En combate con el Ceo arrogante

Capítulo 2 "Aplicación de citas"

Hay varias cosas a las que una mujer debería poder negarse en la vida sin ser juzgada. Que tu ex te hable a las tres de la mañana, los mensajes motivacionales de los lunes y lo peor de todo, una mejor amiga insistente en meterte en el mundo de las citas.

—No pongas esa cara, Blair —advirtió apartando un segundo la vista de su celular—. No es lo que parece, ni siquiera me has dado la oportunidad de hablarte de ello.

—Ni planeo hacerlo —me encogí de hombros.

Pasé alrededor de la mesa que estaba repleta de trozos de pizza, papas fritas y una botella de vino. El que Thiana hubiera vuelto significaba mucho para mí, pero no quería tocar este tema ni ser parte de su experimento sobre buscar el amor duradero.

—Lo harás —insistió.

Ella tenía su portátil sobre las piernas, aún tenía su celular y cargaba una energía sospechosamente entusiasta.

—¿Qué es? —pregunté con curiosidad.

—Sabía que te terminaría por interesar —soltó unos chirridos de emoción—. Es una aplicación de simulación, creada con inteligencia artificial, puedes buscar tu hombre perfecto y tener conversaciones que se sienten reales.

—¿Esto es una manera elegante de decirme que voy a hablar con un robot hasta volverme loca?

—¡No! —se carcajeó—. Es una experiencia para volver a sentir la confianza al entrar al mundo de las citas, podrás hablar sin correr riesgos de toparte con un idiota.

Bueno, si lo pintaba de esa manera no podía ser tan malo, a decir verdad, llevaba muchos años sin intentar ningún tipo de acercamiento amoroso con nadie. Al principio por el recuerdo de las malas experiencias, sobre todo con mi exnovio, pero ahora era un poco más una cuestión de comodidad.

Luego de un tiempo termina por darte pereza esos nervios de las primeras veces, además soy el tipo de mujer que cuando tiene que pasar por esos momentos, me vuelvo torpe.

—Perfecto —reí con falsedad aún un poco negada a la idea—. Entonces mi entrenamiento emocional consiste en enamorarme de un algoritmo ¿Viene con garantía o terapia incluida?

—No seas tan dramática Blair, nadie se enamora de un programa —rodeó los ojos con fastidio.

Me senté a su lado en el sofá, tenía la aplicación abierta en su computadora, observé un poco por encima, ya estaba comenzando a hacer el registro, pero se la arrebaté de las manos.

—Si voy a crear un perfil en esta cosa, no voy a hacerlo con mi foto, ni mis datos. No me interesa que esta inteligencia artificial se quede con mi información, a saber que harán en un futuro con todo esto.

Thiana palideció por alguna extraña razón, pero intentó relajar sus facciones y sonrió levemente.

—Pensé en utilizar una foto tuya en tus mejores momentos, de todos modos en tu día a día no te pareces en nada, ¿no crees que es buena idea? —insistió un poco,

—Que no chica, de verdad, esas cosas toman tus rasgos faciales y quizá los utilizan para crear imágenes, no me interesa para nada —suspiré.

Busqué en Google la foto de una modelo famosa, Sofía. Esa mujer tenía una belleza surreal, tal como lo era que yo estuviera sucumbiendo en la estupidez que Thiana quería.

Completamos todos los campos, me quité algunos años de encima, mantuve mi nombre y coloqué algunos datos sobre mis gustos personales, que, aunque muchos los considerarían aburridos, realmente tampoco era muy importante, ya que todo se trataba de una farsa.

Una vez dentro, Thiana que actuaba como una especialista, abrió un catálogo de hombres y me entregó la computadora.

—Que te diviertas en tu experiencia —canturreó levantándose del sofá.

—Pensé que te quedarías a ayudarme con esto —le reclamé, pero fue demasiado rápida.

—Tengo que responder unos correos —mintió.

Era muy evidente que se iba para dejarme vivir aquella experiencia por mi cuenta y que no me cohibiera en nada, pero a pesar de saber que no era real, me sentía con miedo.

Ethan, 30

Vive cerca de tu zona
Foto: con camiseta blanca, auriculares, caminando por la calle con un café.
Descripción:

“Arquitecto en proceso de diseñar la casa perfecta para la mujer perfecta. Fan del cine de los 90, los perros grandes y el café amargo. Me gusta escuchar más que hablar (pero puedo discutir sobre pizza con piña durante horas).”

Ese perfil logró arrancarme una sonrisa, debía de decir que la inteligencia artificial tenía ingenio y parecía ser que había utilizado la información de mi perfil para mostrarme cosas que fueran de mi agrado. En particular, lo único que no terminaba de gustarme eran las fotos, muy forzadas, no había nada espontáneo en ellas.

Liam, 28

Foto: en la playa, con tabla de surf al hombro, sonrisa enorme.
Descripción:

“Vivo para viajar. Amante del surf, la fotografía analógica y las noches con fogata. Busco a alguien que no tema mojarse los pies y que le guste perderse (literalmente) en nuevos lugares.”

Interesante, pero muy lejos de la realidad en la que vivo, jamás podría ni siquiera simular tener una relación con alguien así.

Como si el destino me estuviera dando lo que estaba pidiendo, el siguiente perfil era como si estuviera hablando de mi vida.

Wren, 35

Foto: Tomada al lado de una piscina elegante, con una camisa abierta que mostraba parte de su torso y su rostro no se veía prácticamente, como si alguien lo hubiera llamado en el momento exacto.

Trabajo en el mundo empresarial, donde los días empiezan temprano y las decisiones se toman rápido. Me gusta la eficiencia, el buen whisky y las personas que saben lo que quieren. No creo en las casualidades, sino en las oportunidades bien aprovechadas.

No tengo mucho tiempo libre, pero seguramente lo tengo para una buena conversación.




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