Mario Benedetti 》”Hay que ser demasiado imbecil para destruir a la única persona que se atrevió a querer tu desastre.”
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Con una idea en mente sobre cómo hacerle pasar un mal rato a Rayla, sonrió para sí misma mientras miraba a su hijo. Sabía que era un riesgo y no estaba en sus planes, pero la actitud de Rayla la había empujado a hacerlo.
—Hijo, dame un segundo, tengo una llamada. Te voy a poner en espera, no cuelgues —dijo mientras marcaba su propio número desde otro teléfono, haciéndose la que realmente estaba recibiendo una llamada.
Después de unos cinco minutos, volvió a la llamada con una expresión entre sorprendida y preocupada.
—¿Ocurrió algo, mamá? — preguntó, notando el comportamiento extraño de su madre.
—No, bueno, en realidad sí. Tengo una noticia impactante que nunca imaginé que sucedería. No puedo creerlo, hijo mío. —
—¿De qué se trata? ¿Quién te llamó? —
—Déjame preguntarte esto primero. Me dijiste que has estado investigando por tu cuenta sobre la hija de Ryala. ¿Tienes alguna novedad? ¿Cómo va el proceso? —
—Aún nada. Todo está estancado. Las cosas se han complicado y no he podido averiguar ni siquiera el nombre de la niña— respondió con frustración, ya que había pasado un tiempo razonable y todo había resultado ser un fiasco total.
Esto, por supuesto, no sorprendió en absoluto a la señora Rose, quien era la mente maquinadora detrás de todo.
—Bueno, hijo mío, el detective privado que contraté me ha proporcionado los resultados, lo que significa que tu situación ha llegado a su fin —dijo, haciendo una pausa y quedando en silencio de repente.
—Entonces, madre, ¿qué te ha dicho el detective? ¿Cuál es el resultado final de su investigación? Dímelo.
—La investigación, al igual que para ti, fue bastante complicada. Realmente dudaba de que pudiera obtener resultados positivos en todo esto. Sin embargo, me retracto de esos pensamientos negativos y de haber dudado del gran detective que elegí, ya que me ha confirmado que tiene toda la información que necesito y que me la enviará lo más pronto posible; quizás la reciba en menos de dos horas.
— Madre, no me estás proporcionando información clara. Solo estás dando vueltas sin decirme lo que él te comunicó. Al menos debió confirmarte si la niña es mi hija, ¿verdad?
— Sí, cariño, me confirmó que la niña es tu hija y me proporcionó su nombre. También mencionó que me enviará una fotografía de ella — respondió, observando atentamente las reacciones de su hijo, quien quedó atónito, con la boca abierta. Luego, se levantó de su asiento y exclamó con entusiasmo.
— ¡Lo sabía, sabía que era mía! — dijo, golpeando su escritorio con euforia. Experimentaba una mezcla de felicidad y nerviosismo.
》Madre, no sé cómo agradecerte por la valiosa información que me has proporcionado. Siempre he sabido que estás ahí para mí, cuidando de mi bienestar y haciendo lo mejor por mí. Eres la mejor madre que podría desear.
—Sé perfectamente cómo te gustaría agradecerme, hijo mío —respondió ella, sin mostrar ninguna emoción de felicidad. En realidad, no disfrutaba de la situación, ya que ahora debía ejercer un mayor control sobre su hijo. Era consciente de que la presencia de la niña no sería un factor positivo para él. Pero todo valía la pena si significaba destruir a Rayla y verla sufrir.
—Estoy todo oídos, madre. ¿Qué deseas como compensación por tu dedicación en la investigación hasta obtener resultados? ¿Un crucero, un viaje, una estadía en uno de los lugares más exclusivos? Pide lo que quieras y haré lo posible para hacerlo realidad, todo por mi querida madre.
— Tengo un hijo maravilloso, y aunque me conmueve, lo que realmente deseo es que le enseñemos una lección a Rayla. Ahora que sabemos que la niña es parte de nuestra familia y que ella ha ocultado su identidad durante doce años, sin darnos la oportunidad de participar en la vida de la niña o ejercer el rol de padre, creo que debemos luchar por la custodia total. ¿Qué opinas? — dijo con una mirada decidida y calculadora.
— Estoy de acuerdo — respondió sin dudar, ya que el resentimiento que sentía hacia Rayla Harper había nublado su juicio. - Ella deberá enfrentar las consecuencias de sus acciones, y la idea de perder a su hija sería el castigo más adecuado, madre.
— Exactamente, cariño, esta es la mejor manera de abordar la situación. Ver el impacto de nuestras acciones en ella te brindará una satisfacción que no puedes imaginar. Te invito a que vengas a mi casa hoy para que revisemos juntos la información sobre la niña. Estaré aquí esperándote, y luego podremos planificar todo con calma. Mamá se encargará de resolver tus problemas.
Michael sonrió, sintiéndose seguro de su ventaja. A diferencia de Rayla, que no contaba con recursos, él era millonario y podía contratar a los mejores abogados, lo que le daba una clara ventaja en la lucha por la custodia completa. Si el caso se complicaba, siempre podría influir en el juez. Así de sencillo es tener un apellido reconocido y los recursos para resolver cualquier inconveniente.
—Rayla, pronto experimentarás cómo la llegada de alguien a tu vida puede transformar todo por completo, impulsado por el deseo de venganza. Aprenderás lo que significa el dolor y la angustia— reflexionó, saboreando la satisfacción que trae la venganza.