Tras darnos aquel beso, nos sentamos en la cama, nos miraron y sonreímos tímidamente, el uno al otro, ante lo que recién había ocurrido.
Algo había cambiado, luego de aquello, sentía la cara afiebrada, la sangre en mi cuerpo recorría con gran potencia, mi corazón golpeando mi pecho. Vi a Marcela, quien con una mano en el pecho y la otra entre sus piernas, aplastando su camisón.
Ella se acercó al gran ropero que tenía en su habitación, este tenía otro espejo con su tamaño, del cual sacó ropa que empezó a tirar a su cama, entre las cuales figuraba, interior, pantalones, polera y una toalla. Yo retiré de mi mochila mi toalla.
Fuimos al baño, donde estaba la tina, al abrir la cortina descubrí que era grande, para mí tamaño, de hecho pasó por mi mente que fácilmente podríamos bañarnos al mismo tiempo.
La miré sorprendido.
Su sonrisa no era normal, escondía algo, era como más malévola.
La miré extrañado.
Se levantó un poco el camisón, mostrando más sus piernas
La situación se estaba poniendo algo espeluznante para mí, se levantó la falda, mostrando el borde de sus calzones.
Se levantó la ropa, mostrando hasta el ombligo, la miré por un momento, luego desvié.
Se dejó caer la ropa, al verla bien, su rostro estaba aún más enrojecida.
Se acercó y me dió un beso en la mejilla.
Me dio una risa nerviosa.
Esbocé una sonrisa cariñosa, que ella respondió.
volví a la la habitación, donde abrí las camas para ventilarlas ambas por unos minutos, abrí las ventanas, que estaban junto a la armario, al asomarme en ella pude comprobar que había una buena vista, di una refrescante bocanada de aire, esto me hizo sentir cierta nostalgia, siendo algo que me agradaba, volví a las camas, primero ordené en la cual dormí, cuando estaba a punto de guardarla, me di cuenta que Marcela había dejado la ropa en la pieza, por lo cual vendría luego a vestirse, la tome, iba a dejarla en la silla que usaba para dejar ropa, pero grande fue mi sorpresa que esta ya tenía ropa usada.
«Si la ropa que usó ayer, estaba en la bañera, está es.. bueno es cosa suya», pensé riendo.
Tome la ropa que iba a usar, la puse en la cama que dormí y aproveché de ordenar la cama superior,al terminarla, estaba estirada, regresé la ropa encima y guardé la cama.
Al ver que no había más que hacer, fuí a la ventana, donde me apoyé, para volver a aquella vista, donde daba al patio trasero, en su parcela.
A los pocos minutos escucho la puerta abrir y cerrar.
Como estaba junto al ropero, que a su vez estaba detrás del Televisor, no podíamos vernos, a lo cual cerré de la ventana, esta no hizo ruido, salí al descubierto y tomar mi turno de baño.
Lo que vi en ese momento superó cualquier cosa que haya visto hasta ese momento en las últimas horas, ya no estaba en ropa interior, estaba completamente desnuda, mientras tenía la toalla secándose parte del pelo, este se puso divertidamente ondulado, epro no era momento de pensar en aquello.
Chocamos miradas, sus ojos completamente abiertos y pálida, posiblemente yo también esto ya no era un juego como hace unos minutos atrás, no pude evitar verla una vez más de los pies a la cabeza,guardando su figura en mi cabeza.
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Editado: 12.11.2024