Encargada de la institución

Finalmente, las vacaciones habían llegado, y Violet experimentaba una ansiedad inusual mientras se encontraba en la realización de su último examen. En pocas horas, sus vacaciones comenzarían y ella emprendería su primer viaje hacia un país completamente desconocido para ella.

—No puedo creer que realmente vayas a visitar diez países durante tus vacaciones, y todo esto gracias a tener un padre adinerado. Estoy tan celosa —comentó Marlo.

—Es un privilegio que tu padre haya luchado por ti a pesar de no haber estado presente en tu vida desde pequeña. Realmente espero que disfrutes de tus viajes y no olvides enviarnos fotos y compartir tus experiencias con nosotras, ¿de acuerdo? —dijo Lola mientras le ofrecía un fuerte abrazo.

—Adóptame como tu mascota y llévame en tu equipaje, Violet, por favor, no seas cruel— comentó Marlo nuevamente, mientras hacía pucheros.

—La profesora ya ha llegado y comenzará a impartir los exámenes en breve. Por favor, mantengan el silencio para evitar que nos separen— reprochó Lu, quien no deseaba ser dividida durante el examen.

Mientras Violet se concentraba en su examen final, Michael se dirigía a la oficina de la directora de la escuela.

—Buenas tardes, ¿usted es la encargada de esta institución?

—Así es, buenas tardes. Soy Aline De Oliveira— respondió ella, levantándose y extendiendo la mano a Michael, mientras dirigía su mirada hacia las otras tres personas que lo acompañaban.

— Soy el traductor e intérprete del señor Michael Rose, quien es empresario y padre de la joven Violet Harper, actualmente en su último año de educación secundaria — se presentó Joao. Él se encargaría de traducir todo lo que la mujer dijera, así como las palabras del señor Rose dirigidas a la directora, dado que ambos no compartían el mismo idioma.

— ¿Cuál es el motivo de la visita del empresario Michael? — preguntó ella, sintiéndose algo incómoda ante la presencia de dos individuos que, sin duda, eran guardaespaldas, dada su vestimenta y su aura protectora.

— El señor Michael ha venido con el propósito de retirar a su hija de esta institución educativa, para que pueda regresar a su país natal y continuar sus estudios de bachillerato, donde tendría mejores oportunidades junto a sus familiares.

—Entiendo perfectamente —respondió ella mientras revisaba los archivos de cada alumno en busca del de Violet. —Aquí tengo el registro de Violet. Como pueden observar —dijo, mostrando el documento a los presentes— Es una niña muy aplicada e inteligente, con calificaciones que son todas A. Si no recuerdo mal, su madre, Rayla Harper, fue la persona encargada de inscribir a la niña en nuestra escuela, y su apellido, Rose, tampoco figura en el acta de Violet —añadió, entrecerrando los ojos.

—Esto se debe a que su madre ocultó la existencia de la niña al señor Michael, quien ahora la está reclamando para brindarle lo mejor. Por esta razón, él no figura en su acta; sin embargo, puede observar aquí —dijo, mostrándole unos documentos— que la prueba de paternidad realizada a Violet y a mi cliente, Michael, resultó positiva, indicando que él es el padre biológico de la niña. Por lo tanto, él tiene todo el derecho de participar en la vida de la menor.

—Entiendo su perspectiva, sin embargo, debo señalar que estamos en Brasil. No estoy familiarizado con los procedimientos de su país, pero aquí solo la madre tiene la autoridad para retirar a la niña de la escuela, ya que ella es quien la inscribió originalmente. Con esto en mente, puedo comunicarme con la madre y, si ella lo confirma, estaré encantada de proporcionarle todos los documentos necesarios para la niña Violet.

Michael, sintiéndose irritado por las declaraciones de la mujer, solicitó nuevamente a su intérprete que le tradujera. —Escuche, señora Aline, la madre de Violet no se enterará de esto, ya que es una sorpresa para mi querida hija y no permitiré que usted la arruine. Su madre no tiene control sobre Violet; esa responsabilidad recae únicamente en mí. Por lo tanto, si desea evitar que su estimado instituto enfrente consecuencias graves, le ruego que me proporcione los documentos de manera amistosa. No querrá perder más, ¿verdad?

Aline se disponía a responder nuevamente de manera negativa cuando observó que aquellos dos hombres tomaron sus armas en las manos, lo cual la puso nerviosa y provocó un temblor en su cuerpo. Se encontraba indecisa, ya que sería poco ético permitir que un hombre que no figuraba en los registros como tutor de la menor interviniera en la situación. Sin embargo, aquel individuo parecía poseer suficientes influencias para cerrar el instituto, lo que podría acarrear consecuencias negativas para todos los demás niños, todo por una sola alumna.

—No creo que debamos llegar a ese extremo— expresó con firmeza, mientras observaba que aquellos hombres guardaban nuevamente sus armas. —Sin duda, le haré llegar todos los documentos de la niña una vez que estén listos. Como puede saber, hoy es el último examen y aún no están disponibles sus calificaciones.

—No se preocupe, estoy familiarizado con el procedimiento. Sin embargo, para garantizar la veracidad de sus declaraciones, usted deberá firmar un documento. En caso de que incumpla con su palabra, usted, esta institución y su familia enfrentarán las consecuencias. —El intérprete mostró fotografías de la familia de la mujer, lo que la hizo palidecer. Una parte de ella consideró la posibilidad de contactar a Rayla y a las autoridades para denunciarlos, pero las amenazas sobre la seguridad de sus seres queridos la llevaron a optar por el silencio y a firmar el documento.

—Ha sido un placer conversar con usted. Recuerde que, si coopera adecuadamente, su familia estará a salvo. Agradecemos su hospitalidad.

Al salir de la oficina de la directora, Muchael se despidió de los tres hombres. Todo esto había sido parte de un plan ideado por sus padres, quienes le sugirieron que retirara a la niña de esa escuela. Sin embargo, era poco probable que le entregaran los documentos si él se presentaba solo. Por lo tanto, consideró que ejercer presión y generar temor era la estrategia más efectiva.