Ángela ha estado enamorada de Daniel desde que tiene memoria. Lo ha seguido, lo ha perseguido y hasta ha rozado el límite de la obsesión… para su mala suerte, él la ve solo como la insoportable hija de sus padrinos y mejor amiga de su hermana.
Ella es un desastre andante: todo plan romántico termina en catástrofe, cada intento de conquistar a Daniel solo consigue arrancarle un suspiro de fastidio. Pero cuando él sufre un accidente y queda en coma, Ángela no lo duda: lo cuida día y noche, convencida de que el amor todo lo puede.
Sin embargo, cuando Daniel despierta, sigue tratándola con desprecio. Y Ángela, cansada de humillarse, decide hacer lo impensable: olvidarlo.
Lo que no esperaba es que, justo cuando deja de correr tras él, Daniel descubra lo que siempre tuvo frente a sus narices. Ahora es él quien no la deja en paz, dispuesto a todo para conquistarla… aunque sus torpes intentos de seducción traigan más caos que romance.
Porque en el amor, los papeles siempre pueden invertirse.
He cambiado la trama porque me he dado cuenta de que la otra versión es más de drama que humor, que es el género que terminé escribiendo, así que espero que les guste esta nueva historia. Gracias por el apoyo y recuerden votar, comentar y recomendar la historia.
Gracias.