Narra Mía
El silencio se hizo eco en la habitación mientras Axel y yo sosteníamos el resultado de la prueba de embarazo en nuestras manos. Los latidos de mi corazón resonaban en mis oídos y una mezcla de emociones se agolpaba en mi pecho. Finalmente, nos miramos a los ojos, compartiendo un instante de complicidad y temor.
- Es positivo - susurré, dejando escapar un suspiro lleno de asombro y nerviosismo.
Axel soltó un suspiro profundo y tomó mi mano con ternura. Sus ojos reflejaban una mezcla de alegría y preocupación.
- Mía, sé que esto es abrumador y que tenemos un largo camino por recorrer, pero quiero que sepas que no estás sola en esto - dijo Axel, su voz llena de determinación.
Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos mientras sentía una oleada de emociones encontradas. Por un lado, estaba aterrada por las responsabilidades y los cambios que vendrían con el embarazo. Por otro lado, sentía un amor inmenso por el pequeño ser que crecía dentro de mí.
- Axel, esto es... es mucho para procesar - balbuceé, sintiendo cómo mi voz se quebraba.
Axel me abrazó con fuerza, acercando su rostro al mío. Sus ojos brillaban con determinación y un amor incondicional.
- Lo sé, Mía. Pero juntos podemos enfrentarlo. Estoy aquí para ti en cada paso del camino. No importa lo que suceda, siempre estaremos juntos - dijo Axel, su voz llena de convicción.
Mis lágrimas se mezclaron con una sonrisa temblorosa mientras asentía lentamente. En medio de la incertidumbre, encontraba consuelo en las palabras y el apoyo de Axel.
- Gracias, Axel. Gracias por estar aquí, por amarme y por querer enfrentar esto a mi lado - dije, sintiendo cómo mi corazón se llenaba de gratitud.
Axel acarició mi mejilla con ternura y me besó suavemente en los labios. En ese momento, sentí la fuerza de nuestro amor y la promesa de un futuro juntos, sin importar los desafíos que se avecinaban.
A medida que dejábamos que la realidad de nuestro embarazo se hundiera, sabíamos que había muchas decisiones que tomar y un camino lleno de obstáculos por delante. Pero estábamos dispuestos a enfrentarlos juntos, con amor y determinación.
El futuro era incierto, pero con el amor y el apoyo mutuo, sabía que podíamos superar cualquier adversidad. Aunque el camino fuera difícil, estábamos listos para abrazar esta nueva etapa de nuestras vidas y darle la bienvenida a nuestro pequeño milagro.