En deuda con el Diablo

Una misión celestial

Abri los ojos, sabía que estaba en mi cama pero se sentía extraña... era como si estuviera flotando y no acostada en ella

 

En un simple parpadeo el techo de la habitación desapareció y una luz enceguecedora me elevó a los dominios del creador

 

Me vi a mi misma vestida de blanco

 

Mire a mi alrededor, no había nadie allí, solo un extenso valle de nubes sin fin

 

—Ángel del Señor: (sonríe) ¡bienvenida elegida!

—Solange: (me di vuelta y lo vi por primera vez, era el dueño de esa voz que siempre me hablaba en sueños y me mostraba las visiones) ¿Quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Estoy muerta?

—Ángel del Señor: Soy aquel que estaba en el principio y era la luz antes de la creación, estás en los dominios de mi padre tú padre, no aún no ha llegado tú hora

—Solange: (volvi a mirar a mi alrededor) ¿Qué hago aquí?

—Ángel del Señor: tú eres especial hija querida

—Solange: ¿así? ¿Por qué?

—Ángel del Señor: al igual que mi madre, has nacido sin mancha en tú corazón

—Solange: (intuición) eso significa (duda) ¿que no tengo el sello del pecado original?

—Ángel del Señor: ¡exactamente! Todos los humanos... (se me mostró a la humanidad desde sus inicios) han sido marcados por el pecado original... (vi a Eva mordiendo la manzana el fruto prohibido) y todos han seguido el mismo destino... (vi nacer, crecer, reproducirse y morir a cada humano que había existido en la tierra) solo dos almas humanas no podrán pasar por la muerte... (vi a la mujer que llamaban María madre de Dios y luego me vi a mi misma)

—Solange: (lo mira) ¿Yo? ¿Como?

—Ángel del Señor: una mujer introdujo la muerte al mundo por su inocencia, una mujer introdujo la luz en medio de la oscuridad por su inocencia y una mujer vencerá al anti Cristo por su inocencia

—Solange: pero... yo... no puedo... yo...

—Ángel del Señor: confía en Dios hija amada, confía en tú creador, las dudas y miedos vienen del eterno condenado, la fe y el poder vienen del altísimo Señor

—Solange: (asiente)


 

Fui llevada por el Ángel del Señor a un jardín magnífico por donde lo vieras, llegamos a un árbol donde habían unas cintas colgadas de color dorado


 

Una en particular llamó mi atención, su color no brillaba como las otras

—Solange: Evans

—Ángel del Señor: su destino fue marcado por el infortunio, solo tú puedes rearmar su sello

—Solange: (saca la cinta del arbol y nota que en la punta hay un talismán al cual le faltaba un fragmento) ¿cómo?

—Ángel del Señor: debes encontrar el fragmento perdido en su caída y restaurarlo al árbol de la vida

Me desperté agitada en mi cam




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