El señor Rose exhibía una sonrisa astuta en su rostro al verla ingresar al restaurante. Con una postura autoritaria y altanera, comentó: —Sabía que no rechazarías mi oferta— mientras se levantaba de su asiento para ofrecerle el lugar a la persona que había llegado.
—No te sientas tan confiado; si estoy aquí es para negarte la propuesta en persona— respondió ella, mientras giraba los ojos y tomaba asiento.
El señor Alejandro exhaló un suspiro ante tal respuesta, pero colocó una de sus manos sobre la de ella, mientras sus ojos recorrían su figura: —Si has aceptado venir, es porque sientes curiosidad por lo que tengo para ofrecerte. Puedo percibir en tu mirada un atisbo de codicia. Eres avariciosa, y eso es algo que aprecio en ti.
—No me obligues a arrepentirme y abandonar este lugar, lo cual no sería de tu agrado, ya que me vería en la necesidad de hablar con el señor Charles— respondió mientras retiraba su mano de su agarre y lo miraba con desafío.
—No me digas, ¿qué le dirás? 'Señor Charles, he recibido un mensaje que me convocaba a un lugar específico para discutir cómo sabotear su empresa a cambio de una sustanciosa recompensa.' Porque, si no recuerdo mal, el mensaje fue muy claro respecto a los temas que íbamos a tratar en este encuentro. Si realmente no hubieras estado interesada, no te habrías presentado hoy, y mucho menos me habrías aceptado tal mensaje. Conozco bien a las mujeres de tu tipo. Era consciente de lo que hacía al proponerte este trato, y tú aceptaste de inmediato. Así que, pongámonos serios y dejemos de perder el tiempo, señorita Lucy Tejado.
Lucy giró los ojos mientras tomaba un sorbo de su copa y observaba detenidamente al señor Alejandro, quien torcía sus labios.
—Vayamos al grano, no tengo interés en permanecer aquí toda la noche —expresó.
—No te apresures, he reservado uno de los mejores restaurantes de la zona exclusivamente para nosotros. Disfrutemos de esta agradable cena mientras discutimos nuestro negocio. ¿Qué opinas? —preguntó con una sonrisa que no fue correspondida, y ella no ofreció respuesta alguna.
》Permíteme formular una pregunta, solo por curiosidad: ¿por qué no dudaste ni un instante en traicionar a Charles? No me digas que se trata únicamente del dinero, ya que tienes un buen salario y una sólida reputación en tu posición. Debe haber algo más personal, y me gustaría aclarar mis dudas. No te sientas cohibida al responderme; si soy sincero, apuesto toda mi fortuna a que se trata de sentimientos amorosos. No te preocupes, tu secreto estará a salvo; puedes confiar en que no iré a contarle a Charles la razón de tu animosidad hacia él —dijo con una sonrisa.
—Efectivamente, tienes razón —respondió, encogiéndose de hombros en un gesto de despreocupación—. Tuvimos una aventura en la que él me utilizó de la manera más despreciable. Como mujer, me dejé involucrar, exploré mis sentimientos, mientras que a él no le importó en absoluto lo que yo sentía, y así terminó nuestra relación. De manera tan simple, como si nunca hubiera tenido sentimientos por mí. Esto ocurrió hace bastante tiempo, pero ahora está con una persona llamada Rayla, a quien le ha brindado todo lo que debió ser mío. Lo detesto por ello y espero que se arrepienta de haberme utilizado —concluyó, dejando que su resentimiento se manifestara en sus palabras.
—Imagino que él te ofreció un trabajo y tú aceptaste, pensando que esta vez te tomaría en serio, pero solo te diste cuenta de que era para restregarte su nuevo romance —aquella observación tocó una fibra sensible en Lucy, pues su rostro se oscureció aún más ante la conclusión de Alejandro.
》 Comprendo su posición y no la juzgo en absoluto; es preferible tener al enemigo cerca que lejos. Además, compartimos los mismos adversarios, ya que también tengo un profundo desdén por la mujer llamada Rayla. Ella tiene cuentas pendientes conmigo, y si Charles cae, ella también enfrentará las consecuencias.
— Bien, parece que la cena se ha vuelto interesante. ¿Qué secretos oculta esa mujer que también despiertan tu aversión? — comentó, mostrando interés.
— Como puede observar, ella es una mujer de dudosa reputación que utiliza a los hombres para obtener riquezas. Así como está manipulando a Charles, lo hizo en el pasado con mi hijo, y pagará un alto precio por ello — respondió con frialdad. — Sin embargo, dejemos ese tema para otra ocasión — añadió con picardía, mientras se humedecía los labios. — Quiero que hablemos sobre cómo planeo deshacerme de la competencia, y ahí es donde usted entrará en juego.
— Estoy a su disposición; no hay nada que no pueda hacer.
—Yo sé que usted es la responsable del departamento de marketing, y me gustaría expresar mi admiración por el excelente trabajo que realizó en el lanzamiento de ese producto. Dado su conocimiento y experiencia, estoy seguro de que no le resultará difícil anticipar el próximo lanzamiento que la empresa tiene previsto.
》Lo que harás es proporcione toda la información relevante sobre dicho producto, de manera que mi empresa pueda ser la primera en lanzarlo. Esto dejaría a Charles en una posición comprometida, ya que se vería obligado a lanzar el producto, lo que podría interpretarse como un plagio, lo cual, como usted bien sabe, podría perjudicar su reputación.
—Entiendo, sin embargo, me gustaría plantear mi inquietud: ¿qué sucederá si, tras obtener la información que deseas, Charles se da cuenta de lo ocurrido? Me temo que podría quedarme sin empleo. En este sentido, ¿podría usted garantizarme una posición equivalente en su empresa, con un salario mejorado?
—Hmm... tendré que pensarlo, porque el que está en esa posición es muy amigo de mi hijo. Pero, con lo bien que trabajas, no dudaría en reemplazarlo de inmediato y ponerte a ti, siempre y cuando me des lo que quiero. Hazlo perfecto para que puedas hacerlo más de una vez, hasta que Charles no tenga más opción que cerrar su empresa, porque no tendrá buena reputación, solo será conocido como un copiador de productos.