En el Más Allá

Capítulo 11: Caminante de sueños 

Miraba com aquel tipo llegaba hasta pararse frente a mí.

«Mierda, voy a tener que pelear, esto me puede tomar tiempo, para bien o mal», pensé,

  • «Acaso tienes miedo» comentó Gabrielle - «Tú puedes hacerlo, solo hace lo que viste en tus sueños»

«Tú sólo estás mirando», pensé molesto

  • «Eso es, concentrate en la ira que brota de tí, debes aumentarla» - comentó - «Te voy a guiar, en su momento fuí un gran peleador, alguien de gran temer, por lo cual te daré consejos muy importantes»

«No sé si eso sea un gran alivio», pensé aún más molesto.

  • «Mira fijamente todo, sin perder de vista al que te amenaza» - comentó.

Al ver todo, me dí cuenta de un solo detalle, el vino sólo, por lo cual sería un uno a uno, por lo cual se me ocurrió un plan.

  • Además de intruso, me estás ignorando - gritó mientras me lanzaba un golpe - para que aprendas a no meterte en otros lugares.

Su golpe era muy amplio por lo cual evitarlo fue muy sencillo.

  • Oye es necesario pelear - trato de negociar - para que actuar con violencia.

Sentía la sangre hervir en mi ser, como la adrenalina se aumentaba.

Siguió lanzando golpes los cuales pasaban lejos de mi.

Acaso vas a escapar como un marica? dijo molesto eres un puto marica

Gabrielle me indicaba antes con precisión cada movimiento que harian en mi contra, evadirlos era fácil.

Eso que ves ahi, se llama abertura me mostró en  la mente un espacio que era accesible Si quieres dañarlo, golpealo en esa zona.

Cuando me lanzó un derechazo me pase por dicho lado y presione su costado con mi mano izquierda

En verdad no tenemos que pelear comente tranquilo dejemoslo así.

Se dio vuelta y me percate que se sorprendió al verme como le sonreía

  • Callate  marica - vociferó irritado - voy a romperte esa sonrisa
  • Deseaba que me dijeras eso - respondí alegre

La calor aumentó de golpe alrededor, evadi un último golpe.

Concéntrate en tu ira grito dentro de mi cabeza Gabrielle al cuello

En ese momento sentí lo mismo que cuando lo conocí y me hizo rabiar mi otro yo, descargue toda mi fuerza sobre el cuello de él, explotó una llamarada de fuego que le hizo saltar por los aires mientras se incendiaba. Cayó al suelo sonoramente, miré mi mano, tenía un llama, sentía su calor, su poder, pero no me quemaba.

Los demás que estaban presentes me miraron sorprendidos.

  • Es un demonio - exclamó alguien asustado - es otro demonio que no aparece.
  • No soy un demonio - respondí mientras me acercaba a mi agresor - Solo soy un caminante de los sueños.

Puse mi pie sobre él con el cual aplasté su pecho con todo mi peso.

  • Suéltame - gritó con dolor -Por favor, hazlo.
  • Si yo fuera el que estuviera allí, lo habrías hecho? - dije soberbio - Te pedí que me dejaras pasar, que evitaramos esta situación, pero preferiste la violencia sin sentido.

Su compañeros corrieron en su ayuda.

  • Quédense allí - amenacé con la llama en alto - Si se acercan voy a matarlo y luego vendrán ustedes, juro que los elimino.
  • Es posible que ocurra que eso? - dijo un moreno alto.
  • Les daré una prueba que les puede afectar el mundo físico - grité - miren y aprecien.

Levanté a mi agresor del cabello hasta mi cintura, la llama sigue encendida, pisé su mano derecha con el pie de mi mismo lado, «Si ejerzo la presión suficiente, le hueso debería ceder», pensé recordando los libros de biología que alguna vez tomé de la biblioteca.

Dió un grito de dolor aún más sonoro

  • Mañana pasaré por aquí y tú me dejarás pasar tranquilo, de acuerdo? - le susurré - Estamos en un trato, sin problemas.
  • Si, acepto - gritó adolorido - ahora suéltame.
  • Me alegro que hayas aceptado - dije jubiloso - ahora cerraremos el trato.

Apoyé mi otra pierna en su codo, con un poco de esfuerzo esta crujió como si una tabla seca se rompiera, su brazo se dobló a la inversa.

Sus gritos de dolor resonaron por todos lados.

EScuchaba una voz que provenía de él, pero sin que la articulara:«Por favor, que no le haga daño a ellos, por favor», concluí que eran sus pensamientos, pude sentir su dolor y desesperación que sentía en su ser.

Lo dejé, solo para que chocara con el suelo como un saco de papas, para luego tomarse el brazo roto mientras se quejaba.

  • Porqué hiciste eso - gritó uno de ellos - eres un maldito.
  • Me han dicho cosas peores - respondí tranquilo - Era nuestro sello del trato, ustedes no me molestarán más y yo pasaré cuantas veces quiera.

El más alto se puso en posición de guardia, su mirada demostraba mucho miedo.

  • No lo ataques - grito el del suelo - no lo hagan…

Luego se desvaneció.

  • Quién eres tú? - preguntó el moreno - dinos.
  • Por Qué debería decirlo - contesté - fueron muy descorteces al recibirme.
  • Lo lamentamos - respondió - pero a veces por acá han pasado seres muy peligroso, hemos tenido que ser agresivo con aquellos que pasan por estos lugares. Veo que eres alguien que puede dar al diálogo, podríamos conversar un momento.
  • No se cuanto tiempo tiempo tengo - respondí - pero adelante, puedo conversar unos momentos, expliquen, qué han visto por acá y quienes son.

Apague la llama.

  • Somos un grupo de amigo que nos encontramos hace un tiempo por acá- comentó el moreno - me llamo Joseph y quien golpeaste se llama Rodrick, nos protege en este lugar. Muchas veces nos ha pasado que aparece alguien, nos acercamos y luego nos daña de alguna manera, una vez incluso algo se llevó a un amigo que nunca más apareció, luego cuando lo encontramos en la vida real, estaba en estado de coma, así mismo también nos conocimos, luego formamos este equipo de supervivencia, aun así acepto que nos hemos sobre pasado, al niño que está allí, con el cual hablaste, los golpeamos pues mandó a volar a uno de los nuestros, algo hizo, sonó como un disparo, pero solo ocurrió una vez, luego llegó y no lo molestamos más, más allá de eso, nada más ocurrió. Por favor confía.
  • Los comprendo, espero que ahora no podamos tener más problemas - respondí - Me llamo, Anthony, ahora quiero que me respondan, saben de donde vienen aquellos quejidos, llantos.
  • No lo sabemos - respondió Joseph - No nos hemos atrevido a explorar, nuestra visión es baja no más de tres metros, si algo aparece , nos vería antes que nosotros a aquello.
  • Tienen miedo de avanzar, es entendible desde su punto de vista, su visión es muy baja - respondí pensativo - También he encontrado cosas peligrosas, al menos mi visión es muy amplia, no sabría decir cuanto alcance tengo, pero me es muy útil.
  • Eso es muy bueno para tí - respondió - si te lo planteas, podrías….. unirte a nosotros, serías un buen integrante para este mundo.
  • No quiero - respondí - No me interesa hacer alianzas con ustedes.




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