Narra Madison
Crucé las puertas del centro comercial y el aire acondicionado me recibió, mi cuerpo lo agradeció
Él calor que hacía afuera era infernal y no era de extrañarse que estaba sudando a mares, era extraño que en Bogotá hiciera tanto calor, pero últimamente el clima estaba extraño, en fin, le había prometido a Elisa que vendría
Visualice su castaña cabellera a lo lejos, pero no estaba sola, hablaba animadamente con una chica de ojos verdes
—Buenas — salude al aire
—Buenas, hasta que por fin llegas, ¿Venías en burro o que? — si, señoras y señores esta es mi mejor amiga
—Ja ja ja, que graciosa — rodé los ojos
—Ay ya!, mira Madi te presento a Tatiana, Tatiana ella es Madison mi mejor amiga
—Hola un gusto, Madison —extendí mi mano y ella la tomo dándome una sonrisa tímida
—A que no adivinas— la castaña me apartó tomándome del brazo emocionada
—Si fuera adivina no estaría aquí —entre cerré los ojos. Mi mejor amiga rodo los ojos
—¿Te acuerdas que te dije que Lunay está de gira aquí en Colombia?
—Ash!— por décima cuarta vez en el día volví a rodar los ojos
No me malinterpreten el chico está más bueno que el pan, canta bien y tiene talento, pero Elisa no paraba de hablar de él, entonces ya me fastidiaba un poco el temita de lunay
—No empieces por favor
—Ay Madi! — reprochó — Imagínate que según algunos rumores está en este centro comercial, por favor vamos a buscarlo —puso sus manos enfrente de su cara en señal de ruego
—Ah no señorita, por si se te olvida este centro comercial es el más grande de la ciudad, además estoy segura que miles de chicas lo estarán buscando también y no quiero ser empujada ni aplastada por un montón de fans
Mi amiga puso cara de perrito atropellado
—No, así pongas esa carita no me vas a convencer, si quieres puedes ir con Tatiana a buscarlo —la señalé y ella sonrió divertida
—Ay Madison!!
—No, es mi último día en Bogotá y no pienso pasar mi día persiguiendo a un cantante que a los dos segundos después de que te tomes una foto con él, se va a olvidar de tu existencia.
Elisa me fulminó con la mirada
—Es cruel, lo sé, pero la verdad duele — volvió a hacerlo y reprimí una sonrisa —, no me mires así, si quieres ve, yo vine a cine y al cine voy — di media vuelta y me encaminé en busca del lugar mencionado
Después de unos minutos sentí unos pasos tras de mi, era Elisa, pero ya no estaba Tatiana
—No tienes que venir conmigo, ve con ella a buscarlo, enserio no me voy a molestar — dije sin parar de caminar, sabía que era ella sin necesidad de mirarla y que me estaba escuchando
—No — dijo caminando junto a mi —Mañana te vas a Miami y no sé cuándo te volveré a ver, ¿Qué clase de mejor amiga te dejaría sola por ir a buscar un cantante que jamás sabrá de mí?. Tu eres más importante — entrelace mi brazo con el de ella y seguimos caminando
Al llegar hicimos fila, escogimos la peli y entramos al cine, no comeríamos nada, preferimos comernos un helado al salir
.....
—No lo puedo creer, esto tiene que ser una broma
—Mads — Elisa no paraba de reír — esto no quita — dijo antes de soltar un carcajada por mi cara, ya harta le quite el papel y la empuje
Después de ver la película, fuimos por un helado y un idiota se nos atravesó y me hecho todo el helado encima.
Fantástico, ¿No?
Después de decirle sus cuantas verdades, vinimos a un baño, pero estaba vacío algo raro de aquí, porque siempre estaba a reventar
—¿Podrías dejar de reírte? — dije con fastidio
—Ay vamos bebé, tómatelo con alegría
—¿Con alegría? — dije incrédula — Bien — sonreí como el gato de Alicia
Tome su helado sin acabar y se lo lance en la ropa, paro de reír
—Vamos bebé, tómatelo con alegría —dije con burla, recitando sus palabras
—¿A si? — tomo un poco del helado que aún colgaba en su blusa y me lo lanzó, después yo le lance. Y así iniciamos una guerra de helado en el baño de un centro comercial; hasta que un señor muy enojado llegó
—Señoritas ¿Qué hacen aquí? No pueden estar aquí, sólo ingresa personal autorizado
Elisa y yo nos reímos y salimos corriendo de ahí
—Espera un segundo, ¿Dónde estamos?
Miramos a los lados y sólo habían pasillos con varias puertas con lo que parece ser almacenes de carga
—No lo sé, estaba tan enojada que ni sé como llegamos aquí
Saque mi teléfono y no tenía batería, esto parecía una película de terror
—¿Tienes tu celular?
—Muerto y ¿tu? — dije guardando mi teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón
—Si, pero creo que-
No escuche lo que dijo, ya que al girar en un pasillo sentí que choque con algo, o más bien con alguien y caí de culo al piso
¿Escucharon ese crujido?
¿No?, pues eso fue mi celular rompiéndose
Por inercia lo saque y efectivamente mi bebé está vuelto mie*da
Espera un minuto ¿Por qué Elisa no se está riendo como foca retrasada?
Levanté mi rostro y ¡Oh por Dios!
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