En el bosque

CAPITULO 1

NARRADOR OMNISCIENTE 

En un pueblo de Europa algo alejado de la civilización vivía cáterin, una chica de 19 años que vivía con su madre y hermano pequeño, antes también su abuela vivía con ellos, pero un día decidió mudarse a una cabaña que estaba ubicada dentro del bosque, lamentablemente su abuela había fallecido ya hace 2 años por tal motivo ella todas las mañana iba a la cabaña para arreglarla y verificar que todo estuviese bien, al fin que era todo lo que les quedaba de su abuela, eso y los recuerdos de todas las historias que le contaba cuando era una niña.

Su abuela siempre decía que en ese bosques sucedían cosas asombrosas, que habían seres que habitaban ahí y que el bosque era mágico, a ella lo único que le provocaba ese bosque era miedo, se veía tan oscuro y tenebroso aún se preguntaba como su abuela podía vivir ahí.

—Vas a salir hoy cáterin— había preguntado su madre mientras la veía ponerse una capa color rojo que le había dado en su cumpleaños número 19.

—si madre ya sabes que iré a la cabaña, quiero arreglar algunas cosas.

Su madre se había quedado viéndola para luego negar con la cabeza mientras regresaba la mirada a la sopa que estaba preparando

—No sé cómo puedes ir haya, con todo lo que dicen de ese bosque, no te da miedo— dijo su madre mientras movía la sopa

—Sabes que todo lo que dicen no es cierto madre, son solo historias para asustar a los niños— con eso había agarrado sus cosas y salido de casa mientas se encaminaba al interior del bosque.

Y es que en el pueblo se escuchaban muchas historias sobre este bosque, y no como las que su abuela le contaba estas eran historias muy terroríficas sobre desapariciones, muertes y animales salvajes que habitaban en el bosque, siempre se decía que el que entrara en ese bosque era muy probable que no saliera jamás.

Pero ella había estado ingresando ya por mucho tiempo y siempre había regresado, pero aun así no se confiaba ya que si era cierto que ella no creía en todas esas historias, era muy consciente de lo que el bosque le causaba y eso era terror.

No podía negar que el bosque era un lugar oscuro y tenebroso, todo el tiempo se encontraba con esa neblina tan espesa que le causaba escalofrió, aun así se encamino a la entrada del bosque, por todo el camino iba pensando en cada una de esas historias, cuando de repente sintió como si alguien la observara.

Se había detenido para mirar alrededor y no había visto a nadie, enseguida por su mente pasaron muchas cosas y luego solo sonrió y se dijo a si misma que estaba loca que eso le pasaba por estar pensando en tonterías así que siguió caminando.

Pero aunque se dijo una y otra vez que esa sensación de ser observada era por la plática que había tenido con su madre y por recordar todas esas historias ella no dejaba de sentir que la observaban así que se apuró para llegar rápido a la cabaña, prácticamente corrió.

Cuando se hayo cerca al fin pudo respirar con tranquilidad, ingreso a la cabaña y se dispuso a organizar las cosas que tenía por hacer y es que si bien ella iba a esa cabaña por el recuerdo de su abuela y para ver que todo estuviese bien, también iba por que le gustaba estar sola, lejos del pueblo en ese lugar donde solo se encontraba ella y la naturaleza.

A veces pensaba que las personas del pueblo tenían un mal concepto de ese lugar, si tan solo se dieran el tiempo de ver que una vez que ingresabas a ese frio y oscuro bosque lo único que había era belleza, paz y tranquilidad pues al menos eso era lo que a ella le transmitía el estar ahí. Sin embargo ese día esa paz duro muy poco pues sucedió algo que nunca había pasado las otras veces y es que escucho pasos.

Cáterin se había quedado muy quieta y callada preguntándose si solo lo había imaginado, pero no de repente volvió a oír como si alguien caminara por los alrededores de la cabaña, en ese momento cáterin se había asustado mucho y se preguntaba si tal vez alguien del pueblo la había seguido

—tal vez alguien ingreso al bosque— se había dicho y luego pensó que por eso había tenido esa sensación rara de ser observada.

—Anda alguien ahí— había dicho

—Conteste — pero aun así no obtuvo respuesta alguna, así que decidió salir y ver si había alguna persona ahí, pero cuando salió no vio nada, los alrededores de la cabaña estaban solitarios.

Cáterin pensó que tal vez lo había imaginado como había imaginado que alguien la observaba, y se regañó por andar pensando en las historias que contaban en el pueblo justo cuando ella tenía pensado ingresar al bosque. Así que cerró la puerta de la cabaña y se dispuso a regresar al pueblo.

Pero cuando regreso ahí sintió que las personas la veían, mucho más de lo que usualmente lo hacían, cáterin se preguntaba qué era lo que había pasado por que la miraban así cosa que supo apenas ingreso a su casa ya que su madre la había abordado tocándola y verificando que todo estuviera bien.

Ella no entendía el porqué de su reacción así que se separó un poco de su madre y le pregunto qué pasaba.

—pensé que no te volvería ver, que algo te había pasado—la respuesta de su madre y cáterin seguía más confundida que nunca.

—por qué no iba a volver a casa madre, siempre lo hago.

—es que no te enteraste en el pueblo, Andrés el hijo de don José apareció muerto cerca del bosque, tenía marca de garras por todo el cuerpo— eso la había dejado helada, siempre habían escuchado historias sobre esas cosas pero desde que ella existía nunca antes había pasado nada así que ella lo había dejado en eso en historias y de repente se acordó de la sensación de ser observada que había tenido y de que había escuchado pasos fuera de la cabaña.

No es posible se había dicho, Andrés no había podido seguirla y si así había sido que cosa le había causado la muerte, por lo que le contaba su madre lo más probable sería que fuese un animal, un osos o lobo tal vez.




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