En Búsqueda de la ciudad perdida de los Zalazares

Capítulo 4: La sorpresa

Elanor miró dentro del segundo carro, y se quedó boquiabierta. Dentro del carro había cuatro personas más. Pero no eran personas normales. Eran personas extraordinarias. Eran personas fantásticas. Eran personas mágicas.

Una de ellas era un dragón, grande y escamoso, con el cuerpo rojo y las alas negras. Tenía unos ojos amarillos, unos colmillos blancos, y unas garras afiladas. Estaba enrollado sobre sí mismo, ocupando la mayor parte del espacio. Tenía el aspecto de un monstruo, y una expresión de soberbia.

Otra era una sirena, pequeña y esbelta, con el torso de mujer y la cola de pez. Tenía el pelo azul, los ojos verdes, y la piel plateada. Estaba sumergida en una gran pecera, llena de agua y de plantas. Tenía el aspecto de una ninfa, y una expresión de coqueta.

Otra era un centauro, alto y musculoso, con el torso de hombre y el cuerpo de caballo. Tenía el pelo castaño, los ojos marrones, y la piel bronceada. Estaba sentado en un taburete, apoyado en una pared. Tenía el aspecto de un guerrero, y una expresión de orgullo.

Y la otra era una hada, diminuta y delicada, con el cuerpo de mujer y las alas de mariposa. Tenía el pelo rubio, los ojos azules, y la piel rosada. Estaba volando por el aire, jugando con una flor. Tenía el aspecto de una muñeca, y una expresión de traviesa.

Bilbo entró en el carro, y dijo:

  • Hola, amigos. Os presento a Elanor. Es una joven elfa, estudiante de historia antigua, y experta en los zalazares. Es la nueva miembro de la expedición.

Los cuatro miraron a Elanor con sorpresa. El dragón fue el primero en hablar.

  • Hola, Elanor - dijo el dragón, con voz profunda. - Soy Draco. Soy un dragón, y el encargado del transporte y el fuego. Espero que no seas una presa.
  • Hola, Draco - dijo Elanor, con voz temblorosa. - Soy Elanor. Soy una elfa, y la encargada de la historia y la investigación. Espero que no seas un depredador.
  • No seas cobarde, Elanor - dijo Bilbo. - Draco es así. Es un dragón. Pero en el fondo es un noble.
  • Gracias, Bilbo - dijo Draco, sarcástico.

La sirena fue la siguiente en hablar.

  • Hola, Elanor - dijo la sirena, con voz melodiosa. - Soy Dillon. Soy una sirena, y la encargada de la navegación y el agua. Espero que no seas una rival.
  • Hola, Dillon - dijo Elanor, con voz educada. - Soy Elanor. Soy una elfa, y la encargada de la historia y la investigación. Espero que no seas una envidiosa.
  • No seas hipócrita, Elanor - dijo Bilbo. - Ariel es así. Es una sirena. Pero en el fondo es una bella.
  • Gracias, Bilbo - dijo Dillon, ofendida.

El centauro fue el siguiente en hablar.

  • Hola, Elanor - dijo el centauro, con voz firme. - Soy Quirón. Soy un centauro, y el encargado de la caza y el arco. Espero que no seas una carga.
  • Hola, Quirón - dijo Elanor, con voz amistosa. - Soy Elanor. Soy una elfa, y la encargada de la historia y la investigación. Espero que no seas un arrogante.
  • No seas insolente, Elanor - dijo Bilbo. - Quirón es así. Es un centauro. Pero en el fondo es un sabio.
  • Gracias, Bilbo - dijo Quirón, indiferente.

El hada fue la última en hablar.

  • Hola, Elanor - dijo el hada, con voz alegre. - Soy Tinker. Soy un hada, y la encargada de la diversión y la magia. Espero que no seas una aburrida.
  • Hola, Tinker - dijo Elanor, con voz nerviosa. - Soy Elanor. Soy una elfa, y la encargada de la historia y la investigación. Espero que no seas una loca.
  • No seas aguafiestas, Elanor - dijo Bilbo. - Tinker es así. Es un hada. Pero en el fondo es un encanto.
  • Gracias, Bilbo - dijo Tinker, sonriendo.

Bilbo miró a los cuatro, y dijo:

  • Bueno, ya os habéis presentado. Ahora, os pido que seáis amables con Elanor. Es la nueva miembro de la expedición, y merece vuestro respeto y vuestra confianza. Estamos aquí para trabajar juntos, para encontrar la ciudad perdida, y para hacer historia. Así que, por favor, sed un equipo. Un equipo que va a hacer historia. Un equipo que va a encontrar la ciudad perdida.

Los cuatro asintieron, aunque con distintos grados de entusiasmo. Elanor les sonrió, aunque con distinto grado de sinceridad. Bilbo les guiñó un ojo, y dijo:

  • Bueno, pues ya está. Ya nos conocemos. Ahora, salgamos del carro, y subamos al siguiente. Allí os presentaré a los otros miembros de la expedición. Son personas muy interesantes. Os gustarán.

Bilbo cogió a Elanor de la mano, y la sacó del carro. Elanor lo siguió, y salió. Los otros cuatro los siguieron, y salieron. Bilbo los llevó al tercer carro, y abrió la cortina. Elanor miró dentro, y se quedó boquiabierta. Dentro del carro había cuatro personas más. Pero no eran personas normales. Eran personas extraordinarias. Eran personas fantásticas. Eran personas mágicas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.