En el Foso

CAPITULO 1. El Foso

Jasmine Fiore.

Las paredes eran de hormigón en algunas zonas mientras que por otras el cemento con fragmentos brillantes era el que dejaba un ambiente frio por todo la decoración permanente, eso hacia resaltar otras cosas.

Los colores en los grafitis, unos que además de artísticos eran épicos a su propio estilo, esos decoraban el lugar como cuadros y al otro lado del salón en donde se realizaban los actos principales siempre estaba rodeado de luz, aunque también a menudo eran de diferentes modelos y decoraciones.

Hoy nos tocaba observar un hermoso y puro blanco que iluminaba la grande y abrumadora jaula en donde dos luchadores se tumbaban a golpes en el suelo para después tratarse de poner nuevamente en pie.

Odie el simple hecho de regresar y enfrentar toda la mierda que había pasado en mi vida, aunque lo cierto era que a pesar de que me encontraba en aquel lugar no podía simplemente irme puesto que mi mejor amiga había decidido venir a ver a un par de chicos guapos de los que estaba segura, no valían la pena.

Según Isabel no era su primera vez en el foso y me lo confeso apenas el día anterior de convencerme en venir. En aquel mismo instante me debatí entre perdonarla o resentirme con ella porque no me había pedido ningún consejo en aquella absurda decisión al igual que no me había advertido al respecto o dado alguna pista. De todas maneras no tuve tiempo de tomar una decisión porque ella ya la había tomado por mí y terminamos en el lugar donde estábamos.

Nuestra amistad ya llevaba tres años y estaba segura de que sería de esas buenas que durarían para toda la vida, porque eso era lo que Isabel significaba para mí. Confiaba en ella, la conocía y me conocía a la perfección y después estaba el tema de ser como hermanas de otros padres entre nosotras. En pocas palabras, como yo no tenía hermanas biológicas había adoptado a Isabel quien se volvió mi hermana del alma y la amaba por eso, tanto que estaba dispuesta a volver a aquel horrible lugar con solo la idea de protegerla.

Ella hoy llevaba una pequeña falda negra, una muy corta y de las que no estaba acostumbrada a ver pero si conocía ya que la primera vez que había venido al Foso me había sorprendido la muy poca cantidad de ropa de las chicas en su mayoría.

Su polo era estilo top y dejaba al descubierto su abdomen en un intento de ser la chica sexy que todos querían, pero ella era bonita con sus enormes ojos negros y cabello ahora teñido de rojo oscuro con esos rulos que hacían lucir su cara pequeña para su cuerpo, por lo que a mi respectaba no necesitaba nada mas eso, ella ya era sexy. Isabel era una muñequita, y lucia casi desnuda el día de hoy.

Olvide mi pensamiento anterior y apreté los puños en mis bolsillos de mi casaca observando a los dos chicos terminar con su pelea, viéndolos realmente como a pesar de los golpes no se habían roto nada.

La gente empujaba, gritaba incoherencias y después de que se anunció al ganador, todos se volvieron más eufóricos por la próxima pelea.

– Es increíble, ¿verdad? Nada más sexy que ver a hombres semidesnudos peleando. Sudando de una manera tan deportiva.

– Agarrarse a golpes de esa manera no es deportivo Isy –puntualice y ella decidió ignorarme estirando su cuello para ver a los dos próximos chicos que se acercaban.

– Olvida tu deportividad y mira ahí. Al fin vienen…

Pues, como ella ordeno, olvide mi deportividad y después de lo que debía de ser como un estúpido zumbido se anunciaron a los siguientes peleadores.

Manson era el primer chico que apareció sacándole unos cuantos suspiros al público femenino incluyendo a mi mejor amiga y es que era guapo, como ella había acordado, pero definitivamente no mi estilo porque no me iban los pelirrubios encantadores de ojos azules como aquel chico sino más el lado oscuro de la moneda, por eso, cuando anunciaron al segundo chico, uno que tenía además de un increíble abdomen marcado y nada exagerado con un par de pequeños tatuajes a su costado me pregunte seriamente a quien encajaría perfecto en su papel literario. Bueno, yo amaba leer y eso siempre hacia a mi mente volar.

Landon tenía el cabello oscuro y unos increíbles y hermosos ojos hielo plata, si es que mi vista no me fallaba.

Su piel era blanca, sus labios con una tonalidad natural de rojo y sin duda bonitos, esos labios gruesos y no exagerados. Su nariz era respingada y sus rasgos no eran afilados ni puntiagudos sino perfectos. El balance entre el ser y no ser que todos buscábamos en la belleza. Más que perfecto, mejor que las esculturas de Miguel Ángel y eso me abrumo. Ahí delante de mí tenía a la perfección humanizada y eso me azoto porque hoy se vería sangre y probablemente sus bellos rasgos se arruinasen breve o largamente.

– Landon contra Manson. Una batalla épica que se lleva esperando hace ya un tiempo entre hermanos. Ahora damas, señoritos… hagan sus apuestas.

– ¿Son hermanos? –pregunte y sentí a Isabel reírse a mi costado.

– ¿No te lo dije? Diferentes madres pero el mismo padre. Si, son hermanos.

– ¡Que empiece la pelea entre los hermanos Green!

Despúes de ello la copa o mi reemplazo de copa porque no había lamentablemente nada mejor en este lugar como mi vaso de plástico, estaba vacío y ni siquiera recordaba en que momento había terminado con él, pero por el momento mi estómago no pedía ir por más. En cambio deje el vaso sobre la mesa y dirigí una mirada aburrida hacia el centro de la fiesta.



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En el texto hay: muertes, secuestro, amor y aceptacion

Editado: 28.01.2019

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