A la mañana siguiente, Enzo, Aaron y Atari llegaron a la propiedad. Inmediatamente, el pequeño Aaron se adentró corriendo, llamando a su tío Michael, quien aún permanecía en la cama.
Lucy, quien se había levantado temprano anticipando la llegada de los nuevos inquilinos, fue la primera en presentarse ante ellos.
—Bienvenidos, es un placer conocerlos. Lamento que Michael no esté presente; tuvo una noche agitada —comentó, con un matiz de malicia en sus palabras, sugiriendo que ella y él habían compartido una velada íntima, lo que explicaba su ausencia.
—Nosotros también tuvimos un viaje agotador y, ¿sabe usted qué? No tenemos tiempo para su fingida cortesía, como si fuera la señora de la casa. Le agradecería que se encargara de nuestras maletas y las llevara a una de las mejores habitaciones del lugar —respondió Atari, dirigiendo a Lucy una mirada de desdén antes de ingresar al lugar.
Enzo conocía a la perfección la naturaleza de su esposa, una auténtica diva de la sociedad que emanaba un aire de realeza. Su madre fue la persona que intercedió en su relación; al principio, él no mostraba interés en ella, pero su madre comprendía que una relación con la familia de esta podría beneficiar considerablemente a la empresa BlueRose. A medida que Enzo fue conociéndola, logró sobrellevar su carácter y, eventualmente, surgió el amor. Sin embargo, él también se vio influenciado por su forma de ser, lo que le hizo parecer prepotente.
—¿Ya escuchaste a mi esposa, Lucy, directora de Marketing? —dijo en tono burlón, mientras seguía a su esposa.
Por un momento, Lucy quedó sorprendida, pero en el segundo siguiente, una expresión de malicia se reflejó en su rostro. Ignorando por completo la intervención, salió de la propiedad como si nadie le hubiera dirigido la palabra. Posteriormente, mencionaría que debía realizar algunas diligencias y se olvidaría de ese pequeño comentario.
Violet, quien había escuchado un ruido proveniente del exterior de su habitación, se dirigió apresuradamente al baño antes de presentarse ante sus nuevos familiares.
—¿Dónde estará Michael? —comentó Enzo mientras se servía un vaso de whisky en la repisa de la cocina.
—Mi padre parece estar en su habitación; si lo desea, puedo guiarlo hacia allí.
—Oh, así que usted es Violet. Todos han hablado bastante de usted. Mi madre está encantada de tener una "mini ella", ya que realmente se parece mucho a ella. Mi nombre es Enzo, pero puede llamarme tío Enzo —comentó Enzo, quien estaba al tanto de la situación y había sido instruido por su madre para tratar a Violet con amabilidad.
—Gracias, tío Enzo —respondió ella con una sonrisa tímida en su rostro.
—Y esta hermosa dama es mi apreciada esposa, Atari, y mi pequeño hijo, Aaron, aunque no sé dónde se ha metido —dijo, buscando con la mirada al niño, quien ya se había desaparecido.
—Es un placer conocerla, señorita Atari. Es un gusto tenerla aquí.
— Al menos cuenta con una educación, dado que no se ha criado en un entorno familiar adecuado —comentó Atari, observando a Violet con una mirada que la hizo sentir algo incómoda.
— Bien, que comience el día. Me encargaré de buscar a mi hermano; me gustaría que te ocuparas de mi hijo, un pequeño travieso que debe estar explorando por ahí. Imagino que se divertirán mucho —dijo, intentando que Violet se mantuviera ocupada con su hijo mientras él se dirigía en busca de su hermano.
…
Enzo había encontrado la habitación de Michael siguiendo la dirección proporcionada por Violet. Al entrar, se percató de que su hermano apenas se había despertado.
— Te estás dando la mejor vida —comentó con sarcasmo mientras se recostaba contra la pared.
— ¿No pudiste esperar a que yo saliera de mi habitación para recibirte de manera adecuada? Sabía que tu presencia durante tres días sería una molestia — comentó, acomodándose en su cama mientras se estiraba y bostezaba con los brazos extendidos sobre su cabeza.
— Seré directo y específico respecto a la razón de mi visita, ya que imagino que te resultó bastante extraño y la excusa de "mi esposa desea unos días de vacaciones" no te convenció en absoluto. Mi padre me envió específicamente para persuadirte de que finalices el viaje lo antes posible, dado que la empresa se ha visto afectada por tu ausencia y la de Lucy.
— Bueno, mi padre fue el primero en apoyarme; me sorprende que ahora haya cambiado de opinión.
— No es que haya cambiado de opinión de la noche a la mañana, pero estás generando un gasto considerable con todos estos viajes. Solo observa el costo de la renta de esta cabaña y ten en cuenta las pérdidas que hemos experimentado en la empresa desde que Charles se estableció como entidad.
— Oye, no eres la persona indicada para venir a interrumpir mis vacaciones, que me las he ganado a pulso después de todo el tiempo que he dedicado a la empresa familiar. Y mientras tanto, tú estás ahí, trabajando como secretario en la empresa de tu esposa. ¡Ponte los pantalones y hazte respetar! No olvides que decidiste irte a trabajar a otro lugar en vez de quedarte con nosotros, la familia.
— Mi decisión de desempeñarme como asistente de mi esposa en su puesto fue deliberada, ya que no soy su secretaria. Además, no estoy gastando dinero en viajes solo para intentar ganarme el cariño de una persona que no lo merece —dijo, riéndose de su hermano.
— Dilo otra vez y te voy a dar una paliza —respondió frustrado, apretando los puños.
—Escucha, nuestra posición para mantener la empresa a flote implica sacrificios —dijo, moderando su voz, pues si continuaba con esa actitud no lograría nada—. Yo me casé con mi esposa en reconocimiento del sacrificio que ellos hicieron al invertir en nosotros, y gracias a eso la compañía se ha mantenido. Tú, por tu parte, has dedicado tiempo como CEO. Lo que quiero expresar con esto es que tres viajes son más que suficientes para que la niña sienta afecto por ti.