Cáterin
Neizan no dejaba de mirar al frente, ante nosotros se encontraba un total desastre cosas rotas animales muertos, sangre por todos lados y lo que más me preocupaba era el montón de gente que se encontraba afuera de sus casa lo cual nos hacía imposible el que saliéramos del bosque en ese momento.
— ¿Qué paso? — mi pregunta no fue contestada pues vi como Neizan regresaba por el camino anterior.
— ¿A dónde vas?— corrí detrás de el para alcanzarlo.
—tenemos que buscar una salida no podemos quedarnos aquí, dentro de un rato cuando se den cuenta que no estas empezaran a buscarte, y a mi también cuando la policía venga a ver todo este desastre y yo no esté presente.
En eso tenía razón, una vez que mama despertara y no me encontrara se asustaría mucho y era lo que menos quería así que caminamos por todo el camino de regreso hasta que doblo hacia la derecha llevándonos hacia otra salida por la cual no se podía ver a nadie.
—espérame aquí, iré a ver que no haya nadie.
Camino hacia la salida mientras yo lo esperaba detrás de los árboles, mi cabeza no dejaba de dar vuelta pensando en que había pasado, por que todo había amanecido de esa manera y rogué porque solo hubiese daños materiales.
Estaba tan perdida en mis pensamientos que no me fije en que Neizan regreso hasta que pudo una mano en mi hombro haciéndome brincar del susto.
—no hay nadie, salgamos antes de que alguien venga por este lado.
Y así salimos del bosque y rápidamente caminamos a la parte trasera de mi casa mientras rogaba porque mama siguiera dormida, durante el trayecto nos fuimos cuidando de que nadie nos viera y es que si eso sucedía no sabía cómo podríamos explicar el que ambos estuviésemos juntos y saliendo del bosque a esa hora, además que sería imposible explicar las heridas o más bien rasguños que Neizan traía en el cuerpo.
Pero por fortuna logramos llegar a la parte trasera de la casa sin ser vistos y por lo que podía darme cuenta mama aun no despertaba así que con ayuda de Neizan trepe por la venta hasta estar del otro lado.
—Espera unos diez minutos y nos vemos afuera — me voltee para verlo y entonces caí en cuenta de algo y es que prácticamente no tenía camisa y el pantalón estaba todo desgarrado, nadie podía verlo así se preguntarían que le había sucedido.
—no puedes irte así, tu ropa esta toda rota y llena de sangre.
El pareció darse cuenta de eso y reviro a verse como pensando en que es lo que aria para salir de esa situación.
—no te preocupes, tengo una maleta con ropa escondida no muy lejos de aquí llegare hasta haya para cambiarme y regresar para vernos y saber que paso.
No me encontraba tan segura de eso pero no podía hacer mas ya que en la casa no tenía nada que le pudiera servir y la ropa de tomas era muy pequeña para él.
—está bien.
Me quede parada en la ventana por un rato mientras lo vi alejarse cuidando de que nadie lo fuese a ver y una vez que desapareció de mi campo de visión me di la vuelta para caminar a mi cuarto, pero el cuerpo de tomas parado frente a mí me detuvo.
— ¿dónde estabas? — su pequeña cara se veía seria mientras me veía como analizando mi aspecto.
—Me asustaste, no vuelvas a parecer así — trate de caminar y pasarlo pero claro que él no lo dejaría estar, así que camino detrás de mí hasta entrar en el cuarto junto con migo.
—Fuiste al bosque, no es así — no quería decirle nada así que opte por decirle una pequeña mentira.
—no, Neizan vino a verme muy temprano al parecer paso algo en el pueblo y quiere que nos veamos en diez minutos.
Su mirada era inquisitiva, sabía que no estaba creyéndome pero al final termino suspirando caminando hasta sentarse en la cama.
—Supongo que por eso es que se escucha mucho ruido afuera— se acostó en la cama mientras que le empecé a acariciar el cabello.
—que es lo que está pasando cáterin, porque está sucediendo todo esto.
Me voltio mirando el techo, no sabía que responderle pues yo tampoco sabía por qué todo esto estaba pasando, aun no lograba tener una respuesta a toda esta locura.
—no lo sé, ¿mama aún está durmiendo?
—Si — me pare rápidamente de la cama.
—necesito que me hagas un favor, saldré a verme con Neizan por favor cúbreme con mama dile que Salí a ver que sucedía, que no se preocupe si—camine hacia la puerta esperando su respuesta la cual no llegaba.
—tomas, por favor.
—Está bien, pero no llegues muy tarde— le sonreí y regrese a darle un beso en la frente.
Él se quedó acostado en la cama y yo Salí del cuarto buscando la salida, para cuando Salí de la casa Neizan se encontraba recostado de está esperando a que saliera.
—pensé que no saldrías.
—tomas estaba despierto tuve que pedirle que me cubriera con mama — camine con el hasta donde se encontraban las demás personas, Neizan se encontraba con ropa limpia y sin marcas de que algo le hubiese sucedido la noche anterior.
—Sabes algo de lo que paso aquí —le pregunte antes de que llegáramos con toda las demás personas.
—según algunos escucharon ruidos a noche pero nadie se atrevió a salir y hoy en la mañana que se levantaron encontraron todo así.
Al llegar al lugar todo era un caos las personas no nos dejaban pasar, había gente muy asustadas y otros que se lamentaban por sus animales muertos.
Cuando por fin logramos quedar al frente lo que mis ojos vieron eran horrible, sangre por todos lados, animales desmembrados con todo lo que algún día había estado dentro de sus cuerpos de fuera y sus cabezas separadas de los cuerpos, el asco que me dio ver toda esa escena fue tal que tuve que virarme y esconder la cara en el pecho de Neizan.
Era tan perturbador, quien podría ser capaz de ensañarse con unos animalitos indefensos, la mano de Neizan tomo mi quijada alzándome la cara para verme a los ojos, no sé qué es lo que él veía en mí pero yo en sus ojos veía enojo y frustración.