NARRA MADISON
—¡Madison! —"papá" se acercó a mí con cautela— ¿Estas bien? —intento tomar mi brazo, pero me alejé un poco.
—Eres la última persona con la que quiero hablar —sin esperar respuesta me dirigí a la cocina, mientras escuchaba pasos hacia la salida, saqué una jarra con agua y un vaso, me serví y me lo bebí rápidamente.
Sentí un leve mareo y una punzada en mi cabeza, cerré los ojos intentando calmarlo, pero los recuerdos de aquel horrible sueño vinieron a mi cabeza, intenté recordar la mujer que llevaba el cuchillo, pero no logré crear una imagen clara en mi cabeza ya que una voz tras de mí me asusto y por impulso solté el vaso haciendo que este se partiera.
—Lo siento, no quería asustarte —nerviosamente Tatiana trato de acercarse, pero puse mi mano en señal de "alto" y este freno en seco.
—No te preocupes —por alguna razón me sentía insegura ante ellos, era como si les tuviera miedo, pero ¿De qué?
—¿Estas bien?, estas algo pálida —ella se acercó un poco más, pero yo simplemente retrocedí disimuladamente.
—Pues tuve un accidente, prácticamente me partí la cabeza, creo que por lo menos debí haber perdido un poco de color, ¿no? —definitivamente no me traía buena espina y obviamente desconfiaba de ella.
—Perdón, solo quería ayudar —me miro con su carita de no partí un plato, lamentablemente le había dado mucha confianza sin conocerla y conocía mis puntos débiles, pero no por completo, creo que puedo aclarar un poco mis dudas sobre lo que escuche.
—No te preocupes, perdón por reaccionar así, es que he pasado por mucho y pues me entiendes, ¿No? —sonreí amistosamente y ella asintió—. Pero bueno, ya no quiero hablar de eso es un tema que no quiero tocar. ¿Sabes dónde está Elisa?
—Después de que te fuiste creo que se fue para la ciudad, no sé si ya hablaron con ella y le contaron que estas aquí, igual no te preocupes se fue con Jake y mi familia se fue minutos después, deben estar bien.
—Jmm ya, pero cuéntame de ti y de Jefnier, ¿Cuánto llevan saliendo? —hable desinteresadamente mientras tomaba la escoba y el recogedor para recoger los vidrios partidos del vaso.
—No mucho, pero el poco tiempo que hemos tenido la hemos pasado muy bien- ataco pícaramente mientras remarcaba la palabra "muy". Definitivamente ya no confiaba nada en ella. Yo solo asentí.
—¿Ah sí?, me imagino o bueno más bien podría dar testimonio de ello —contraataque sin mirarla mientras botaba los residuos, pero con una gran sonrisa burlona.
—Ya lo creo, algo me comentó —dijo mientras se arrecostaba en la barra.
Eso, me tomo desprevenida.
—¿Sí?, No sabía que las conversaciones contigo serian tan aburridas que tendrían que hablar de mi —sonreí burlonamente mientras ella solo se quedó mirándome incrédula.
¿Qué?, ¿Te dolió?
—Pues yo diría que no tenemos muchas conversaciones.
—Ah, ¿no?, ¿Y entonces?, ¿Tan mala eres? —fingí sorpresa.
Ella solo me miro y se río un poco, se separó de la barra y se acercó a mí. Por suerte tenía la escoba en mis manos, la mato a escobazos si es el caso.
—¿A dónde quieres llegar? —me pregunto desafiándome y yo solo reí.
—¿A dónde debería llegar? —regresé la pregunta— ¿Sabes qué? Me cansé de estos juegos, ¿Qué es lo que Pipe y tú ocultan?
—¿De qué hablas? —su actitud cambio a una más nerviosa— ¿Que vamos a esconder?
—No seas tan hipócrita y habla.
Ella lo pensó unos segundos y se rio.
—¿Quieres la verdad, aunque duela?
Asentí.
Ella se alejó un poco y comenzó
—¿Te acuerdas de la fiesta a la que tanto te insistió Pipe de ir? —confundida volví a asentir—. Sabíamos que Jefnier estaría ahí y sabíamos lo que había pasado entre ustedes, por eso-
—Basta Tatiana —Felipe se adentró a la cocina interrumpiendo nuestra conversación.
—No te metas Felipe, ¿Por eso que? —mire a Tatiana esperando a que hablara.
—Yo te lo diré, pero prométeme que no te enojaras —nerviosamente se rasco la nuca.
—No te prometo nada.
Él suspiro.
—Cuando te acompañe a la academia vi como se miraban y de inmediato supe que algo pasaba, después cuando te llevo en su auto, también lo vi fuera de la cafetería cuando estabas mal, pero lo confirme cuando te vi fuera de la casa viendo tu celular.
Flashback
Era noche de juegos, estábamos tomando, comiendo y riendo a mas no poder. Por un momento me detuve a verlos reír, amaba este momento y quería recordarlo en mi mente para siempre, pero faltaba algo o más bien alguien.
Busqué a Madi por toda la casa, pero no la encontré y de inmediato me comencé a preocupar, hasta que la encontré en el jardín. Salí sin hacer tanto ruido así los demás no escucharían y podría hablar con ella a solas.
Me acerque poco a poco, se me ocurrió la idea de asustarla, pero se esfumo cuando vi a aquel cantantucho que había estado con Madison varias veces. Así que no estaba equivocado.
—¿Puedo?
A penas escucho mi voz guardo su celular y eso simplemente fue la última confirmación que necesitaba.
Fin del Flashback
—Odiaba saber que un imbécil que acabo de llegar a tu vida tendría la oportunidad de estar contigo cuando yo llevaba mucho tiempo esperando a que me dieras, aunque sea solo una oportunidad de invitarte a cenar —la rabia y frustración se notaban en su voz—. Después Tatiana se contactó conmigo porque tú no estabas en el departamento, ese día estaba tan mal que confié en ella y le conté lo que pasaba, ella había tratado de "conquistar" —hizo comillas con los dedos —el corazón de él, pero tú estabas en el medio. Así que ahí comenzamos con el plan.
Pasaron los minutos, pero él no continuaba hablando.
—¿Que pasó después?
—Te convenció para llevarte a la fiesta y así tú te encontrarías con él —Tatiana continuo por él—, harían sus embrollos y él te buscaría, yo entraría en el juego y claramente que tu no perdonarías una traición. Pero las cosas fueron más fáciles cuando te fuiste con él —señalo a Pipe—, Jefnier te fue a buscar al apartamento y adivina quién estaba —se señaló sínicamente—. Ese día me hizo suya en todos los rincones de nuestro apartamento rommie, vieras como gritaba su nombre y lo mejor fue cuando llegamos aquí, si hubieras visto-