Jasmine Fiore
Cuando llegamos al estudio fotográfico todo era un caos.
Ese era mi resumen.
Pero era un bonito caos a pesar de que todos corrían como locos, muchos que se detenían impresionados por la belleza en tacos rojos que llevaba al lado mío.
Isabel y yo compartimos una mirada divertida y después ella busco a Angus con la mirada. No tardamos en encontrarlo porque él salió como un adonis de entre el agua, enviándolo a volar de su cabello todo hacia atrás haciendo un camino de pequeñas gotas en el aire.
Si, bueno, mi mejor amigo de cuenta nueva, tenía toda esa aura gritando “sexo” en él, aunque yo no fuese mucho del tema, pero a juzgar como casi todo el estaf aguanto la respiración cuando lo vio, deduce que mi pensamiento no estaba equivocado.
Cuando salió del agua momentos después una chica se encargó de llevarlo una toalla que con gusto acepto y después comenzó a charlar dirigiéndose hacia el camarógrafo que observaba las tomas en su pantalla.
Además de ello, cuando Angus levanto la mirada por el alboroto que hicieron los reporteros al encontrarme en el estudio de Angus, mi supuesto “novio”, me sonrió de tal manera que provocaría mariposas en el estómago de cualquiera, y eso hubiera sucedido en mí también si es que mis mariposas no estuvieran revoloteando por otro ser.
– Señorita Jasmine, ¿cuál es su relación con Angus Washington? ¿Es su novio?
– ¿O un amante? – pregunto otro.
– Queremos sus declaraciones.
– ¿Por qué motivo está aquí?
– Esta aquí porque es mi mejor amiga – se acercó Angus y todo el lugar se quedó en silencio mientras que la actividad cercana parecía haberse detenido – ¿eso responde sus preguntas?
– ¿Mejor amigo?
– ¿Se refiere a las declaraciones de la señorita Dayana?
– ¿Cuál fue la historia detrás de su rechazo?
– Cierto – respondí yo y entonces observe a la periodista que había soltado la pregunta – en el pasado estaba enamorada de Angus, mi mejor amigo, y antes de que sucediesen todos estos problemas yo planeaba recuperar mi amistad con él, como ven, las cosas se complicaron pero estoy de vuelta aquí reclamando las cosas que perdí.
– ¿Usted se refiere a que ya no siente lo mismo que antes por Angus? – la observe y después observe a Angus y sonreí, era complicado, era como si la chispa no se hubiese apagado, como si aún pudiera imaginarse que sería andar con él pero después, aparecía otro nombre en mi cabeza y me daba cuenta de que no era lo mismo. Una cosa llevaba a la otra.
– Dicen que las personas conocen a dos amores de sus vidas – comencé a hablar y de cuenta nueva todos quedaron en silencio – mi primer amor fue Angus, aquel amor cómodo y con el que fácilmente podría haber vivido pero, hay otra persona, una por la que todo está de cabeza, una a la que le debo mucho, ese tipo de amor revoltoso – murmure triste y después volví a sonreír.
– ¿Usted está enamorada? – vi las cámaras y me contemple a mí misma en el reflejo. Bien, esto era tan fácil.
– Eso parece – y observe a Angus quien me entendió con la mirada
– Bien, ahora para aclarar los rumores, la señorita Dayana ha hecho el favor de aceptar una entrevista – hablo Angus en el mismo momento en que Dayana, aquella mujer que me provocaba ganas de golpearla, aparecía envuelta en un vestido blanco representando lo que nunca seria.
– Queremos una entrevista con ustedes dos – hablo otro reportero y Angus negó con la cabeza.
– Deberían de preguntarle a Dayana, de hecho, estoy seguro de que esta vez ella si será sincera con ustedes en esta ocasión, ¿verdad Dayana? – rio Angus y ella asintió pálida observándolo para que un segundo después los miembros del estaf estuvieran sacando a los periodistas enviándolos de vuelta a la zona en donde anteriormente se encontraban, donde ahora esperaba Dayana.
– Así que estas enamorada – se burló Angus.
– Si – respondió e Isabel apareció a mi lado de nuevo – de alguien guapo.
– ¿Lo conozco? – siguió Angus y yo negué con la cabeza.
– No lo sé.
– Por otro lado linda, que soy un ¿“amor cómodo”?
– Bueno…
– Lastima, este amor cómodo te hubiese dado mucha felicidad.
– Entonces… – hablo Isabel cambiando el tema de conversación.
– Entonces ya tendremos tiempo para eso después, ahora quiero verte trabajar – y lo empuje de vuelta hacia las cámaras emocionada – a ver cuánto has mejorado.
– Y eso que antes no lo querías ver ni en fotos – hablo Isy pero la calle con un pequeño codeo en las costillas cosa que soltó una fuerte carcajada en mí mejor amiga.
– Eres graciosa.
– Es cierto.
Bueno, en realidad teníamos dos motivos para estar en la sesión fotográfica de Angus, la primera era que en verdad quería verlo trabajar y conversar con él. La segunda razón era la fiesta de los Green a la que estaba invitada y lo cierto era que necesitaba un asesor, nadie mejor que mi mejor amigo para ello y en parte, había ido para saber si era buena o mala idea asistir a aquella fiesta.