Isabel Welklyn
No había hablado con mi mejor amiga porque ella tenía muchas cosas de las que debía de preocuparse y yo no quería decirle sobre lo que sucedía sin estar segura.
Todo había empezado después de que Jasmine regresara a la universidad con la aparición de Manson, el chico gay quien aparentaba heterosexualidad observando al hermano de mi mejor amiga quien la habia ido a ver. Yo me sentí furiosa por algún motivo, lo más probable era por no haberme llamado para decirme como estaban las cosas pero también, después de afrontarlo me di cuenta de que era porque alguna parte mía lo había extrañado.
No deje que se acercara a Sam y me lo lleve para tener una “breve” charla con él, cosa que se prolongó y tuve que enviar un mensaje a mi mejor amiga diciendo que tenía otro asunto que atender.
Ese día yo había dormido con Manson quien solamente había acareado mi cabeza provocando que nuestra charla terminara conmigo dormida a su costado. Él no había hecho nada y yo había esperado que diese algún paso conmigo, yo había estado dispuesta pero suponía que todo el hecho de ser gay tenía mucho que ver.
Fue entonces cuando me di cuenta de lo desesperada que me sentía por su afecto y de que yo no actuaba así, pero estaba enamorada de Manson, del tierno Manson que había ignorado a Landon cuando era niño y se había arrepentido después, estaba enamorada del Manson que estaba dispuesto a dejar su secreto por proteger a los suyo y del Manson que era abierto con lo que decía brindando toda su opinión al respecto.
Yo le quería y saber que no podría ser nada más me dolió, pero no me rendí, yo seguí saliendo con él riendo de verdad sobre todo lo que compartíamos y entonces me había entregado una invitación para la fiesta de su padre.
Él me había dicho como se estaba comportando el estúpido de su hermano por culpa de la hermosa chica que yo tenía como mejor amiga y entonces pensamos en unirlos porque ambos eran tan tontos como para darse cuenta de sus sentimientos.
Entonces… un día antes de la fiesta yo estaba con Sam, creo que el chico de quien se había enamorado Manson, ambos conversábamos y él dijo algo pero me distraje y Sam se molestó… entonces el hermano de mí mejor amiga, prácticamente mi hermano menor, me beso.
Las palabras que sonaron a continuación me dejaron sin palabras y eso es mucho decir porque todo lo que podía ver era el rostro de Manson con aquel rubio cabello que me había distraído sintiendo un nido en el estómago.
¿Lo había visto?
Me sentí con ganas de explicarle aquello pero la furia que vi en los ojos del muchacho me dejó en mi lugar. Sam se había girado a verlo y después a mí y entonces se había ido molesto.
Yo me quede parada en mí mismo lugar pensando en que los dos hombres que más amaba en el mundo aparte de mi padre me habían dejado y por eso cuando llegue a casa no llame a mi mejor amiga, solo le envié un mensaje de texto pero aquella noche llore por la culpa que se había sembrado en mí.
¿Cómo no lo había visto venir?
¿Tan estúpida era Isabel?
Llamaron a la puerta más de una vez y yo me encontré deseando que no supieran que estaba en mi habitación. Ellos se rindieron al cabo de una hora y dejaron la comida en la puerta por lo que agradecí cuando mi estómago comenzó a hacer una protesta a causa de la hora.
No se lo dije a Jasmine porque esperaba hacerlo hasta después de que ella terminara “feliz” con Landon, pero, faltaría mucho para ello.
Al día siguiente cuando fingí que me encontraba bien y actué nuevamente como Isy sabía que en el fondo tenia tanto terror como mi mejor amiga de encontrarme en la fiesta no solo a Sam sino también a Manson.
¿Qué le diría? ¿Qué Sam me beso para molestarme? ¿Qué él no sentía nada por mí? ¿Qué yo no sentía nada por él? Y luego me di cuenta de que estaba desesperada porque quería que sintiese celos de Sam y no de mí.
Entonces aparecimos en la fiesta y las cosas parecían marchar bien a excepción de que Sam no me veía a la cara cuando me hablaba cosa que fue aceptable porque yo había estado mirando a Manson después de que él me besara con un bonus de que no había respondido a sus sentimientos como él hubiera querido.
Entonces Manson apareció con una sonrisa que me asusto por lo deslumbrante y loca que era para rodearme con un brazo de la cintura levantándome del suelo en un perfecto giro.
Luego paso a depositarme de nuevo en el suelo solo que él no dejo escapar mi asombro y apretó sus labios contra los míos con tal delicadeza que provoco un estallido de mareos en mi.
Manson me había besado.
Él me había besado después de que había prometido no volver a hacerlo, después de que había afirmado que no podía engañarme ya que yo era importante para él, como una amiga.
Quede perpleja.
Después de todo aquello yo lo había conducido al pie de las escaleras lugar en donde él había señalado que podíamos encontrar un lugar libre. En mi cabeza seguía la imagen de los labios suyos acercándose a mí pero también la fiel imagen de aquel muchacho sospechoso que nos había visto dar tal espectáculo.