En deuda con el Diablo

El libro prohibido

—Evans: el creador lo selló cuando caí del cielo

—Mercier: Amos dijo que solo una criatura podría abrirlo

—Evans: (la mira) ¿así?

—Mercier: la que restaure tú selló

—Evans: (sonríe) ¡eso es imposible Mercier! Mi selló lleva roto millones de años ¿me crees capaz de volver a ser un Ángel? (Se ríe)

—Mercier: (agacha la cabeza) también dijo que esa misma criatura será tu debilidad

 

Eso me hizo recordar esas palabras

 

—Ángel del Señor: llegará tú hora y esa hora se cumplirá cuando tú debilidad te lleve a la muerte y renazcas del agua y las cenizas

—Evans: (se ríe) ¿mi debilidad?

—Ángel del Señor: cuando eso suceda el inframundo desaparecerá, las almas condenadas renacerán y tú volverás a mi padre Evans, pues así está escrito

—Evans: (lo mira sin decir nada)

—Ángel del Señor: (se comienza a elevar) ¡debes cumplir tú tiempo y volver a donde mi Padre Evans!

 

Vuelve a su susurrar

 

—Evans: Cumplir mi tiempo y volver

—Mercier: ¿disculpa?

—Evans: (la mira) ¡debes esconder esté libro Mercier! Aléjalo lo más que puedas de aquí, que nadie pueda encontrarle nunca ¿entiendes?

—Mercier: (asiente y se va)

—Evans: (mira al cielo) ¡se lo que planeas pero no te dejaré hacerlo!


 

Me soñé a mi misma caminando por una playa

 

Estaba toda cubierta de lo que parecía sangre

 

No sabía a donde iba pero mis pasos eran seguros

 

Llegue a una grieta que se abría en una Roca y entre

 

En un hueco en medio de la cueva había algo envuelto

 

Lo tomé entre mis brazos

 

Sabia que debía protegerle con mi vida

 

Pero no podía ver que era aquello

 

Abrí los ojos

 

Un dolor me invadió el pecho por un largo rato hasta que logre respirar

 

—Evans: (desayunando)

—Solange: (se acerca en silencio)

—Evans: (mira su reloj) cada vez te levantas más tarde

—Solange: no sabía que controlabas mi sueño

—Evans: eres la única inmortal que duerme de hecho

—Solange: (lo mira)

—Evans: realmente tienes la necesidad de dormir y comer o solo lo haces por costumbre

—Solange: (no me había puesto a pensar que ahora ya no sentía la necesidad de dormir que solo lo hacía porque era algo común dormir de noche... le mira el café) ¿y tú?

—Evans: ¡me gusta la comida humana! (Se ríe) es uno de esos placeres pecadores deliciosos

—Solange: (mueca) el pecado capital de la gula

—Evans: ¡exacto! Resulta que no eres tan tonta después de todo

—Solange: (mueca) me había olvidado que eres el diablo, malo por naturaleza




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