Los días transcurrían rápidamente para Rayla entre sus responsabilidades laborales y la reciente confirmación a Charles sobre la mudanza a su nuevo hogar. Ella se encontraba sumamente complacida, ya que la propiedad estaba situada en un entorno apartado y rodeado de naturaleza. Además, contaba con ocho habitaciones, un gimnasio, un área de juegos, una biblioteca, un cine y una oficina compartida para ambos.
Charles y Rayla decidieron dedicar el fin de semana a reorganizar su nuevo hogar, contando con la asistencia de especialistas en diseño interior. Este proceso requeriría tiempo, pero era fundamental que estuvieran presentes para aportar sus ideas sobre cómo deseaban que quedara todo.
En contraste, Violet había llegado a su nuevo destino en México. El lugar alquilado para su estancia de una semana era una hacienda de dos niveles, y tanto Lucy como Violet se mostraron encantadas con este entorno tan diferente al de Australia.
—Sin lugar a dudas, cada país posee su propia belleza; sin embargo, esta vivienda evoca un estilo campestre reminiscentes de la novela "Pasión de Gavilanes", en la que aparecen hombres corpulentos y de buen ver, cubiertos de arena y bañados en sudor mientras cabalgan a caballo - comentó Lucy mientras se adentraba en la casa, admirando su estructura.
— En realidad, no he visto la novela, pero la casa ciertamente inspira el deseo de colocar una hamaca y disfrutar de un día entero meciéndose — respondió Violet.
— Definitivamente debemos ver esa novela juntas para que comprendas a qué me refiero y me des la razón. Te aseguro que quedarás encantada — insistió Lucy.
— ¡Oh, qué maravilla! Hay una laguna en la parte trasera — exclamó Violet mientras observaba a través de la amplia puerta corrediza, dejando su maleta a un lado y corriendo para abrirla y poder apreciarla mejor.
— El agua no es clara; no sabes lo que hay en su interior. Si deseas nadar, házmelo saber y con gusto buscaré la playa más cercana. Es preferible evitar sumergirse en esa agua, dado lo que podría haber en ella — comentó Michael, quien la había acompañado.
—Está bien, solo me sentaré y apreciaré la vista —respondió, asintiendo a las palabras de su padre.
Lucy, quien había estado atenta a la conversación, sonrió astutamente para sí misma. Se le había ocurrido un plan, pero debía ser lo suficientemente cautelosa para llevarlo a cabo. Por ello, preguntó: —Me mencionaste que hoy tienes algunas diligencias que atender y también una importante conferencia en la empresa, ¿verdad?
—Sí, debo salir cuanto antes al pueblo más cercano para adquirir algunos productos y regresar antes de la hora de la conferencia —comentó con pesadez, recordando lo fatigado que estaba por el viaje y la escasez de tiempo que tenía para realizar sus tareas.
—Definitivamente me quedaré con Violet aquí mientras tú te ausentas. No creo que ella pueda soportar otro viaje después de haber tomado un vuelo de treinta y dos horas. Déjamela a mí; me encargaré de ella mientras descansamos un poco. Aunque, debo admitir que Violet tiene una energía inagotable.
— Creo que voy a descansar un par de horas antes de viajar de nuevo, son las ocho de la mañana y tengo tiempo hasta las seis para la reunión —dijo mientras se estiraba y bostezaba.
— Dale, adelante —respondió Lucy, agarrando su maleta y dirigiéndose a su habitación, seguida por Michael.
En cuanto entró, Michael sintió que sus ojos se cerraban y su cuerpo estaba agotado. Sin pensarlo dos veces, se dejó caer en la cama suave y cómoda, cayendo en un sueño profundo.
Lucy, al darse cuenta de que Michael ya estaba roncando, salió de la habitación y se fue a la de Violet, que estaba organizando sus cosas.
— No sabes lo que acabo de ver —dijo, llamando la atención de Violet— Hay un columpio en la parte de atrás, cerca de la laguna. ¿Quieres ir a verlo?
—Por supuesto, me encantaría —respondió con entusiasmo mientras salía apresuradamente de su habitación.
—Por favor, haz menos ruido, ya que tu padre está durmiendo, Violet —comentó Lucy en un susurro, ya que no deseaba que Michael se despertara, aunque dudaba que lo hiciera con facilidad.
—Mis disculpas, es que estoy muy emocionada.
—Lo sé, estaba segura de que te encantaría la idea de utilizar el columpio, pero eres consciente de lo cansado que está tu padre, así que juguemos en silencio. Observa, este columpio es muy resistente. ¿Te gustaría usarlo?
—Si, pero no tiene un lugar donde sentarme, solo cuenta con un nudo bastante grande. ¿Cómo podría hacerlo?
—Tontita, los columpios están diseñados para mecerse de un lado a otro; no es necesario utilizar una tabla para sentarse. Simplemente debes sostenerte con firmeza y utilizar la fuerza de tu cuerpo para impulsarte. Permíteme demostrarlo para que puedas observarlo. Como puedes ver, es sumamente divertido; te aseguro que disfrutarás de la experiencia. Ahora es tu turno, adelante— comentó mientras le ofrecía la soga.
—Estoy un poco nerviosa. Cuando te columpias, pasas sobre la laguna. ¿Qué sucedería si cayera dentro? Es aterrador. ¿Y si hay cocodrilos o algo similar en el agua?
—Vamos, Violet, es una laguna artificial; no hay nada en su interior. Adelante, no seas cobarde. Debes sujetarte con mucha fuerza y no soltarte bajo ninguna circunstancia.
—Está bien, lo intentaré, pero necesitaré que me empujes un poco, ¿de acuerdo? — dijo mientras tomaba la cuerda con ambas manos, sintiendo su corazón acelerado. Con determinación, Lucy la empujó, haciendo que Violet se columpiara, pero justo cuando su cuerpo se acercaba a la orilla, perdió el control y cayó en la laguna, mientras Lucy la observaba sin mover un solo músculo.