No puedo creer todo aquello que pasó, es todo tan surreal, Ogros provenientes de otras dimensiones, un amor tan puro, dulce, tierno y extraño, ahora entiendo cómo llegó a conocer a aquella muchacha: Aratani, muy interesante, y porque se hacía llamar con la hermana..
«Se parece a Valeria», cruzó el pensamiento por mi mente.
Le dio una carcajada.
Guardó un momento silencio, al punto que creí que incluso me había dejado hablando solo
Al levantarme, sentí aquel mareo extraño que tengo cada vez que realiza un viaje al akashico, pero me sobrepongo para continuar en lo mío.
Así pasé la mañana, ordenando lo necesario para ir al colegio, además de mi mochila par salir más tarde, luego tuve que contarles a Joaquin y Verónica, acerca de que me enliste a Cheerleader, quienes solo se burlaron pues decía nquera para niñas, a pesar que entrenan en su mayoría hombres, al menos al club que iré.
Ambos se reían ante sus palabras que no tenían sentido alguno.
Ambos estallaron de risa aún más.
Ya para ese punto, tras escuchar todas las estupideces que me decían, ya estaba comenzando a molestarme, por lo cual decidí contar mentalement hasta cien, mientras apretaba las manos, pero no quería tener problemas, por lo cual simplemente me fuí, para evitar retrasar y tener problemas que me impidan salir.
Me fuí por el camino de siempre, pasando por la casa donde estaba aquel perro que me mordió, el cual siempre está en la reja, el cual ladrando cuando pasó, a veces veo al dueño, quien mira con ojos asesino siempre, en cualquier momento siento que vendrá atacar, espero estar preparado para cuando pase, pero a pesar de todo, lo único que me interesa o quiero conseguir es volver a verla a ella, aquella mujer que se parece mucho a mi madre en la otra dimensión, donde tengo padres que me aman. Siento si por verla otra vez, debo pasar por aquí, valdrá completamente la pena, a veces me pregunto cómo se llamará y cómo será su esposo, serán las versiones de ellos dos en ese mundo.
Tras ese desvió tomé un mini bus, para ir a mi destino.
Cuando llegué a la casa, la madre de mi amiga me recibió muy sonriente, al punto que me abrazó, poniendo suspecho sobre mi cara, pero más allá de esto, se sintió muy cálido.
Subí por las escaleras que estaban al final de un pasillo, tras el salón principal, que quedaba luego de la entrada, la escalera era caracol, arriba daba con otro pasillo que conectaba todas las habitaciones, al fondo estaba el baño principal, junto a este, se encontraba la habitación de mi amiga, que al llegar hice lo que siempre hacía, tal cual me dijo ella, que solamente entrará, para mí era innecesario tocar la puerta. Por lo tanto hice como siempre, al abrir la puerta me encontré con Marcela, quien giró su cabeza, su rostro se puso totalmente rojo, Marcela se encontraba frente al espejo que era más alto que ella, aunque traté de contenerme, no pude evitar verla de la cabeza a los pies, pues esta estaba vistiendo únicamente en calzones rosados que tenían unos dibujos que no pude distinguir por los metros que nos separaban, además de unas calcetas blancas rayadas con rojo.
Ella asintió lentamente, mientras yo cerraba la puerta tras de mí.
Pasé al baño tal cual dije solo para mirarme al espejo y mojarme la cara.
Me volví a mojar la cara, tratando de no recordar la figura de Marcela, a quien la ví casi desnuda, su abdomen, el ombligo, sus pechos que están empezando a desarrollarse.
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Editado: 12.11.2024