En deuda con el Diablo

Ángel del Señor

Belén año I...


 

Miré a la pequeña choza


 

Mi cuerpo aún convulsionaba


 

Y lo vi por primera vez después de tantos años


 

Qué hacía aquí?!


 

El Ángel del señor, el exterminador, él que había nacido del padre... 


 

Pertenecía a la misma sustancia que el creador


 

Era tan poderoso que él...


 

Pero...


 

La última vez que lo vi estaba cubierto con una túnica Blanca, era raro que fuera enviado a la tierra, siempre acompañada al creador...


 

Ahora...


 

Ahora era un bebé y automáticamente me miró al sentir mi presencia allí


 

Esa mirada me hizo entender que él me reconocía


 

Una mujer se acercó a él

y lo tomó en brazos
 

Por qué una mujer se acercaría así al ser más poderoso de la creación?


 

Y por qué ahora era un bebé inofensivo a simple vista?


 

Tal vez también había sido castigado...


 

Los años pasaron y nada cambió después de esa extraña noche


 

Pero siempre que iba al mundo terrenal Kart intentaba detenerme advirtiendome que sería mi fin si volvía


 

Yo no le hacía caso y lo ignoraba


 

Galilea año 33...


 

La cosa cambió cuando los angeles caídos comenzaron a horrorizarse en el inframundo


 

Todos rumoreaban que el exterminador los expulsaba con solo una orden


 

Yo decidí hablar con él


 

Al menos quería saber si mi fin estaba cerca como tanto Kart me lo advertía


 

Curiosamente esta vez no me vino a ver el guardián


 

Me acerque al Ángel del señor


 

Estaba sentado en una piedra, al frente de él había un precipicio


 

Estaba hablando con el creador, en cuanto me escucho venir se quedó en silencio


 

Entendí que aún tenia contacto con él...


 

Eso significaba que no habia sido enviado a la tierra por castigo

—Evans: puedo saber por qué has venido al mundo de los mortales hijo de Dios?

—Ángel del Señor: (sin mirarlo) y tú Evans?

—Evans: (duda) yo pregunte primero!

—Ángel del Señor: (mira algún punto fijamente) ha cumplir la voluntad de mi padre!

—Evans: 33 años aquí?

—Ángel del Señor: aún falta por hacer y poco tiempo para terminar!

—Evans: (asiente)

—Ángel del Señor: y tú Evans?

—Evans: (se acerca al precipicio) por qué debería hacerle caso a aquel que ha enviado al exterminador a aniquilarme?

—Ángel del Señor: (lo mira) es necesario para que renazca del agua y el espíritu y vuelvas a rearmar tu selló!

—Evans: (lo mira... a qué se refería con rearmar mi selló... se rompió cuando caí... no se podía unir nuevamente... o si?) Tú estas en ventaja, aunque te tires por este precipicio él enviará a sus ángeles a salvarte!

—Ángel del Señor: (niega) las escritura dicen que no tientes al señor tú Dios!

—Evans: (se le acerca) aunque lo tientes te salvará! Yo en cambio si lo tiento moriré en el intentó! (Se va)


 

A fines de año en Jerusalén...


 

Todos estaban alborotados en el inframundo por lo que estaba pasando en la tierra mortal


 

El hijo del altísimo estaba siendo crucificado por los humanos


 

Acaso también se habían revelado en contra del creador como nosotros?!


 

Serian criaturas errantes y caídas?


 

Me acerque a donde él...


 

Estaba muy mal herido y su Alma estaba a punto de irse de ese saco de carne y hueso

—Ángel del Señor: (lo mira)

—Evans: por qué?!

—Ángel del Señor: los designios de Dios son difíciles de comprender con los ojos terrenos!

—Evans: yo no tengo ojos mortales! Y aún te veo ahí sufriendo!

—Ángel del Señor: pero no lo estas viendo con el corazón...

—Evans: corazón? Aún crees que tengo uno?

—Ángel del Señor: solo debes buscarlo!


 

Hice silencio y observé como la misma mujer de hace unos años se acercó llorando a los pies del Ángel del señor


 

Quien era?


 

Y por qué seguía aquí?


 

Mire por última vez a Jesús ya nada se exterminador tenia y me fui




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