En deuda con el Diablo

Vinculación

—Solange: (abri los ojos)

 

Estaba en la sala de un hospital

 

Recordé lo que pase hace un rato con el traficante y me quise levantar

 

—Enfermera: por favor señora María no se mueva! Aún está delicada!

—Solange: (confundida) yo no soy...

—Evans: (entra con una sonrisa y un ramo de flores) querída mía ya has despertado?

—Solange: (lo mira confundida)

 

Evans no deja de sonreír hasta que la enfermera se va

 

—Evans: (se gira y cierra la puerta)

—Solange: qué haces aquí?

—Evans: (serio) eso es lo que obtengo como agradecimiento por salvar tu vida? (Se gira) tú desprecio?

—Solange: (avergonzada) disculpa no sabia que me habías salvado (piensa un momento) pero... ellos me dispararon cómo?

—Evans: (se acerca y comienza a colocar las flores en un florero) técnicamente si te moriste! O al menos Solange si!

—Solange: (lo mira confundida) cómo?

—Evans: (saca un espejo de un cajón de la habitación y se lo pasa)

—Solange: (lo agarra con miedo y se mira)

 

El reflejo del espejo no era ella

 

Era una mujer rubia de tes Blanca con ojos azules saltones

 

Definitivamente no era ella

 

—Solange: (se le cae el espejo) quien? Qué? Cómo?

—Evans: digamos que Solange si murió, pero tú pediste con tu último aliento no morir y me mencionaste! Cuando llegue ya tú Alma estaba desvinculada de tú cuerpo pero todavía seguía aquí en la tierra! Así que solo la vincule a un cuerpo recién muerto!

—Solange: (era demasiada información para procesarla, empecé a hiperventilarme, me había muerto y ahora era otra persona, una tal María que debía estar muerta y no lo está porque el diablo me había vinculado mi Alma a este cuerpo) yo... no... no quiero esto!

—Evans: me temo que es tarde! Una vez vinculada el alma ya no hay marcha atrás!

—Solange: (lo mira horrorizada)

—Evans: no me mires así! Tú lo pediste!

—Solange: pero... no me refería a... esto! (Duda y mira el espejo roto en el suelo)

—Evans: (se encoge de hombros) bueno todavía falta la mejor parte!

—Solange: (lo mira desconfiada)

—Evans: eres la esposa de Evans!

—Solange: (confundida) quién?

—Evans: el empresario multimillonario, sexy de Rusia!

—Solange: qué QUÉ?!

—Evans: osea yo! O al menos este cuerpo supongo!

—Solange: (lo mira incredula) yo no seré tú esposa!

—Evans: (serio) al cabo que ni quería que fueras! Pero la gente si quiere así que solo vamos a fingir que somos felices cuando ellos nos vea y luego ni te me acerques!

—Solange: (ofendida) tú a mi tampoco!

 

Y por un momento una idea peligrosa invadió mi mente...




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