Una fuerte luz comenzó a llevarme por completo, al despertar estaba en un lugar muy hermoso, era un bello jardín con dos árboles de manzano y un cerezo, cuando miré hacía arriba, me percaté que no había sol, pero que existía una luz la cual habitaba en aquel lugar, cuando me levanté, frente a mí había un niño más pequeño que yo, era muy blanco, con unos rizos dorados y unos exóticos ojos violeta intensos, me miraba con una cálida sonrisa.
Su voz me parecía muy familiar
Dicho esto, saltó a mí y me dió un cálido abrazo, sentí su calor, su ternura, antes de darme cuenta ya se lo había regresado.
Me tomó de la mano y ambos nos pusimos a correr, dimos varios saltos y jugamos a la ronda juntos, cuando nos soltabamos, caiamos al suelos, esto no dolía, a pesar de sentir el golpe del suelo, al levantarnos nos poniamos a reír y continuar jugando.
Esta frase la respondió con una quebrada voz.
Nos paramos y seguimos jugando, a las escondidas, al pillarse, e incluso a trepar aquellos árboles, lo cuales emanaban un exquisito aroma.
No se cuanto tiempo habrá transcurrido, pero fue de los mejores que haya tenido en mi vida, en un momento me acosté en el pasto, uno que no me producia comezón.
Cerré los ojos por un momento
Una gran sorpresa me pegó a mí, al ver que estaba en el comedor de mi casa.
Me miró con gran sorpresa
Dicho esto, se fue.
«A qué se debió su reacción», pensé extrañado
Me levanté para ir al baño.
«Por lo que veo, todo fue un sueño», pensaba triste, «Ese lugar era tan precioso, comprado con esta casa, con esta vida»
Camino al baño, me encontré con mi madre, quien me miró con extrañeza, a tal punto que no me dijo nada y me ignoró por completo, lo cual fue para mejor para mí.
Cuando llegué al baño, pude entender porque, al mirarme en el espejo, ví que mi cuerpo no tenía ninguna marca, como si nunca me hubieran golpeado, me saqué la polera, aquellos cortes y moretones, no existían, mi cuerpo estaba totalmente sano.
El resto del día fue muy tranquilo, obviamente que las sombras me acompañaban o acosaban, nunca lo entendí totalmente en esa época, pero esta vez era distinta, pues una pequeña luz, muy brillante apareció, la reconocí, era la misma que me estaba viendo cuando había sido atacado por Helena y Joaquín.
Su luz era totalmente blanca, me llenaba de tranquilidad, me sentía feliz, cuando la tocaba sentía un calor que estaba lejos de quemar, pero emanaba aquella energía.
Luego de mucho estar pensando.
La esfera de luz se limitó a revolotear energéticamente de arriba a abajo
Su respuesta fue moverse de izquierda a derecha continuamente.
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Editado: 12.11.2024