CAPÍTULO 4

*INSPECTOR. FERNANDO RODRÍGUEZ
HACE 27 HORAS ATRÁS

Todas las mañanas acostumbra a hacer un ritual, si me refiero al yoga. Después a trotar por todo el residencial a las seis de la mañana, desayuno típico bajos en Carbohidratos, mucha agua para hidratarse se toma a pecho los consejos de salud; digamos que es un policía fitness.

Directo a la ducha, deja que el agua bautice su cuerpo blanco, quitando todo el sudor de un buen matutino. Usa traje negro, con corbata roja, zapatos de piel de cocodrilo oscuro, un regalo de su nuera que actualmente vive en Estados Unidos. Afeita su barbilla sin dejar ningún vello, peina su pelo negro con poco gel mientras Su esposa ronca como chófer de camiones, duerme apasionada con dos sábanas encima; el frío la está matando aquí parece Alaska, en esta parte del país llamada "el crucero".

Suave y coordinado cepilla sus dientes, escuchando Mozart de fondo para ambientar el lugar: tan cálido y frío.

Al terminar de vestirse, va directo al garaje donde se sube en su vehículo "Hyundai" año 2023", directo a la estación de policía para comenzar un nuevo día de trabajo haciendo lo que más le gusta investigar crímenes.

Conduce de manera relajado, dejando que el sol penetre en su piel para darle vitaminas. Ya en el parqueo, estacionó su carro afuera de la comisaría, pues solo tenía que archivar unos documentos y después se iría a un caso de homicidio que ocurrió apenas hace un día.

Entró a la estación cuando todos sus compañeros, gritaban y tenían silbatos, cantando "Feliz cumpleaños" realmente a ellos no se les escapa ningún detalle o fecha porque hoy era el cumpleaños número treinta dos del inspector Rodríguez.

—Ya chicos, gracias, pero voy a celebrar mi cumpleaños cuando me divorcie de mi esposa —les dijo de manera sarcástica, todos se rieron, sus compañeros le dieron la mano y algunos se abrazaron con él demostrando el cariño que le tenían.

Luego se centró en el trabajo. Se dirigió a su oficina donde en su escritorio estaba muy bien organizado, decorado con un pequeño florero, cuadros de pintura de la naturaleza en las paredes y una foto de su esposa en su mesa. Comenzó a trabajar, archivar e imprimir unos documentos que le tiene que llevar a su jefe de la sección de criminalística "El teniente" Harold Ortiz".

Después de haber trabajado media hora en su oficina se dirige a presentarle los documentos al teniente Ortiz.

«Tac tac». Toca la puerta Rodríguez en la oficina del teniente.

—Puede pasar —le responde.

Abrió la puerta y luego la cerró, con los documentos en su brazo izquierdo para entregárselos. Ahí estaba sentado, fumando un cigarro barato, escribiendo en su computadora el brillo de la misma reflejaba el color de sus ojos tan negros como el carbón. Sus dientes amarillos de tanto tabaco a la vez que su piel morena estaba ya quemada por tanta playa.

‹‹¿De dónde sacará tanto dinero para festejar cada fin de semana. En un lujoso lugar turístico de cinco estrellas donde solo gente rica, se permite gastar mucho dinero ahí, casinos y hoteles?››

Dialogaba con su mente...

—Teniente Ortiz, buenos días... Estos son los documentos que me pidió ―le dijo entregándole los documentos―. Sobre el caso de la chica que fue encontrada asesinada en la carretera, ya el caso está concluido sólo necesito que firme para posteriormente lo archivemos.

—¡Perfecto! Déjamelos aquí, más tarde lo firmaré.

«Ring Ring». Suena el teléfono del teniente.

Un silencio abordo en esa habitación, responde con los ojos muy preocupados.

―Sí, ¿Dónde fue?, está bien, yo me encargo, ¿A qué hora te veo?"

Rodríguez se estaba preguntando qué estaba pasando, tanto que se preocupara el teniente y más aún con ese tono de voz todo misterioso.

—Escucha, Rodríguez acaba de haber un homicidio a las afuera de Managua, yo me encargaré de todo, solo que creo que tendrás que cubrirme en la entrevista con la testigo. Mientras tanto necesito que vayas a investigar el caso del chico de la discoteca, necesitamos concluir eso ya...

El teniente Ortiz se fue rápido de la oficina, tanta prisa tenía que no terminó de firmar y sellar otros documentos. Cuando pudo haber mandado a cualquiera de sus inspectores a investigar el nuevo caso de homicidio a las afueras de Managua.

(....) UNA HORA DESPUES. "7:00 AM

Ya en la discoteca donde ocurrió un asesinato contra un joven de veintiséis años llamado "Luis Bautista" hace un día a las 8:00 pm donde la ciudad baila y tomaba hasta llegar a la locura.

‹‹Dios, esto cada vez está peor, esta juventud›› pensó.

Entró a la disco para hablar con el gerente del local de nombre "Tony Canda" un tipo delgado con vestimenta psicodélica, con el cabello pintado en amarillo y sus lentes color rojo.

―Entonces, no sabe nada sobre lo sucedido ―preguntó el inspector.

―Quisiera ser de utilidad, pero no le puedo ayudar en este caso; ya que no poseo esa información.