En el Más Allá

Capítulo 15: Junto a mí

A esta altura de la noche no se que hora era, por lo cual debía apurarme en ir.

Apresure el paso aún más hasta que al fin llegué al área donde usualmente la encontraba.

Me puse a buscarla a partir de la presencia, aunque esto último podía ser inútil, pues mi rango de visión era más extenso.

  • Valeria estás aquí? - pregunté al aire - Soy Anthony, vine a nuestro encuentro.
  • En verdad eres Anthony - escuché a la distancia.
  • Si, lo soy, aparece - respondí.

Asomando de un muro apareció ella, pude apreciar su pelo largo pelo como colgaba. Apenas me vió salió corriendo hacia mí.

  • Muchas gracias por venir - exclamó - cuando no te ví anoche, temí que no volvieras.
  • Te creo, yo también temí que no volviera a verte - respondí - estaba preocupado.
  • Gracias - respondió sonriente.

Le extendí la mano.

  • Ven conmigo  - dije sonriendo - toma mi mano y volveremos a ese jardín.

Fue fácil notar que no se lo pensó dos veces, a penas pronuncié aquellas palabras corrió hacia mí, me envolvió el brazo con su cuerpo y de inmediato nos teletransportamos, una vez más, el proceso fue algo más lento, aunque no tanto como la primera vez, en el milisegundo antes que nos fuéramos, pude divisar a lo lejos unas figuras que se acercaban muy rápido.«¿Serán los cazadores o algo más?».

Pero eso ya no importaba, por el hecho que nos encontrábamos en el aquel maravilloso Jardín. Donde al llegar Valeria se dejó caer en el suelo de espalda, acostando en el proceso, usaba un largo vestido rojo, el cual ondeó mientras caía.

  • Lo siento - dijo enrojecida - me dejé llevar, este lugar es muy bonito.

Mientras se aplastaba la ropa, evitando que pueda verse su ropa interior.

Me pude dar cuenta que ya no tenía tantas marcas en su cara, incluso era más notorio el blanco de su piel.

  • No te preocupes, relajate - comente - este lugar es para relajarse.
  • Gracias - respondió - este lugar es como un paraíso.
  • Bueno, ahora que lo dices tienes razón - respondí pensativo
  •  es bello, resplandeciente, siento mucha paz  - exclamó - ¿Cómo lo encontraste?

Me senté en el suelo junto a ella.

  • No lo encontré - expliqué - me lo regaló un gran y quien a sido mi mejor amigo.
  • sorprendente - exclamó - Tu amigo es grandiosos si pudo regalarte este lugar solo para tí, donde está, lo puedo conocer.
  • Me encantaría que pudieras hacer - dije mientras mi voz quebraba - pero el ya no está conmigo.

ME detuve en ese momento, no pude concretar la frase: “pero él ya no está conmigo, me lo arrebató un monstruo hace muchos años”.

Me esforcé para no romperme en llanto, pero no fue muy complicado, ya que todo ese dolor y tristeza, se transformaron en rabia y frustración.

Puso su mano sobre la mía, esto me exaltó, sentí su suave tacto, su calor en mi piel. Esto trajo en mí una inmensa paz en mi interior.

  • Yo sé lo que es perder a alguien importante - comentó - mi padre nos abandonó hace poco tiempo, aún mi madre ya tiene a otro hombre.

Ahora su voz comenzó a romperse en llanto.

La miré, solo para notar que comenzaban a caer lágrimas por sus mejillas.

  • Veo que eres muy madura en tu forma de actuar - comenté mientras refregaba la mano en su cabeza - Yo quiero escuchar tus palabras, pero tu estás dispuesta decirlas, hazlo solo si estás preparada.
  • Muchas gracias, puedo hacerlo - dijo sollozando - el nuevo hombre de mi mamá es muy malo conmigo, me hace y mamá lo apoya en todo.

En ese momento la miré perplejo. «Acaso ese hombre la tocó?», pensé molestandome.

  • Qué te ha hecho? - pregunté nervioso - el te ha tocado.

Me miró cabizbaja.

Tragué saliva, a medida que surgía una gran rabia desde mi interior.

  • Por favor cuentame, ¿que te ha hecho? - comenté - estoy aquí para apoyarte.
  • De acuerdo - respondió - me golpea, molesta y dice cosas muy malas.
  • Puedo decir que siento lo mismo - dije.
  • Además que extraño a mi padre, me trataba muy bien - dijo - en cambio ahora su familia no puede ver, y tengo que estar con los hermanos  y sobrinos de mamá e incluso los familiares de la nueva pareja de mamá, quienes me tratan muy mal.
  • Veo que tienes una familia donde tanto madre y su pareja que no es tu padre, te tratan muy mal por igual - comenté - se perfectamente como te sientes.
  • Hablas en serio? - dijo sorprendida - ¿me puedes contar de tí?
  • Pues vivo con dos personas que supuestamente son mis padres - dije - donde me atacan verbalmente e incluso me han producido daño físico, tengo el desprecio de Joaquín, junto al odio de prácticamente toda su familia y de Verónica, pues simplemente tiene la mente muy retorcida
  • Verónica y Joaquín, dices que son tus supuestos padres - dijo extrañada - ¿Porque lo dices, que no lo son?
  • Conocí a mis padres reales en uno de estos sueños - dije feliz - están otro mundo.
  • Otro mundo -dijo aún más extrañada - que es eso?
  • Es básicamente un mundo igual a este - expliqué - pero donde las circunstancias ocurrieron de una manera distinta algunos aspectos
  • Y es posible que exista un mundo así, es increíble - comentó - y puedes ir para allá?
  • Ya estuve dos veces allí - respondí - de hecho por mis cálculos yo vengo de ese mundo, un día dormí y me trajeron a este lugar empezando una vida desde el principio, desde el nacimiento hasta la actualidad, hace unas semanas volví, pero terminé regresando, quedando encerrado por no se cuanto tiempo.
  • Eso suena muy mal - respondió - veo que nos parecemos.

La miré perplejo, luego analicé y tenía razón.

Luego pase a mirarle con una extensa sonrisa y le puse la mano sobre el hombro.

  • Tienes razón - comenté sonriendo - pero al menos ya no estamos solos para soportar todo esto.
  • A qué te refieres? - comentó extrañada.
  • Quédate a mi lado - exclamé - dame tu mano y sígueme, te enseñaré a sobre pasar esto, yo estoy avanzando en ese camino.
  • ¿Hablas en serio? - dijo con la voz quebrada - mi papá me dijo lo mismo y no lo veo hace más de un año, ¿no vas a abandonarme?.
  • Si tu quieres vamos a estar juntos - comenté - quedate junto a mí.
  • Pero tú te vas a otro mundo - comentó sombría - me vas a abandonar.
  • Calculo que si yo pude ir, tú también lo podrás - respondí pensativo - tú también vas a poder venir conmigo,¿ te gustaría venir conmigo?
  • Sí, voy contigo - exclamó feliz - quiero ir.
  • Pues bien, ya está decidido - dije sonriente - cuando llegue el momento, iremos juntos a un nuevo mundo, una nueva vida.
  • Suena lindo - comentó jubilosamente - muchas gracias.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.