capitulo 5

NARRADOR OMNISCIENTE 

Esa mañana cáterin despertó sintiéndose mejor que nunca había ayudado a su madre en  los quehaceres de la casa y después salió de su casa para dirigirse a casa de Mónica, tenia tantas cosas que contarle, ese día en particular  estaba nublado parecía que una tormenta se acercaba, el cielo gris y el aire frio hacían que todo se viera mucho más escalofriante de lo normal.

Al llegar a casa de Mónica toco la puerta esperando que esta saliera pero en lugar de que Mónica abriera una señora pasada de los cincuenta con muy mala cara abrió  y cuando  vio a cáterin en la puerta le dirigió una mirada la cual sintió que le congelaba la sangre, cáterin estaba acostumbrada a que todas las personas la miraran mal o hablaran de ella pero eso no quería decir que todas esas miradas o cuchicheos no le afectaran.

Armándose de valor se aclaró la garganta para preguntar por Mónica.

—no creo que la joven Mónica la pueda atender en estos momentos, le aconsejo que regrese otro día.

Cáterin solo pudo asentir mientras se daba la vuelta para alejarse pero en ese momento escucho como su amiga la hablaba.

—Mónica pensé que estabas ocupada, la señora dijo que no podrías atenderme— dijo mientras reviraba a ver a la señora parada en la puerta la cual la miraba con desprecio.

—no hagas caso, vamos salgamos.

Juntas caminaron hasta llegar a un lugar despejado con bancas donde las personas llegaban a pasar el rato y platicar.

—casi no te eh visto — le comento cáterin a Mónica.

—si es que después de lo que paso ya sabes mi padre se puso más sobreprotector de lo normal, hasta contrato a Martha para que me cuidara.

—Martha, si no me equivoco es la señora con mala cara que me abrió la puerta.

Mónica empezó a reír por las palabras de cáterin.

—si en efecto es ella, pero dime a que debo tu visita.

Cáterin se quedó  muda en ese momento, había ido a visitar a su amiga decidida a contarle todo lo que pasaba pero en ese momento se debatía entre si debía hacerlo o no.

—bueno pues es que quería contarte algo pero no sé cómo tomaras todo lo que tengo por decirte.

Mónica en ese momento la quedo viendo en espera a que hablara, todo el nerviosismo de su amiga había ello que surgiera en ella ese sentimiento de querer saber que era lo que estaba pasando.

Soltando todo el aire que sin saber estaba conteniendo cáterin comenzó a contar todo lo que había sucedido en los días pasados.

—eh seguido yendo al bosque, sabes que me encanta ir a la cabaña de la abuela eso me hace sentir muy cerca de ella todo estaba bien hasta que un día sentí que alguien me observaba no le tome importancia pero ese mismo día al salir del bosque me encontré con la noticia de que alguien había muerto, no lo podía creer yo había estado en ese bosque y lo que le paso a ese chico pudo haberme pasado a mí.

—me encantaría poder decirte que después  deje de ir pero no fue así, ya que después de una semana de lo sucedido decidí volver a ver como estaba todo por allá pero en un día de esos algo raro paso vi algo que ahora que lo pienso no sé ni cómo explicar era un animal horrible el cual era seguido por unos lobos, cuando lo vi quede totalmente paralizada no sabía que hacer no podía moverme de no ser por Neizan que se encontraba en ese momento ahí no quiero ni imaginarme que hubiese pasado.

Mónica estaba con la boca totalmente abierta escuchando todo lo que cáterin estaba contando, no podía creer que su amiga fuese tan terca como para regresar a ese bosque después de todo lo que paso.

—espera que hacia Neizan en el bosque.

Cáterin en ese momento dejo de hablar para contestar a la pregunta que su amiga había hecho.

—lo mismo pegunte yo, pero su respuesta fue que se encontraba investigando.

—cáterin ya no puedes seguir yendo a ese bosque, no quiero que te pase algo dime aparte de mi le has contado a alguien más lo que viste.

Cáterin solo negó con la cabeza.

—es mejor que no digas nada ya mucho tienes con todas las cosas que las personas del pueblo están diciendo sobre ti no quisiera que ahora le agregan más cosas a todo lo que ya dicen.

Por un momento la dos se quedaron calladas viendo como el sol se escondía detrás de esas montañas, la noche se estaba acercando y ellas tendrían que regresar a sus casas.

—por favor cáterin prométeme que ya no regresaras más a ese bosque.

Cáterin solo le quedo viendo para luego asentir.

—creo que es mejor que regresemos a nuestras casas ya está oscureciendo y se podrían preocupar — comento cáterin para poder escapar de todos los cuestionamientos que sabía su amiga le haría.

—si tienes razón.

Juntas caminaron hasta la casa de Mónica y una vez ahí se despidieron no sin antes volverle a prometer a su amiga que no ingresaría de nuevo al bosque.

De camino a su casa cáterin iba pensando en si había hecho bien contándole a Mónica, es cierto que no le había contado todo ya que de haberlo hecho su amiga era capaz de amarrarla en el sótano de su casa con tal de evitar que fuera a ese lugar.

De camino a su casa las calles ya estaban oscuras así que se apuró para llegar y una vez ahí se encamino a su cuarto, los pensamientos no la dejaban se cuestionaba en si volver ahí o no, es cierto lo que su amiga le dijo si las personas del pueblo se enteraban de sus escapadas podrían decir o hasta acusarla de las cosas raras que habían estado pasando pero también no podía negarse el que necesitaba ir a ese sitio, necesitaba regresar a la cabaña de su abuela, a ese lugar que tanta paz y tranquilidad le traía.

Así que decidida a ir de nuevo se sentó frente a su tocador en espera de la hora en la que había quedado con Neizan para salir de su casa.

Esa era otra cosa que no quería aceptar y es que se moría de ganas por volver a ver a Neizan no sabía que era lo que le pasaba pero se sentía a gusto y protegida estando con él.