Mis temores me persiguen

Ismael siempre había sabido que su vida no era como la de los demás. Desde niño, las sombras de la mafia se cernieron sobre él, incluso antes de que entendiera por completo lo que significaban. Su padre, un hombre duro y reservado, había sido una figura clave dentro de la organización de Giovanni, un líder conocido por su frialdad y su capacidad de controlar a quienes lo rodeaban. La lealtad de su padre al mundo del crimen no solo lo definió, sino que también lo destruyó.

El día que perdió a su padre quedó grabado en la memoria de Ismael como una herida que nunca cicatrizó. Recuerda los gritos de su madre, los ecos de los disparos y el silencio sepulcral que siguió cuando supieron que él no regresaría. Después de aquello, la familia quedó marcada, no solo por el luto, sino también por la deuda que el padre de Ismael había dejado con Giovanni.Desde ese momento, el joven no fue visto como un niño, sino como el heredero de una responsabilidad peligrosa.Sabía que Giovanni y su gente lo estaban observando, esperando el momento en que fuera lo suficientemente mayor para recoger el legado de su padre.

Pero Ismael no quería seguir ese camino. Decidió huir. Con la poca ayuda que su madre pudo darle, escapó de la ciudad y se refugió en un internado, un lugar donde las reglas estrictas y la rutina podían esconderlo del mundo que había dejado atrás.Fue allí donde empezó a inventarse una nueva vida. Creó una historia en la que su infancia había sido feliz, su padre un hombre trabajador, y su familia un refugio lleno de amor. Se aferró a esa mentira, repitiéndola tantas veces que incluso él comenzó a creerla. Con el tiempo, se convirtió en una segunda piel, una máscara que le permitió seguir adelante sin ser cuestionado.

La universidad fue un nuevo comienzo. Fue allí donde conoció a Ashley, una joven cuyo optimismo y energía desbordaban cualquier cuarto en el que estuviera. Ella era todo lo que Ismael no era:transparente, confiada y llena de sueños para el futuro. Desde el momento en que se cruzaron,Ashley se convirtió en su ancla, su recordatorio de que tal vez podía dejar atrás su pasado y construir algo nuevo.Pero la mafia no olvida, y Giovanni menos.

Mientras Ismael construía su nueva vida, la organización no dejó de buscarlo. Los hombres de Giovanni seguían sus pasos, rastreando cualquier señal que pudiera llevarlos a él. Ismael lo sentía, incluso aunque se esforzara por ignorarlo. Sin embargo, decidió mantenerse firme en su mentira. No le contó nada a Ashley.

Ellacreía en la historia que él había construido, y él estaba decidido a protegerla, incluso si eso significaba cargar con la culpa de su silencio.El día en que Giovanni lo encontró fue como si todo su mundo se desmoronara. Giovanni, con supresencia imponente y su mirada penetrante, lo enfrentó con una oferta que no podía rechazar:unirse a la organización o arriesgar la vida de Ashley y la suya propia. Ismael aceptó, no por lealtad,sino por amor.

Sabía que no podía exponer a Ashley al peligro que lo rodeaba.Desde ese momento, Ismael quedó atrapado entre dos mundos. Mientras intentaba mantener su relación con Ashley, cada paso que daba lo hundía más en las garras de Giovanni. Las operaciones clandestinas, las reuniones en la penumbra, y las amenazas constantes comenzaron aconsumirlo. Cada vez que veía a Ashley, sentía el peso de su mentira crecer, pero también sabía que decirle la verdad podría destruirla.

Cuando finalmente Ashley comenzó a sospechar y descubrió parte de la verdad, todo se vino abajo. Su mirada herida, sus lágrimas silenciosas, fueron más dolorosas que cualquier amenaza de Giovanni. En ese momento, Ismael entendió que no podía protegerla de todo, pero también que ya era demasiado tarde para retroceder.Ahora, bajo el control de Giovanni, Ismael no solo lucha por proteger a Ashley, sino también por conservar lo poco que queda de sí mismo.
Su amor por ella sigue siendo su única luz, pero también su mayor debilidad, algo que Giovanni sabe aprovechar a su favor.Ismael no sabe si algún día encontrará una salida o si será consumido por el mismo destino que destruyó a su padre. Pero una cosa es segura: hará todo lo posible por mantener a Ashley a salvo, incluso si eso significa perderla para siempre

-Presente-

El aire en la habitación era denso. Giovanni observaba a sus hombres con una calma calculadora, su presencia llenando el espacio como una sombra opresiva. Ismael estaba de pie al lado derecho de la mesa, su postura firme, pero su mente libraba una tormenta. Frente a él, Alexis, la nueva promesa del grupo, mantenía un semblante impasible. Solo Ismael sabía que tras esa fachada fría se encontraba Ashley.

Desde el incidente en la bodega, Giovanni había comenzado a asignarles trabajos conjuntos. Para Ismael, era un recordatorio constante de lo mucho que había cambiado su vida y de lo lejos que Ashley estaba dispuesta a llegar por él. Para Alexis, era una prueba continua de su determinación, mientras intentaba no perderse a sí misma en la misión.

—Tengo algo para ustedes,—anunció Giovanni, con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos. Colocó un sobre sobre la mesa y lo empujó hacia ellos. —Una entrega especial. Debe llegar al otro lado de la ciudad sin contratiempos. No acepto errores.

Alexis extendió la mano para tomar el sobre, sintiendo el peso simbólico de la tarea. Sus ojos se encontraron brevemente con los de Giovanni, quien la miró con una mezcla de curiosidad y desconfianza. Ismael permanecía en silencio, analizando cada detalle.

El vehículo avanzaba por las calles de la ciudad bajo la cobertura de la noche. En el asiento del conductor estaba uno de los hombres de confianza de Ismael, un tipo robusto llamado Marco, mientras que Alexis e Ismael ocupaban los asientos traseros. La tensión en el ambiente era palpable.

—Esta ruta está limpia,—murmuró Marco. —Pero hay rumores de que la policía anda cerca. Mejor que estén atentos.

Alexis asintió en silencio, mientras su mirada se deslizaba hacia Ismael. Él no había dicho nada desde que salieron. La presión de Giovanni y la amenaza constante de ser descubiertos parecía haberlo endurecido aún más.