En Busca De Lo Perdido

Mismos sentimientos

— Bueno, yo realmente deseo tener un padre presente en mi vida. Quiero experimentar lo que tú viviste con tu padre, ¿no es así, mamá?

— Por supuesto que lo mereces - respondió ella, suspirando profundamente. Era consciente de que había sido egoísta al privar a su hija de ese derecho, pero en el fondo sabía que había tomado la mejor decisión. Tal vez, si no hubiera optado por ocultar la verdad, la historia habría sido completamente diferente a la realidad que enfrentaban ahora.

— Ahora, cuéntame qué te dijeron y cuáles son sus intenciones contigo — dijo Rayla, intentando suavizar la tensión entre ambas.

—Ellos desean involucrarse en mi vida, y la señora Rose ha expresado interés en ir de compras conmigo. Sin embargo, no hemos intercambiado números de contacto para coordinar nuestra próxima reunión, lo que me deja un poco desanimada.

—No creo que el intercambio de información de contacto sea un inconveniente. Si lograron encontrarte sin mi ayuda, dudo que tengan dificultades para hacerlo nuevamente —respondió con un tono sarcástico, recordando cómo se tomaron su tiempo para investigar a fondo sobre su hija, incluso visitándola sin su consentimiento.

Para Rayla, esto representaba una falta de respeto evidente, y sus intenciones de perjudicarla eran claras. Si la situación hubiera sido diferente, al menos le habrían notificado, lo que le habría permitido preparar a su hija para recibirlos adecuadamente.

—¿De verdad no sabías que ellos vendrían a verme? — preguntó Violet, con cierta incertidumbre sobre la veracidad de las palabras de su madre.

—No, Violet, no tenía idea de que ellos planeaban encontrarse contigo. Además, no fui yo quien les informó que eres su hija. Debieron haber contratado a un detective o alguien que investigara sobre tu existencia— respondió su madre.

—Pero él mencionó que se reunieron y que tú se lo dijiste. Hay detalles que no coinciden entre las versiones de ambos— replicó Violet, observando a su madre con un atisbo de desconfianza.

— Me encontré con él de manera amistosa, pero en ese momento no me reconoció. Luego continuamos la conversación y le hablé sobre ti, mi hija, sin mencionar que era su hija. Más tarde, él descubrió por sí mismo quién era realmente yo y sacó sus propias conclusiones. No tengo nada que ocultarte; además, ellos tienen los recursos suficientes para encontrarte, sin importar dónde estés.

— Es cierto, madre. Estuve investigando en línea y descubrí que son una familia adinerada —dijo emocionada— La señora que es mi abuela quiere llevarme de compras, ¡puedo imaginar todas las cosas nuevas que voy a conseguir! —exclamó entre risas.

—Lo único que te pido es que no te dejes llevar por lo material. Sé que eres una persona muy inteligente e independiente, pero es importante que analices las verdaderas intenciones de los demás hacia ti. Recuerda que lo material es efímero; disfruta de la experiencia, pero mantén la perspectiva. —dijo, observando la emoción de su hija por pasar tiempo con la familia Rose.

— Por supuesto que no, madre -respondió, haciendo un puchero— Te dejo, ya que prometí llamar a mis amigas. Hablamos mañana.

— Cuídate y que tengas una excelente noche —concluyó la llamada, encontrándose con la mirada de Charles, quien estaba sentado en el sofá frente a ella.

Charles había permanecido en silencio durante toda la conversación, eligiendo no interrumpir ya que el diálogo se había convertido en un intercambio íntimo entre madre e hija. Se había prometido a sí mismo mantener la distancia, especialmente después de enterarse de que Michael estaba involucrado.

—Tenías razón, Charles —dijo, mirándolo fijamente—. Tú me habías comentado que todo esto era parte de un plan. No podían simplemente impedir que saliera del país sin una razón más profunda detrás de ello.

—Lo sospechaba, pero dudaba que realmente lo hicieran. Además, en la empresa nunca se notificó que él se iría de viaje. Todo lo planearon en secreto; si yo me hubiera enterado, te lo habría dicho de inmediato. Supieron cómo mover sus piezas —respondió, reflexionando sobre la situación.

— Me preocupa que ellos ya tengan todo planeado y yo no esté preparada para lo que se avecina. No puedo dejar de pensar que podrían convencer a mi hija y, de ese modo, alejarla de mí.

— Te prometí que te ayudaría a encontrar el mejor abogado para que no te sientas más estresada de lo que ya estás. Sin embargo, te sugiero que seas lo más transparente posible con tu hija. He notado que ella parece desconfiar un poco de ti, y quizás eso es lo que ellos buscan: que ella pierda la confianza en ti y acepte estar con ellos.

— Es difícil de creer. Ella puede tener dudas sobre mí, pero no creo que mi hija decida irse a vivir con ellos y olvidarse de mí. No es una niña de seis años; es una adolescente que entiende la diferencia entre el bien y el mal. Sabe que he estado a su lado desde el primer día, y eso no cambiará. — respondió con firmeza.

— No se trata de lo que digo; ella sabe que eres su madre. Sin embargo, a veces los adolescentes, impulsados por la ira y la frustración, pueden actuar de manera que luego lamentan. Además, la señora Rose tiene una habilidad notable para manipular situaciones. Te aconsejo que intentes mantener una buena relación con ella, porque, al igual que ella te ama, también ha mantenido la esperanza de contar con un padre presente. Esto podría ser un factor determinante en la relación entre tú y ella.

— Gracias, Charles. No sabes cuánto valoro tu tus palabras y el hecho de que, en estos días en los que he necesitado a alguien que me escuche, hayas hecho un espacio en tu agenda para hablar conmigo sin juzgarme. Realmente lo aprecio.

— Sabes que haría lo que fuera por ti, Rayla. No tienes que agradecerlo — respondió, mirándola directamente a los ojos, y sus miradas se sostuvieron por un momento.

Aunque Charles deseaba con todas sus fuerzas poder acercarse a Rayla, era consciente de que ella no compartía esos mismos sentimientos. A pesar de que su comportamiento podía parecer imprudente, había permanecido a su lado en un momento difícil, sin saber si ella aún albergaba sentimientos por Michael. Así es la vida: algunas personas no se pueden olvidar de la noche a la mañana. Si después de tantos años ella había regresado a él, era evidente que esos sentimientos eran más profundos de lo que Rayla misma podía reconocer.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.