Su prioridad era asegurar que sus hijos tuvieran las mejores oportunidades y una vida próspera. Si eso implicaba superar algunos obstáculos, estaba dispuesta a hacerlo. No permitiría que el apellido Rose se viera afectado por personas que no estuvieran a la altura de sus estándares y los de su familia.