En Busca De Lo Perdido

Persona carismática

Rayla, quien se encontraba en su oficina, mostraba una profunda preocupación debido a que su hija no se había comunicado con ella durante dos días completos. A pesar de sus intentos por llamarla, no había recibido respuesta alguna. La ansiedad acumulada en esos días había provocado la caída de su cabello y la aparición de ojeras bajo sus ojos.

A pesar de los esfuerzos de Charles por distraerla momentáneamente, ella no podía dejar de expresar su desconfianza respecto a que su hija estuviera a solas con Michael. Aunque él era su padre, Rayla no confiaba en él en absoluto, especialmente después de lo sucedido con Arthur.

Justo en el momento en que Rayla se disponía a marcar nuevamente, su celular se iluminó, mostrando la llamada de su hija.

— ¿Te encuentras bien? ¿No has sufrido ninguna lesión? ¿Dónde se encuentran en este momento? Por favor, hágame saber que te encuentras bien y que no te ha ocurrido nada. ¿Por qué no respondiste a mis llamadas? ¿Por qué no te comunicaste conmigo el mismo día que saliste de vacaciones, o al menos me dejaste un mensaje informándome de que todo estaba en orden? - Rayla formulaba preguntas una tras otra, sin permitirle a Violet la oportunidad de responder.

Lucy, quien se encontraba en la habitación con Violet, disfrutaba plenamente de escuchar la voz nerviosa de Rayla al otro lado de la línea.

— Esperate un momento, madre - dijo Violet, intentando captar la atención de Rayla. — No te había escrito porque el primer día estaba tan ocupada y emocionada que no me di cuenta de que mi teléfono se había extraviado por completo. Ayer me cansé de buscarlo y Lucy me ayudó hasta que finalmente lo encontró debajo de mi cama. Fue toda una locura; no sé cómo llegó hasta allí - comentó de manera divertida.

- ¿Lucy? ¿Cuál Lucy? Pensé que tú y tu padre viajarían solos, ¿no? ¿Dónde te encuentras en este momento? -

- Lucy es la novia de mi padre; ella está de viaje con nosotros aquí en...

Lucy movió la cabeza en señal de negación y colocó un dedo en sus labios, indicándole a Violet que no revelara su ubicación, lo que llevó a Violet a cerrar la boca.

— ¿Está bien? ¿La novia de tu padre se encuentra en la habitación contigo? — preguntó Rayla, sorprendida por la reacción de su hija y llena de dudas. ¿Sería Lucy la misma mujer que trabajó en la empresa y que los traicionó? Esto parecía una locura, pero al mismo tiempo tenía cierto sentido, ya que Lucy seguía enamorada de Charles.

— No, ella no está aquí conmigo, madre — respondió Violet, mintiendo, ya que Lucy le había hecho una señal para que dijera eso.

— ¿Puedo hacerte una pregunta, querida? La novia de tu padre, Lucy, ¿tiene cabello rubio, piel bronceada y ojos azul cielo?

— Mmm... —Violet hizo una pausa mientras observaba a Lucy, esperando una respuesta— Sí, madre, ¿la conoces?

— No realmente, querida, solo tenía curiosidad por saber. La he visto una vez. ¿Puedes prometerme que te cuidarás lo mejor que puedas, de acuerdo? Bebe mucha agua, come bien y, sobre todo, asegúrate de cerrar con llave la puerta de tu habitación, ¿sí?

— Por supuesto, madre, así lo haré. Ahora debo dejarte, ya que vamos a pasear y conocer varios lugares. Te amo.

— Yo te amo aún más. Tómate muchas fotos y mándamelas —dijo Rayla mientras Violet finalizaba la llamada. Ella permaneció mirando su teléfono, sintiendo un nudo indescriptible en el estómago. Su cuerpo se sentía pesado, lo que le provocaba fatiga. Sin duda, Rayla no se sentía nada tranquila al saber que Lucy también estaba en ese viaje; si ya era bastante preocupante que Michael estuviera con su hija, la presencia de Lucy lo hacía aún más difícil, dado su profundo desagrado hacia ella.

Por otro lado, Lucy tomó las manos de Violet entre las suyas mientras decía:

—Has hecho un excelente trabajo al no proporcionar tu dirección. Sé que tu madre se sentirá mucho más tranquila al saber que estás en buenas manos, especialmente al saber que yo me encargaré de ti.

—¿Que tanto conoces a mi madre? —preguntó Violet.

—Tu madre te ha respondido, pero comprendo que aún sientas curiosidad al respecto. En efecto, si nos conocemos, aunque no tuve la mejor impresión de tu madre. Ella me trató de manera muy poco amable cuando nos conocimos en una reunión de trabajo en la que estaba presente tu padre, y creo que solo sintió cierta envidia hacia mí. Sin embargo, no le di importancia a la situación y traté de hacer las paces, pero ella, con arrogancia, me insultó.

—Vaya, ¿por qué? Usted es una persona tan carismática y amable con todos. Aunque mi madre suele tener un carácter fuerte, es una buena persona.

—Quizás se ha dejado influenciar por su novio, ese tal Charles, quien es extremadamente grosero y machista. Espero sinceramente que tu madre abra los ojos y se dé cuenta, en algún momento, de lo maravilloso que es tu padre y de lo bien que te trata. Para él, tú eres su mundo y haría lo que fuera necesario por ti.

—Lo sé —respondió ella, cabizbaja ante las palabras de Lucy.

—No te sientas así. Vamos a dejar todo esto atrás y a disfrutar de nuestro paseo el día de hoy. Confía en mí, este día será espectacular —dijo mientras la miraba con ternura y acariciaba su cabello.




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