Michael había sido informado de que su madre había abandonado el hogar y había retirado la totalidad de los fondos de la empresa. La fuente de esta información fue su padre, quien recibió la notificación de que todo el dinero había sido extraído de la cuenta familiar. Ante esta situación, se puso en contacto de inmediato con Michael y sus otros dos hijos, instándolos a que intentaran comunicarse con su madre, dado que su comportamiento errático podría poner en peligro la estabilidad de la empresa.
Por esta razón, Michael se encontraba preocupado de que las acciones de su madre pudieran ser malinterpretadas. Es posible que, asustada por el montaje de vídeo realizado por Charles y Rayla, su madre hubiera tomado una decisión precipitada, temiendo que la justicia pudiera ser injusta con ella y que esto la condujera a enfrentar una posible condena de prisión.
Ante esta reflexión, se esforzó por calmar a su padre y a sus hermanos, quienes, sin duda, ya estaban atacando a su madre sin conocer la historia en su totalidad. Él era el único que mostraba preocupación por el paradero de su madre y por su bienestar, entristecido al imaginar que ella podría estar sufriendo en ese momento.
Por lo tanto, fue un alivio para él recibir noticias sobre el paradero de su madre, aunque este alivio fue efímero al enterarse de que se encontraba bajo custodia por varios cargos en su contra.
—Absurdo —exclamó ante tal comentario de su padre durante la llamada.
—Hijo, no vayas a provocar un escándalo mayor del que ya ha generado tu madre. Escúchame, están haciendo acusaciones muy graves en su contra y quiero que actúes con sensatez al respecto, Michael. Nuestra familia está en el centro de la tormenta y la empresa se verá aún más afectada de lo que ya lo está, ya que el retiro de todo ese dinero por parte de tu madre ha perjudicado un cincuenta por ciento más de lo que ya enfrentábamos. Te recomiendo que te concentres en la empresa y dejes a tu madre en manos de las autoridades. Ellos se encargarán de ella como corresponde.
— Nunca, es mi madre. Si no deseas intervenir para limpiar su nombre, lo haré yo. No dejaré a mi madre en prisión simplemente por tu cobardía de no querer involucrarte. Ve a esconderte detrás de tu escritorio como siempre has hecho, porque parece que el nombre Rose te queda muy grande— gritó con ira ante el rechazo de su padre y su falta de intención de ayudar a su madre.
— Nadie puede salvar a tu madre, Michael. Tu madre ha sido acusada de…
— No quiero saber nada de tus absurdos— gritó con odio, interrumpiendo a su padre y llamando inmediatamente a su hermano.
—¿Puedes creerlo? —exclamó con desdén— Es asombroso que nuestro padre no desee involucrarse. ¿Has hablado con él? ¿Has intentado hacerle entrar en razón, Enzo? —dijo de inmediato su hermano, quien tomó la llamada y solo se escuchó un largo suspiro.
—Escucha, Michael, no tengo intención de involucrarme en esta situación. No voy a poner en riesgo la reputación de la empresa de la familia solo por defender lo indefendible. Quizás no estés completamente informado, y lo más prudente sería que te dirigieras a la comisaría donde nuestra madre está detenida para que te informen adecuadamente. No me llames nuevamente para discutir este asunto; Claudia Rose ha cavado su propia tumba —respondió con frialdad, su voz seca y contundente.
—Yo tampoco tengo intención de involucrarme —se escuchó decir.
—OH —exclamó Michael al reconocer la voz de Odette en la llamada. Sus dos hermanos se encontraban juntos y habían acordado no ayudar a su madre.
¿Qué tipo de familia eran ellos? —reflexionó para sí mismo tras finalizar la llamada. Su madre siempre había estado presente para todos, sin importar cuántos problemas se generaran; ella estaba dispuesta a ensuciarse las manos para ayudarles a salir de cualquier dificultad. ¿Cómo podría él darle la espalda a su amada madre? Aquella mujer que, incluso en momentos de cansancio, siempre le ofreció su apoyo con devoción.
—Cuervos, son todos unos cuervos— exclamó mientras apretaba el volante con odio y resentimiento hacia su propia familia. Sin embargo, más que eso, era el sentimiento de soledad que lo abrumaba, ya que su madre siempre había estado a su lado, sin importar las circunstancias.
Sin tardar, llegó a la comisaría, alegando que deseaba ver a su madre.
— Señor Michael Rose, la señora Claudia Rose ha solicitado expresamente no recibir a nadie en absoluto. Además, en este momento, ha sido acusada de un delito patrimonial entre parientes — comentó uno de los agentes al observar la agitación de Michael.
— Eso es absurdo, exijo que me permitan ver a mi madre de inmediato, además de que ella necesita un abogado urgentemente. No debería estar aquí; todo esto es una conspiración, un error, una falsedad creada por personas que desean hacernos daño.
— ¿Ah, sí? — replicó sarcásticamente el agente de turno, esbozando una sonrisa irónica. — ¿Acaso la muerte de la joven Sandrine, así como la de Eric, Chase, Ava y Lance no cuenta? ¿No eran ellos seres humanos que tenían derecho a disfrutar de su juventud y alcanzar una vejez, derechos que les fueron arrebatados por la señora Claudia Rose?
— ¿De qué está hablando? Sandrine falleció a causa de una sobredosis y los demás perdieron la vida en un accidente automovilístico. Mi madre no tuvo ninguna implicación en esos eventos. No comprenden lo absurdo que suena su discurso y cómo se convierten en marionetas de información errónea. Todo esto ocurrió hace años y las muertes fueron clasificadas como accidentes; no hubo más involucrados. ¿Está mi madre al tanto de todo esto? Porque permítanme expresar que esto es completamente absurdo —dijo, riendo a carcajadas, sin poder escuchar lo que se discutía.
— No es un asunto gracioso —comentó el oficial de policía con desagrado, visiblemente perturbado por la actitud de Michael y la falta de seriedad ante sus palabras. —Su madre no ha negado ninguno de estos hechos y lo primero que solicitó fue la asistencia de un abogado. La conducta de su madre ha suscitado muchas interrogantes; además, no necesitamos su testimonio, ya que las pruebas y la declaración de su cómplice son más que suficientes.
Editado: 23.05.2025