Narra Axel
Después de un divertido momento, el timbre suena indicando la salida.
- Bueno chicos, ¡gracias por todo! - Digo con entusiasmo.
- No hay de qué, señor director - Responden todos al unísono, con sonrisas en sus rostros.
Una chica se acerca a mí y me entrega un obsequio. Observo la mirada de Mía y noto un rastro de celos en sus ojos.
Narra Mía
Esa chica prácticamente se arrojó a sus brazos. ¡Qué celos siento!
- Gracias, hasta luego - Dice Axel mientras la chica se va.
Cuando todos se han ido, nos quedamos solos tú y yo.
- Oh, Mía, no me digas que estás celosa - Me dice acercándose.
- No lo estoy - Respondo enojada y volteo la mirada.
Él toma mi rostro con sus manos delicadamente, obligándome a mirarlo a los ojos.
- No tienes por qué estar celosa - Dice con ternura.
- ¿Acaso no tengo derecho a estarlo? Esa chica se abalanzó sobre ti.
- Te amo a ti y solo a ti - Dice y me da un beso en la mejilla.
- Eso espero - Respondo fingiendo seriedad - Tengo que ir a buscar a Manuel.
- Vamos, yo te llevo - Dice sonriendo.
- Tengo mi auto, ya te dije que puedo ir sola - Respondo seria.
- Y yo te dije que me tienes a mí - Me mira con dulzura - No te preocupes por tu auto, después vendré a buscarlo.
Sonrío.
- Te amo - Digo.
Observo con preocupación cómo Axel se enfrenta a la profesora Vanesa, intentando ocultar sus nervios. La tensión en el aire es palpable mientras espero a que la profesora hable.
- Estoy segura de que escuché decir "te amo" de parte de esta chica - Dice la profesora, mirándome fijamente.
Mi corazón se acelera y trato de mantener la compostura, sabiendo que cualquier malentendido podría arruinar nuestra relación.
- No, profesora, fue un malentendido. Seguro que escuchó mal - Trato de justificar, sintiendo cómo mi voz tiembla ligeramente.
La profesora Vanesa me mira con escepticismo, esperando una explicación más detallada.
- ¿Y qué fue lo que realmente dijo? - Pregunta curiosa.
- Lo que realmente dije fue "de algo". Estaba mencionando que quería hablar de algo relacionado con mi trabajo como presidenta estudiantil - Respondo, nerviosa.
La profesora Vanesa se queda pensativa, analizando mis palabras. El silencio se prolonga por unos segundos, que parecen eternos.
- Mmm... - Dice finalmente, rompiendo el silencio.
- Bueno, me voy - Digo, sintiendo la necesidad de escapar de aquel incómodo escenario - Tengo que ir a buscar a mi hermano a la escuela.
Sin esperar más, salgo corriendo de allí, sintiendo el alivio de dejar atrás esa situación embarazosa.
Respiro profundamente mientras camino hacia la salida, tratando de calmar mi corazón acelerado.
Narra Axel
Veo cómo Mía sale corriendo y solo alcanzo a decir.
- ¡No olvides tus tareas!
Pero antes de que pueda reaccionar, la profesora Vanesa se acerca y me confronta.
- ¿Crees que me van a engañar? - Dice Vanesa, con una mirada desafiante - Hace tiempo que sospecho de ustedes, así que esta vez los grabé.
Saca su celular y me muestra una grabación donde Mía y yo estamos hablando.
- Puedo explicarlo - Digo, tratando de encontrar una salida a esta situación.
- Señor director, debería pensar en renunciar a su puesto. Sabe que puedo presentar cargos en su contra - Dice Vanesa, con un tono amenazante.
- No pienso renunciar a mi cargo - Respondo, desafiante.
La tensión en el aire es palpable mientras nos enfrentamos en un duelo de miradas cargadas de emociones encontradas.
- Debería dejar a esa niñita y salir conmigo - Dice Vanesa, con una expresión despectiva.
Siento una mezcla de ira y confusión al escuchar sus palabras. No puedo evitar preguntarme cómo llegamos a esta situación y cómo lidiar con las consecuencias que podría tener en mi vida profesional.
Narra Mía
Después de llevar a Manuel a casa y ayudarlo con sus tareas diarias, me encuentro perdida en mis pensamientos mientras él merienda. La situación con la profesora Vanesa sigue rondando mi mente y espero que no sospeche nada sobre nuestra relación con Axel.
De repente, el sonido de mi celular interrumpe mis pensamientos. Es un mensaje de Axel.
"Tengo que hablar contigo en el parque cerca de mi departamento".
Termino de atender a Manuel y lo dejo al cuidado de mi amiga Valentina antes de dirigirme al parque para encontrarme con Axel.
- Mía, qué bueno que llegaste - Dice Axel con un tono serio.
- ¿Por qué me citaste aquí? - Pregunto, sintiendo un nudo en el estómago.
- No sé cómo decirte esto - Tartamudea, mostrando signos de angustia.
- ¿Qué pasa? - Pregunto, preocupada por su expresión.
- Creo que lo nuestro tiene que terminar - Dice con la voz entrecortada.
- ¿Qué? ¿Por qué? - Pregunto, sintiendo que las lágrimas amenazan con caer - Pero nos amamos.
- No, Mía, ya no te amo - Dice, cortándome el corazón con sus palabras.
- No entiendo nada - Las lágrimas empiezan a recorrer mis mejillas.
- Nuestra relación ha llegado a su fin. Adiós, Mía - Dice y se va.
Quedo paralizada, sin poder asimilar lo que acabo de escuchar. Mi mente se llena de preguntas y el dolor en mi pecho se hace insoportable. ¿Cómo es posible que haya dejado de amarme? ¿Qué ha pasado para que Axel tome esta decisión tan repentina?