En el corazón de la mafia

Epílogo

Había pasado más de un mes sin tener noticias de ellas, eso lo estaba desquiciando.

- Faddei, necesito hablar de algo importante contigo ‒dice Mark sentándose frente a él, había analizado la situación con detenimiento y él ya no lo necesitaba como al inicio.

- ¿Qué pasa?, ¿ocurre algo malo? Sólo el cielo sabe que no podría con otra cosa ‒frota su rostro.

- No es nada malo, al menos eso espero ‒le sonríe bromista‒, después de todo esto me di cuenta que me enamoré de Lola, es amable, dulce y considerada, sin embargo y viendo como fueron las cosas con Hester, no podría arrastrarla a esta vida, así que he decidido retirarme y llevar una vida normal junto a ella, estaremos en contacto y si me necesitas, ahí estaré, ¿verdad que comprendes? ‒Faddei asiente, lo entendía muy bien.

- Haz lo que te haga feliz amigo mío ‒se pone de pie y lo abraza, ya no usaba el cabestrillo pero tenía que tener cuidado.

- Gracias ‒lo abraza con fuerza, lo suelta antes de salir, suspira una vez fuera de la mansión, no había querido mentirle de esa manera pero esas dos mujeres no le habían dejado de otra, de verdad amaba a la morena, no supo en qué momento cayó rendido, pero en parte era verdad que quería una vida normal donde no se viera amenazada la vida de Lola por ser el segundo al mando.

Sube en su Aston Martin AR1 Zagato 2003 en color azul degradado, sin duda alguna era su preciado tesoro, no había un auto que le gustase más que este. Arranca y pronto se pierde en la carretera hacia un pequeño puerto pesquero a no más de una hora y media del centro de Long Beach, ahí estaban Hester, Darice, Adelei y por supuesto, Lola, había comprado la casa de a lado para que no tuviera que separarse de su amiga, incluso había pedido un cambio a una ciudad cerca de ahí.

- Ni loca me pierdo el crecimiento de mi sobrina, así que decide si vas a seguirme o si quieres dejarme libre, no te quejes después ‒se había encogido de hombros, él había negado y tras darle un largo y apasionado beso, había accedido.

- ¿Estás segura de esto Hest? Creo que sería bueno decirle donde están, incluso si al inicio te obligó, creo que hacen una maravillosa pareja y te ama, y a ella también ‒es lo primero que escuchó cuando entro en la casa, Lola intentaba convencerla de volver, Mark solía no decir nada al respecto, no era algo que les correspondiera decidir.

- Ahora no Lola, no me siento lista ‒y con eso dejaba fuera de la jugada a su morena.

- ¿Necesitas algo más Hest? ‒ella niega‒, en ese caso, vamos Lola, debes dejarlas descansar, además estoy muerto ‒suspira con fingido pensar, ella ríe y lo abraza.

- Bien, vamos a prepararte algo de cenar ‒lo besa de manera casta y ambos salen de ahí, Hester suspira, le había pedido ayuda a Mark para que la escondiera un tiempo, no sabía cuánto pero debía pensar.

Sube al cuarto de arriba con su pequeña en brazos, mira a su abuela dormir antes de ir a su habitación, acuesta a su pequeña en la cama y se sienta suspirando. No se había alejado de Faddei porque no lo amara o porque ahora que se habían divorciado se había terminado todo entre ellos, era algo más profundo, un miedo a que lo lastimaran o a su pequeña, sabía que la loca de Clarisse no era la única que buscaba el poder de Faddei, y tenía miedo, no sabría que hacer si algo les pasara, así que aquí estaba, intentando poner en orden sus pensamientos, incluso había conseguido un trabajo en el hospital local como enfermera, su pequeña Darice iba a la guardería que había ahí mismo y además de Lola, la vecina del otro lado le ayudaba echándole un ojo a su abuela.

- ¿Un mes? Te voy a extrañar Lola ‒susurra abrazando a su amiga, debía ir al estado vecino por trabajo un mes completo.

- Pero aquí va a estar mi hombre para lo que necesiten, mira qué suerte la suya de hacer trabajo desde casa ‒lo abraza mientras rueda los ojos con diversión.

- Gracias a ambos ‒les sonríe, ellos asienten antes de comenzar a cenar. Al día siguiente ella partió temprano, Mark solía ayudarla cuando tenía tiempo a cuidar a Darice, que ahora era su sobrina por partida doble, una porque Faddei era como su hermano y porque Lola era su tía, así que tenía mucha influencia sobre ella.

Faddei estaba preocupado aún a pesar de que todo estaba en calma, por lo que le había pedido a Julius que mantuvieran un ojo vigilante en su mejor amigo y su novia, no quería que algo como eso los separara.

- Señor, tengo algo que decirle ‒el hombre estaba demasiado serio, eso hizo a Faddei preocuparse‒, al parecer el señor Mark mintió, él está viviendo junto a su esposa ‒dice mientras coloca unas fotos frente a él, en ellas aparecía Mark cargando a su hija mientras paseaba junto a Hester. Eso lo hizo sentirse dolido y molesto, ¿por qué le había hecho eso?, ¿había inventado lo de Lola para poder estar con ella sin que él se enterara? Se pone de pie y sale con rapidez del despacho, le hace una seña a Yakov para que lo siga mientras camina por el pasillo hasta la entrada, el hombre se apresura a llegar al auto, se sube y en cuanto Faddei se sienta, arranca, mira en el teléfono la dirección, estaba algo lejos pero no diría nada.

Había recibido la orden de ir lo más rápido que pudiera, no le importaba nada más que llegar lo antes posible, estaba furioso, podía verlo a través del retrovisor, lo que significaba que había recibido malas noticias.




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