En busca del Amor

Capítulo II

—Sí, estoy completamente segura, ¿tan difícil es hacerlo sin cuestionarme nada?

En medio de la borrachera de ayer me vino un pensamiento que quise hacerlo, se lo conté a Rodrigo si estaba de acuerdo y cree que es una idea loca. Yo también lo creo, pero estoy decidida a correr el riesgo.

—No, es algo loco lo que me estas pidiendo. —Rodrigo se dirige hacia la cocina, lo sigo, queriendo hacerlo cambiar de opinión, ya que, si quiero hacer esto, necesito que alguien este de mi lado.

—No veo lo loco. —Rodrigo me lanza una mirada incrédula— Bueno, sí, es un poco loca la idea que tengo, pero me vendría bien. Además, ayudaría a un niño a tener familia.

—Es difícil adoptar a un niño —Suelta un bufido— No sé porque haces esto, si es porque ese bastardo te dejo planta….

Lo interrumpo— No vuelvas a mencionar aquello. Lo que paso ayer, en realidad nunca paso, ese infeliz está muerto.

Cojo dos vasos para servirnos un poco de jugo, mientras Rodrigo me observa detenidamente.

—No sé porque piensas que solo quiero hacerlo por eso. Te digo que me vino ese pensamiento, tómalo como una señal. —Lo observo tratando de transmitirle mi seguridad al querer hacer esa idea.

—Quiero hacerlo Rodrigo, y voy hacerlo con o sin tu ayuda.

Doy por terminada la conversación cuando le entrego su vaso y me retiro de la cocina con mi vaso en la mano, abrí la puerta de mi habitación y la cerré con fuerza y me lancé a la cama donde cojo mi ordenador portátil

Empiezo a buscar en Google sitios web donde pueda adoptar un niño, sus normas, los requisitos, etc.

Según los requisitos que necesito es.

 

• Ser mayor de edad. Lo soy.

• Tener un buen hogar para que el niño o niña se sienta seguro. Lo tengo.

• Ser estable, maduro, confiable y flexible. Ummm lo soy, a medias, pero lo soy.

• Tener la habilidad de abogar por los niños. La tengo… creo.

 

Cojo mi teléfono de mi bolso y llamo a mi secretaria.

—Hola, Linda, necesito que me consigas a un abogado en menos de 24 horas, entiendo, bueno, adiós —No le doy tiempo a que me responda y cuelgo la llamada.

Mientras Linda me consigue al abogado adelanto algunos transmites que necesito para poder adoptar.

 

 

No sé en qué momento Rodrigo se fue, pero cuando voy a la sala, no encuentro a nadie. No me sorprende que se vaya sin despedirse, siempre lo hace. Aparece de la nada y se va de la nada.

Recibo una notificación en mi teléfono, y veo un mensaje reciente de Rodrigo.

 

Tuve una emergencia, llámame más luego y por favor considera un poco lo que quieres hacer, sea la decisión que tomes, yo te apoyare. Besos.

 

Ya sabía, él siempre me apoya en mis decisiones que tenga.

Empiezo a revisar mis redes sociales y no me sorprende al ver unas que otras indirectas de mi cuñada al ver que mi boda fue un fracaso, va a ser difícil aguantarla ahora que tiene un motivo muy grande para joderme la vida.

Una llamada entrante interrumpe mis pensamientos y veo el nombre de mi mamá.

La acepto —Hola mamá.

—Vaya, hasta que al fin te dignas en aparecer.

—Lo siento, no estaba en mis mejores momentos y lo sabes.

Un largo silencio se hace presente hasta que me dice.

—Ya, Rodrigo me conto algo que planeas hacer, y pues estoy de acuerdo con él, creo que te fundiste el cerebro ayer con semejante borrachera.

Uy, voy a matar a Rodrigo. —Mamá, claro que no, lo haré y en verdad espero que no intervengas en eso, sí.

—Pero niña, no me voy a quedar de brazos cruzados. Una niña cuidando de una niña ¿Cómo es eso?

A veces mi mamá puede exagerar las cosas.

—Soy adulta mamá, que no se te olvide.

—Ángela, siempre serás mi pequeña niña, tengas la edad que tengas. —Su voz se vuelve dura. —Solo ten en cuenta que es un riesgo muy grande, ¿estas segura de querer hacer esto?

—Si madre —refunfuño —. No te preocupes por mí, esta decisión que tomó la voy hacer bien…no voy a equivocarme esta vez.

Mamá corta la llamada después de eso.

Entiendo a mi madre que desconfié de mí, hace tres años que no me veía, no sabía nada de mí, ya que me encargue que sea así, pero después de unos meses le llego una carta de invitación a una boda, y fue así como volvimos a tener contacto.

Mi relación con mi madre se rompió cuando decidió ponerse de lado de esas brujas que se hacen llamar parte de mi familia, mi cuñada y su hermana, aunque siempre madre intenta que nos llevemos, pero ninguna da su brazo a torcer.

He tomado decisiones que hoy en día me arrepiento, pero de los errores se aprende ¿no?



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En el texto hay: adopcion, romance, vaquero

Editado: 13.01.2021

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