Todos querían saber, y temían saber. Todos escucharon, y callaron.
· El secreto es este - dijo la piedra, y les contó el secreto.
El secreto es este: el mundo que conocéis no es el único que existe. Hay muchos otros mundos, paralelos y alternativos, que coexisten con el vuestro. Hay mundos donde los zalazares nunca desaparecieron, y siguen siendo el pueblo más poderoso y sabio. Hay mundos donde los zalazares nunca existieron, y otros pueblos ocupan su lugar. Hay mundos donde los zalazares son vuestros aliados, y os ayudan a luchar contra el Señor Oscuro. Hay mundos donde los zalazares son vuestros enemigos, y os traicionan ante el Señor Oscuro. Hay mundos donde los zalazares son vuestros amigos, y os aman como a iguales. Hay mundos donde los zalazares son vuestros amantes, y os aman como a parejas.
Yo soy la piedra mágica de los zalazares, y soy la que os permite viajar por esos mundos. Yo soy la que os abre las puertas, y os muestra las posibilidades. Yo soy la que os da la oportunidad, y os ofrece la elección. Yo soy la que os ama, y os respeta.
Por eso os he traído hasta aquí, para ofreceros una elección. Podéis elegir entre volver a ser zalazares, o seguir siendo viajeros. Podéis elegir entre el tesoro y la piedra, entre el pasado y el futuro, entre el destino y el azar, entre el ser y el hacer. Podéis elegir entre el amor y el sueño.
Pero tened cuidado, porque vuestra elección tendrá consecuencias. Si elegís volver a ser zalazares, os quedaréis en este mundo, y en esta época, y en esta ciudad. Os quedaréis con vuestro poder, vuestra historia, vuestra identidad. Os quedaréis con vuestro tesoro, vuestro pasado, vuestro destino, vuestro ser, vuestro zalazar. Os quedaréis con vuestro amor, si es que lo tenéis.
Si elegís seguir siendo viajeros, os iréis de este mundo, y de esta época, y de esta ciudad. Os iréis con vuestra libertad, vuestra aventura, vuestro viaje. Os iréis con vuestra piedra, vuestro futuro, vuestro azar, vuestro hacer, vuestro viajero. Os iréis con vuestro sueño, si es que lo tenéis.
Así que, pensad bien, y elegid con el corazón. Elegid entre el tesoro y la piedra. Elegid entre el amor y el sueño. Elegid entre volver a ser zalazares, o seguir siendo viajeros. Elegid vuestro destino. Elegid vuestro futuro. Elegid vuestra felicidad.
Elanor y Mateo se miraron, y se sonrieron. Ellos ya habían elegido. Ellos elegían seguir siendo viajeros. Ellos elegían la piedra, el futuro, el azar, el hacer. Ellos elegían la libertad, la aventura, el viaje. Ellos elegían el amor.
Ellos se acercaron a la piedra mágica, y extendieron sus manos. Ellos tocaron la piedra con las dos manos, y sintieron una descarga eléctrica. La piedra se iluminó, y emitió un sonido. La piedra se activó, y les habló.
· Habéis elegido bien, viajeros - dijo la piedra, con una voz que resonaba en sus mentes. - Habéis elegido seguir siendo viajeros, y seguir conociendo otros mundos. Habéis elegido seguir siendo libres, y seguir viviendo aventuras. Habéis elegido seguir siendo vosotros, y seguir amándoos. Habéis elegido el amor, y el sueño.
· Gracias, piedra - dijeron Elanor y Mateo, agradecidos.
· De nada, viajeros - dijo la piedra, amable. - Ahora, os voy a enviar a otro mundo, donde podréis cumplir vuestro sueño, y vivir vuestro amor. Un mundo donde podréis ser felices, y hacer felices a los demás. Un mundo donde podréis ser héroes, y salvar a los demás. Un mundo donde podréis ser zalazares, y viajeros.
· ¿Y qué mundo es ese, piedra? - preguntaron Elanor y Mateo, curiosos.
· Ese mundo es el vuestro, viajeros - dijo la piedra, misteriosa. - Ese mundo es el que habéis creado con vuestras elecciones, con vuestras acciones, con vuestros sentimientos. Ese mundo es el que os espera, con vuestras oportunidades, con vuestras sorpresas, con vuestras maravillas. Ese mundo es el que os quiero mostrar, con mi poder, con mi magia, con mi amor.
· ¿Y cómo nos lo vas a mostrar, piedra? - preguntaron Elanor y Mateo, intrigados.
· Os lo voy a mostrar así - dijo la piedra, y les mostró el mundo.
Fin