-¿Qué? ¿Qué dices? ¿Cómo va a estar Layla en mi casa?Y luego me dices a mi tóxico. Es que madremia…
-Relajate, solo te he preguntado- Se ha puesto muy nervioso. El no se pone nervioso, solo si esconde algo o si me miente
-Volviendo al tema de antes. Decía que me parece raro que hayas hecho amigos por tu misma cuenta. Aqui te ayude yo
-Si, gracias por tu ayuda, pero esta vez lo logré por mi misma- Otra vez esa risa. Estoy segura que es Layla- Espera un momento, no cortes
Tenía un plan. Bajé corriendo al comedor y cogí el móvil de mi madre. Tenía el número de Layla también en el teléfono de mi madre. Llame y puse mi móvil en altavoz. Estaba escuchando atentamente cuando escuche un teléfono atrás sonando desde el otro lado. ¡Tenía razón! Aunque no tiene sentido que me mienta
-¿Sigues ahí?-Era la voz de Nico desde el otro lado
-Sí,si
-Adiós- Y colgó
Dejé el móvil y me puse a pensar. A ver, Layla no me contesta y ahora está con Nico en su casa. Además, este decía que no estaba. Me está mintiendo.
Me estaba matando la cabeza, así que salí a tomar un poco de aire. Afuera, Erik venía hacia nuestra casa
-Hola, ¿Vas a un lugar?
-No, solo a dar una vuelta
-A vale. Te acompaño- No me esperaba eso.
Media hora después, ya habíamos dado más de una vuelta. Estábamos muy lejo de casa, lo único que tenía claro del lugar donde estamos
-¿Quieres comer algo?- que pregunta mas estupida
-¿Me preguntas?- Hice obvio lo que pensaba de su pregunta
-Por aquí hay un Burger King cerca- Por suerte me cogí la cartera antes de salir
Pasamos una linda tarde. Comimos en el Burger King y luego nos fuimos a un parque de patos. Nos divertimos mucho. También fuimos un parque de patinaje en el que me caí muchisimo, pero gracias a Erik me sujete mejor y conseguí salir con vida de ahí
-...Ja ja ja, eso si que fue divertido- Volvíamos a casa después de estar toda la tarde fuera. Nuestra última aventura fue robarle a unos niños el lugar para comprar algodón de azúcar
-Se nota que te gusta el algodón de azúcar- Me gusto mucho que se fijara en ese detalle. Nico siempre me decía que no debía comer dulces, que si no iba a engordar. Era un pesado, pero Erik es muy diferente
Llegamos a casa entre risas que no nos dimos cuenta hasta que estábamos delante de mi casa
-Gracias por esta linda tarde y también por ayudarme a robarle a los niños el turno
-De nada. Solo que para la siguiente hay que hacer algo más grande, no sólo robarles el lugar.
-Vale, te lo recordare si se te olvida- Nos quedamos en silencio sin saber qué decir hasta que mi móvil interrumpió el silencio
-Te llaman- Y así nos despedimos y cada uno se fue para su casa
Entre a la mía y me fui a mi cuarto. En el camino, mi madre me pregunto donde estuve pero no le conté todo
Mi móvil volvió a sonar y esta vez si lo cogi sabiendo quien era
Editado: 01.07.2025