En El Corazón No Se Manda

Capítulo 16: Solo eres mío

Narra Mía

 

- ¿Y ahora qué? ¿Sentiste algo?

 

- ¡Basta, Julia! – La aparto con firmeza – Ya hay alguien muy especial en mi vida, así que mantén tu distancia ¿Entendido? La única razón por la que te tolero es porque el ministerio de educación me lo impuso, no sé cómo lo logras, pero siempre consigues complicarme la vida.

 

- Pero…

 

- Adiós, Julia – La interrumpió y se marchó.

 

No puedo creer que Axel haya hecho eso – Una lágrima más cae – Realmente me ama, pero ella lo besó y eso me duele, me duele que otros labios hayan tocado los de Axel, eso fue lo que él sintió cuando Tim me besó.

 

Fui al baño, me lavé la cara y después me dirigí a la oficina de Axel, toqué con precaución.

 

- Adelante – Escuché su voz.

 

- Permiso, señor director – Dije y me aseguré de que estuviera solo para después cerrar la puerta con llave.

 

- ¿Qué necesitas, señorita Montgomery?

 

Me acerqué a él con cautela y lo besé; él rodeó mi cintura con sus brazos y correspondió al beso.

 

- ¿A qué se debe eso? – Dijo sonriendo.

 

Y lo besé otra vez.

 

- A que eres mío… – Lo besé – solo mío ¿Entendido?

 

- Perfectamente claro – Dijo y me besó de nuevo.

 

- ¡Listo! Te limpié de los labios de esa – Dije sonriendo – Solo yo puedo besar tus labios.

 

- ¿Viste lo que pasó con Julia? – Preguntó.

 

- Sí.

 

- Mía, eso fue…

 

- ¿Un error? ¿Algo que sucedió de repente? – Interrumpí.

 

- Sí, ella me besó de la nada y yo la rechacé.

 

- Sí, lo sé – Le sonreí – Lo vi todo.

 

- Eres la única chica a la que quiero besar – Intenta besarme y lo esquivo.

 

- Lo siento, recuerda que aquí somos director y alumna – Dije con un tono juguetón.

 

- Qué fastidio – Ríe.

 

- Pero un beso rápido no creo que nadie lo note – Dije acercándome a Axel y dándole un beso rápido.

 

- No tuve tiempo de disfrutarlo – Hace pucheros y yo sonrío.

 

- ¡Te amo! Gracias por serme fiel y amarme – Comencé a llorar de emoción

 

- ¡Siempre será así! – Me limpia las lágrimas y me da un beso en la mejilla – Amor, quería preguntarte... – Se sonroja – ¿Te gustaría salir conmigo a un día de campo?

 

- ¿Un día de campo? – Sonrío – Me encantaría.

 

- ¿Entonces este sábado? – Sonríe.

 

- ¡Perfecto, este sábado! – Sonrío – Señor Director, ¿Alguna vez le han dicho que se ve muy adorable cuando se sonroja?

 

- No digas cosas tan lindas que me sonrojo aún más – Se cubre la cara con una carpeta.

 

- ¡Estoy ansiosa por que llegue ese día!

 

- Yo también lo espero con gran expectación.

 

Han transcurrido 5 días desde que Axel me propuso la cita... nuestra relación va mejor que nunca. Casi 6 meses han pasado desde que nos conocimos, nunca me arrepentiré de haberlo conocido, él transformó mi vida.

 

Desde aquel día que vi a Julia intentando arrebatar a mi novio, no ha vuelto a aparecer en la escuela y eso me complace, así que la semana transcurrió tranquila. Pero ahora, ¿Qué me pondré para mañana?

 

Decidí vestirme con un vestido blanco, botas marrones y un sombrero. Cuando llegó la hora, le informé a mi tía que estaría en casa de una amiga por cortesía, aunque sé que no le importa. Tomé la mano de Manuel y una mochila con juguetes y caminamos tres cuadras donde Axel me estaba esperando.

 

- Hola, amor – Dije y lo besé.

 

- Te ves muy linda – Dijo tomando mi mano y haciéndome girar – Hola campeón – Dijo alborotándole el cabello a Manuel.

 

- Gracias, tú también te ves muy bien.

 

Axel llevaba una camisa blanca, jeans azules, un saco del mismo color con zapatos marrones y gafas de sol.

 

- Gracias amor – Dijo abriendo la puerta del copiloto – Vámonos.

 

- Sí, vámonos – Dije subiendo al auto y acomodé a Manuel en mi regazo.

 

Axel se subió al asiento del conductor y nos dirigimos al parque donde nos esperaba Jessica.

 

Al llegar al parque, bajamos del auto.

 

- Gracias hermanita por cuidar de Manuel.

 

- No hay problema Axel – Dijo abrazando a Manuel – Hola amiguito ¿Hoy nos vamos a divertir?

 

- Siii – Dijo Manuel emocionado.

 

- Gracias, mil gracias por cuidar de mi hermanito.

 

- No hay problema, ya lo dije… diviértanse.

 

Nos despedimos y nos dirigimos al campo; al llegar, todo estaba preparado, cerca de allí había una hermosa cabaña.

 

- ¡Es precioso! – Axel me ayuda a bajar del auto como todo un caballero – Gracias.

 

- De nada amor – Me abraza – Lo mejor para mi dama – Me besa – Vamos, dejemos las cosas allí – Señala la cabaña.

 

- De acuerdo.

 

Axel carga todo y solo me deja llevar una pequeña canasta. Entramos a la cabaña y todo está hermoso.

 

- ¡Qué lindo! – Dije entusiasmada

 

- Todo está preparado para ti.

 

Me quedé sin palabras, simplemente lo besé.

 

Axel tomó mi mano y nos dirigimos fuera de la cabaña, frente al lago. Allí él extendió una manta en el suelo y desayunamos, todo era perfecto.

 

Después, Axel se acercó a mí y me tomó de la cintura. Yo rodeé su cuello con mis brazos y nos besamos. Delicadamente, él me recostó en el suelo sobre la manta de picnic y seguimos besándonos. Fue un momento mágico.

 

De repente, él preguntó: ¿quieres nadar? Unir mis labios con los suyos fue mi forma de decirle que sí. Cuando volví a mirar a Axel, él ya se estaba quitando la camisa. Era la primera vez que lo veía con el torso desnudo y se notaba que había estado yendo al gimnasio. Me quedé admirándolo por un tiempo hasta que reaccioné, para entonces Axel ya se había metido al agua.




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