En Busca De Lo Perdido

Solo un juego

Sara Juliana》 “Te pregunto sin escudo, me respondes con flechas”.

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Estimados,

Quiero ofrecer mis más sinceras disculpas por no haber realizado actualizaciones con la frecuencia habitual. Lamentablemente, he estado lidiando con un dolor intenso debido a quistes durante los últimos cinco días. Aprecio su comprensión y lamento cualquier inconveniente que esto haya podido causar.

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Después de tomar la foto, Michael regresó a su trabajo, pero su apetito había desaparecido, reemplazado por una intensa frustración y enojo. Se sentía traicionado. En lugar de dirigirse directamente a su oficina, se dirigió a la oficina de Charles y se sentó en su silla, como si fuera su propio espacio.

Michael movía los pies con impaciencia mientras esperaba, ya que su amigo se estaba demorando más de lo previsto. Cuando estaba a punto de rendirse, la puerta se abrió y apareció un sonriente y alegre Charles.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Charles, restándole importancia a la situación, a pesar de que Michael estaba sentado en su silla y su expresión era seria. Charles se dirigió a su barra de licores y sirvió dos vasos.

— Me alegra ver que estás de buen humor, Charles. Debo admitir que no te había visto tan radiante antes — comentó con una sonrisa irónica, mientras levantaba su vaso de licor y lo vaciaba de un solo trago.

— Vaya, parece que no estás en tu mejor momento. Esa forma de tomar el licor, de un solo golpe, debe ser bastante intensa — replicó en tono burlón, acomodándose en un sofá cerca de los ventanales.

— ¿Qué te puedo decir? No todos los días se revela la verdadera naturaleza de quienes nos rodean, esos a quienes llamamos amigos — respondió, haciendo comillas con los dedos.

— ¿De qué estás hablando? Ve al grano, porque me siento incómodo en este momento — dijo, cambiando su tono. — Entro a tu oficina, me siento en tu silla y me hablas con esa actitud. Creo que ya somos lo suficientemente adultos como para ser directos.

Michael sacó su celular y accedió a la galería, mostrando en la pantalla una foto que había tomado de Charles y Rayla. Colocó el dispositivo en el escritorio en silencio.

Charles, sin preocuparse, tomó el celular y observó la imagen. Su expresión facial era neutra, pero en su mente comprendía las razones detrás del comportamiento de su amigo. Michael actuaba impulsado por los celos, celos de verlo a él con la mujer que había alterado su mundo. Charles había estado lidiando internamente con la decisión de confesarle a Michael sus sentimientos por Rayla, pero también se decía a sí mismo que entre ellos no había nada formal y que no le debía ninguna explicación a su amigo, ya que ella no era su pareja.

Además, por casualidades del destino, su amigo lo había visto con ella hoy. La verdad es que había salido antes de lo que él había planeado, pero no sentía remordimientos, ya que su amigo había sido lo suficientemente imprudente como para dejar escapar a una mujer como Rayla.

—Mmmm... —fue la respuesta de Charles a su amigo mientras le devolvía el celular.

—¿Eso es todo lo que dirás? ¿No me darás una explicación coherente sobre por qué estás con Rayla en ese lugar y por qué estás sosteniendo su mano? No, espera, comienza desde el principio: ¿desde cuándo se están viendo a escondidas a mis espaldas?

—Sé que somos amigos, Michael, pero no te debo ninguna explicación, ya que Rayla no es tu pareja. Para aclarar tu pregunta, ella y yo solo somos amigos. No hay nada romántico entre nosotros y no estamos en una relación oculta.

— ¿Amigos? —sonrió con una falsa cordialidad- No creo que los amigos se comporten de esa manera. Dime, ¿realmente estás dispuesto a llevar a la cama a la misma mujer con la que yo estuve? ¿Eso es lo que estás haciendo? Porque no pareces ser el tipo de hombre que toma en serio a las mujeres; solo las ves como una aventura pasajera.

— Como mencioné anteriormente, Michael, la señorita Rayla y yo somos solo amigos. Ahora, por favor, sal de mi oficina, tengo asuntos que atender.

— No lo ves, ¿verdad? Ella solo está buscando hacerme daño a mí, y tú, al no rechazar su interés, le sigues el juego. Tú sabes mejor que nadie que ella ha regresado a mi vida con la intención de hacerme pagar por lo que sucedió en el pasado, y aun así, aceptas ser una opción secundaria.

—Voy a detenerte ahí, porque estás cruzando una línea y no quiero que nuestra amistad se vea comprometida por una mujer. Te pido que muestres respeto hacia Rayla y que no hables de ella de esa manera— dijo, señalando la puerta a su amigo.

—Te darás cuenta de que ella solo te está utilizando, como lo hizo conmigo— respondió, mirándolo a los ojos. —Dile a Rayla que voy a descubrir la verdad. No me detendré hasta encontrar pruebas de que esa niña es mía. Comunícaselo; se lamentará de haberse cruzado en mi camino— añadió, cerando la puerta con fuerza detrás de él.

La última afirmación dejó a Charles confundido y pensativo. ¿De qué estaba hablando su amigo? ¿Era esta la razón por la que Rayla había estado tan estresada últimamente? ¿Era por esto que ella quería irse del país? Si esto era cierto, tendría que hablar con ella para averiguarlo. Su amigo sonaba lleno de rencor y odio hacia Rayla, y él no permitiría que nadie le hiciera daño.




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