En el bosque

capitulo 4

NARRADOR OMNISCIENTE 

Todo había pasado de una manera tan rápida y extraña, una semana había pasado ya desde aquella noche en la que vio a aquellos seres tan raros ella no había dicho nada a nadie y al parecer nadie más en el pueblo había visto aquel suceso más que ella y Neizan, durante toda esa semana Neizan había tratado de contactar con ella cada que la veía en alguna parte pero cáterin siempre hacia como que no lo había visto y agarraba el camino contrario a donde él estaba.

Ese día mientras se encontraba acostada en su cama una idea vino a su cabeza y es que si quería entender que era lo que estaba pasando y que cosa era aquello que había visto tenía que internarse nuevamente al bosque, tendría que dejar su miedo de lado y todas esas voces que en su cabeza daban un grito de alarma cada vez que pensaba en algo similar, así que si ese día cáterin había decidido investigar qué era lo que pasaba en aquel lugar no podía quedarse esperando a que Neizan investigara y le contara y es que si este en algún momento sabía algo era muy probable que ella fuese una de las personas en su lista para decirle.

Pero esta vez iría preparada por si se volvía a encontrar con alguno de aquellos seres, en su mente pensaba llevar con ella aquella hacha que su padre alguna vez uso para hacer leña en invierno, asique todo estaba decidido esa noche cáterin ingresaría de nuevo al bosque y su objetivo principal era descubrir que cosas se ocultaban ahí.

—mi amor vas a salir hoy — oyó que su madre la llamaba desde la parte trasera de la casa.

—no madre, hoy pienso quedarme en casa no tengo muchos ánimos de salir.

—está bien cariño, en la cocina hay comida solo tienes que calentarla por si te da hambre.

Luego de eso su madree había entrado a su cuarto lo cual era muy probable que se fuese a quedar dormida eso le daría a cáterin la oportunidad de ir a la parte trasera de la casa a aquel cuarto en el que se guardaban las cosas de su padre.

Al ingresar pudo ver un cuarto un poco abandonado pero repleto de cosas que le recordaban a su padre, había fotografías de ellos de todos ellos juntos como familia, trato de olvidar todo aquello y enfocarse en lo que estaba buscando lo cual se encontraba en una de las paredes de la casa la garro y salió de ahí, aun era muy temprano para ir hacia el bosque podrían haber personas aun despiertas las cuales podrían verla así que se dispuso a dejar escondida el hacha y volver a entrar a su casa para esperar a que fuera más tarde y estar segura de que ya nadie la vería salir.

Se acostó en su cama pensando en que aria si se llegaba a encontrar con aquel ser horrible que había visto, acaso ella tendría el valor de golpearlo con el hacha o en su caso matarlo es que tendría tan siquiera el valor de hacerlo.

Cuando se dio cuenta que era lo suficientemente tarde como para salir sin ser vista se levanto de la cama y camino a la parte de la ventana trasera para salir como las veces anteriores sin hacer ruido, lentamente fue descendiendo hasta que sus pies tocaron el suelo y una vez se vio totalmente afuera corrió hacia donde había escondido el hacha y se dispuso a caminar hacia el bosque  pero cuando estuvo lo suficiente cerca como para pensar en entrar sintió que alguien  la agarro y empujo había atrás mientras le ponía la mano en la boca para que no gritara, al darse la vuelta observo que era Neizan.

— ¿Qué te pasa, estás loco? — como podría haber sido tan tonta como para olvidarse del él.

—parece que la loca aquí eres tú, ¿A dónde pensabas ir con esa hacha?

—eso no te importa, solo déjame en paz — se dispuso a seguir caminando pero Neizan fue más rápido y le arrebato el hacha.

— ¿Qué te pasa? Eso es mío dámelo —cáterin lo veía con odio ya que siempre que tenía un plan se veía afectado por este.

—piensas ir al bosque, lo que aun no descifro es que pensabas hacer con el hacha.

—Ya te dije que eso no es de tu incumbencia — cáterin dio la vuelta caminando hacia la entrada del bosque dejándolo atrás junto con el hacha, si no se la quería dar pues bien que se la quedara.

—espera te acompañare.

— ¿Qué? No puede.

— ¿porque no? Mira pongámoslo así o me dejas ir con tigo o les digo a todos lo que has estado haciendo por las noches   — después de eso a cáterin no le quedaba de otra más que aceptar su compañía no podía permitir que alguien en el pueblo supiera de sus escapadas nocturnas mucho menos su  madre.

—está bien pero prometa que no le dirá nada a nadie de esto.

—lo prometo.

Después de eso avanzaron en silencio hasta la entrada del bosque cáterin iba delante y Neizan detrás con el hacha caminaron por un camino de piedras pequeñas el cual conducía hacia el centro del bosque justo donde la cabaña de la abuela de cáterin estaba, el bosque parecía normal esta noche el viento soplaba las ramas y se escuchaba a los animales correr entre la hierba, conforme mas avanzaban se empezó a ver una luz que salía de entre las hojas de los arboles eran pequeñas luces azules que comenzaban a iluminarlo todo.

Sintió como Neizan se quedaba parado así que se giro hacia él para ver qué era lo que sucedía.

— ¿Qué está pasando?—Neizan no dejaba de ver a su alrededor, las luces giraban alrededor de ellos como si tuviesen vida y supieran que ellos se encontraban ahí o tal vez así era.

—Has escuchado todas las historias que se cuentan sobre este bosque  — Neizan solo asintió sin dejar de ver a su alrededor.

—bueno muchas de esas historias son de seres raros, muertes y desapariciones pero cuando era pequeña mi abuela me contaba que este bosque era mágico, que en el habitaban seres inimaginables seres buenos y llenos de luz.

—Nunca había visto algo así, esto nunca había pasado — se fue acercando hasta una de las luces flotantes hasta extender su mano y sostenerla en ella, en ese mismo instante vieron como la luz se iba haciendo opaca dejando a la vista una pequeña figura como una pequeña persona.




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