En el Más Allá

Capitulo 25: Tiempos Familiares

No puedo creer todo aquello que pasó, es todo tan surreal, Ogros provenientes de otras dimensiones, un amor tan puro, dulce, tierno y extraño, ahora entiendo cómo llegó a conocer a aquella muchacha: Aratani, muy interesante, y porque se hacía llamar con la hermana..

«Se parece a Valeria», cruzó el pensamiento por mi mente.

  • Debió ser solo una confusión - comenté acostado en mi cama - O una simple casualidad, debe ser eso.
  • «Las casualidad no existe, Anthony» - Dijo Gabrielle - «Solamente ciertas situaciones que a veces no podemos comprender o asimilar o simplemente: lo inevitable»
  • ¿Sabes algo al respecto? - dije intrigado.
  • «De hecho no - respondió - simplemente que algo así no se puede dejar al aire».
  • Sigues tan extraño como siempre - exclamé riendo - tal cual te recordaba,

Le dio una carcajada.

  • «Parece que viajar te afecta mucho la mente» - comentó riendo - «Es parte de la experiencia, experiencias que te permitirán aprender»
  • A esta altura de tu vida, es algo que ya debes saber - comenté tranquilo - conocimiento que es algo normal en ti y debió ayudarte en tu existencia terrenal.

Guardó un momento silencio, al punto que creí que incluso me había dejado hablando solo

  • Te equivocas, Anthony - respondió melancólico - pero es algo que lamentablemente, deberás vivir, para ver qué ocurre, no puedo acceder por completo, hay algo…
  • Bueno, todo se sabrá a su momento - respondí tranquilo - en fin, será momento de moverse, a preparar las cosas para el día, en tres días empiezan las clases.

Al levantarme, sentí aquel mareo extraño que tengo cada vez que realiza un viaje al akashico, pero me sobrepongo para continuar en lo mío.

Así pasé la mañana, ordenando lo necesario para ir al colegio, además de mi mochila par salir más tarde, luego tuve que contarles a Joaquin y Verónica, acerca de que me enliste a Cheerleader, quienes solo se burlaron pues decía nquera para niñas, a pesar que entrenan en su mayoría hombres, al menos al club que iré.

  • Mira ahora entiendo porque salías mucho a la casa de tu amiga en estas vacaciones - exclamó Joaquin burlándose - incluso pensé que te convertirías en un hombre.
  • Que va a ser hombre este niño . dijo Verónica riendo - se mehace que solo es un enfermo homosexual.

Ambos se reían ante sus palabras que no tenían sentido alguno.

  • Ya les avisé, he cumplido - exclamé - en fin, me voya la casa de MArcela, tenía un compromiso con ella esta tarde, no vemos,
  • Si, te creo que tenías un compromiso - vociferó burlista Joaquín - maquillarse y probarse faldas.

Ambos estallaron de risa aún más.

Ya para ese punto, tras escuchar todas las estupideces que me decían, ya estaba comenzando a molestarme, por lo cual decidí contar mentalement hasta cien, mientras apretaba las manos, pero no quería tener problemas, por lo cual simplemente me fuí, para evitar retrasar y tener problemas que me impidan salir.

Me fuí por el camino de siempre, pasando por la casa donde estaba aquel perro que me mordió, el cual siempre está en la reja, el cual ladrando cuando pasó, a veces veo al dueño, quien mira con ojos asesino siempre, en cualquier momento siento que vendrá atacar, espero estar preparado para cuando pase, pero a pesar de todo, lo único que me interesa o quiero conseguir es volver a verla a ella, aquella mujer que se parece mucho a mi madre en la otra dimensión, donde tengo padres que me aman. Siento si por verla otra vez, debo pasar por aquí, valdrá completamente la pena, a veces me pregunto cómo se llamará y cómo será su esposo, serán las versiones de ellos dos en ese mundo.

Tras ese desvió tomé un mini bus, para ir a mi destino.

Cuando llegué a la casa, la madre de mi amiga me recibió muy sonriente, al punto que me abrazó, poniendo suspecho sobre mi cara, pero más allá de esto, se sintió muy cálido.

  • Que gusto verte Anthony - exclamó sonriente la señora Brenda - me alegro mucho que haya podido venir, Marcela está en la habitación,se estaba arreglando, así que si quiere, pase a verla directo, debió terminar, pues se bañó hace más de una hora.
  • Muchas gracias por el recibimiento - respondí alegre - con su permiso.

Subí por las escaleras que estaban al final de un pasillo, tras el salón principal, que quedaba luego de la entrada, la escalera era caracol, arriba daba con otro pasillo que conectaba todas las habitaciones, al fondo estaba el baño principal, junto a este, se encontraba la habitación de mi amiga, que al llegar hice lo que siempre hacía, tal cual me dijo ella, que solamente entrará, para mí era innecesario tocar la puerta. Por lo tanto hice como siempre, al abrir la puerta me encontré con Marcela, quien giró su cabeza, su rostro se puso totalmente rojo, Marcela se encontraba frente al espejo que era más alto que ella, aunque traté de contenerme, no pude evitar verla de la cabeza a los pies, pues esta estaba vistiendo únicamente en calzones rosados que tenían unos dibujos que no pude distinguir por los metros que nos separaban, además de unas calcetas blancas rayadas con rojo.

  • Pasaré al baño - dije tratando de mantener la calma - me avisas cuando termines.

Ella asintió lentamente, mientras yo cerraba la puerta tras de mí.

Pasé al baño tal cual dije solo para mirarme al espejo y mojarme la cara.

  • Pero que mierda hice - me dije susurrando - debí tocar la puerta, decir que era yo, algo, pues la señora me dijo que se estaba arreglando incluso se había bañado.

Me volví a mojar la cara, tratando de no recordar la figura de Marcela, a quien la ví casi desnuda, su abdomen, el ombligo, sus pechos que están empezando a desarrollarse.

  • No, debo tenerle respeto - me auto reclamé - no puedo pensar en aquello.




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