En el Más Allá

Capítulo 28:Una Batalla Mortal

La caída se sentía eterna, era un real pozo sin fondo, estoy asustado, pues sabía que cuando tocara el suelo me dolería, pero lo más probable era que moriría por impacto, incluso dentro del Más allá, mi cuerpo no podría soportar tal golpe..

  • «No te preocupes Anthony» - escuché en mi mente - «Alguien logró hablar enviarme un mensaje por ti»

Abrí los ojos, la presión del viento era tan fuerte que tenerlos así era difícil, veía el suelo como se aproximaba a él, vi como detrás mío venía una sombra persiguiéndome, la cual tenía negras alas extendidas.

Sentí otra presencia más, al girar a mi izquierda, pude notar que algo venía por mí, antes de girar completamente, la fuerza que generaba la fricción del viento, me impedía moverme a voluntad,, incluso si había un mal movimiento era posible que me rompiera el cuello.

  • Si tan solo tuviera alas - comenté con la voz ahogada.

En ese momento tuve un recuerdo, vi a Leriel, cuando aún parecía un bebe y no lo que hicieron con su cuerpo, todo era mi culpa, si no hubiera estado conmigo, él estaría bien, mi corazón se apretaba al recordarlo, sus palabras, su voz, que me decia: “Tu también puedes tener alas, debes creer y volarás”, no comprendo sus palabras aún, solo que me prometió que me enseñaría a tenerlas cuando fuera más grande, ¿ahora podría tener alas?.

En ese istante la la segunda p´recienca me alanzó, era un ser vestido de negro, cuya escencia me entregaba tranquilidad.

  • Eres el único humano que puede sentirse cómodo con un vampiro - dijo su grave voz - me alegro que estés bien, Anthony.

Miré hacia abajo, poco a poco la velocidad del impacto se reducía. hasta que tocamos el suelo, como si fuera algo suave.

Levanté la vista, era Lemek quien me había salvado.

  • Lamec, pero cómo - exclamé asombrado - cómo llegaste hasta aquí.
  • Fue una persona - respondió - no sé quién era ni dónde venía, perdí la comunicación cuando alguien la interrumpió, me sorprendió por completo, pues debe tener un alto poder espiritual y mental.
  • Muchas gracias - exclamé en tono cansado - siento mucho dolor.

Me puso en el suelo.

  • Descansa - exclamó vas a estar bien.

En ese momento algo impactó el suelo, era aquella sombra que levantó humo por todos lados, Lemek se puso delante mío, como protección. Al esfumarse la tierra levantada, pudimos ver a la sombra, que cayó sobre su rodilla, con las alas extendidas, se levantó, mientras estas se ingresaban en su cuerpo. Poco a poco comenzó a mostrar su imagen, era un joven de cabello corto y rubio, bastante delgado.

Escuché un crujido a mi lado, al mirar era Lífthrasir quien había llegado.

  • Amor, no pudimos encontrar la señal - explicó - preferí venir a verte, el resto seguirá trabajando en aquello.

Volteó hacia mí, su expresión fue perpleja.

  • Está muy mal - comentó - necesita recuperación inmediata.
  • Amada Lífthrasir, por favor, vigilalo - exclamó - yo le ayudaré.
  • No me digas que vas a …. - exclamó - podrá soportarlo.
  • Creo en él - respondió  - su alma es más fuerte de lo que piensas.
  • Muy bien, querido - exclamó - confío en ti.

De la nada sacó una larga espada verdad la joven vampira, se puso delante nuestro, veía como aquel se acercaba amenazante, paso a paso, con una gran lentitud.

  • Hagamos esto sencillo - dijo en tono burlesco - me entregan el juguete y yo los dejo en paz para siempre, no tiene que ocurrir una tragedia.
  • El no es ningún juguete - exclamó Lífthrasir - si das un paso más, te partiré en dos.

Detuvo su andar.

  • Me rindo joven Lífthrasir - exclamó - o debería decir: niña Van Euwen, hija de un inutil absoluto que no supo cuidar a su familia.

La muchacha cargó el pie delantero que usaba de apoyo en el suelo, se notaba molesta.

  • Cálmate, no caigas en su juego - comentó su pareja.

Mientras extendía el brazo izquierdo.

  • Anthony, tu situación es grave - exclamó - necesitas recuperarte pronto y rápido, con esto que te daré lo harás de inmediato, deberás beber.

TRaté de responder, pero la voz no  salía, asentí, miré mi mano, tenía el pellizco que tuve en aquel mundo, de algún modo u otro logré traer ese daño, osea fue real, esbocé una trágica sonrisa, la visión se tornaba roja, estaba cansado, mucho. por lo cual solo me quedó por asentir, mientras guiaba su cabeza a él.

  • Estás demasiado pálido - comentó - ahora bebe.

Se cortó el muñeca con la mano derecha, un hilo de sangre comenzó a fluir, puso frente a mí, abrí la boca y comencé a succionar, apenas sentí su sangre en mis labios, fue como shock energético, mucho más potente que un golpe de adrenalina.

  • Ya es tarde - comentó la criatura - tengo poco tiempo por lo visto, aun así tengo tiempo para llevarme a ese ser insignificante.

Su velocidad era muy alta, de un momento a otro, llegó a estar entre la pareja , de espaldas a Lífthrasir y Lamec. La joven lanzó un corte hacia atrás, su enemigo lo esquivó sin problemas, cuando se agachó vi sus ojos, expresaban un locura desbordante, Lemek me lanzó hacia atrás, giré un poco y me levanté sin problema alguno, la espada traspasó si nhacerle nada al joven vampiro, quien aprovechó de lanzar un golpe al agresor, a lo cual volvió a escapar, no sin antes recibir un patada en el pecho propinada por mi amigo, este rodó hasta alejarse.

  • Veo que los he menospreciado - exclamó alegre - son más fuertes de lo esperado, además que lo tenían todo planeado, la vampira se dió cuenta de cuando me moví, chocamos miradas apasionadamente, fue nuestro intimo momento.
  • Qué estás hablando - exclamó ella - con solo pensarlo, me da asco.
  • No caigas en sus juegos amor - comentó  Lemek - no dejes que entre en su mente.
  • “No caigas en sus juegos amor” - dijo en tono burlesco la entidad, se largó a reir - tienes razón hagale caso a su “ amor”, mejor ve a lavar los platos, hacer el almuerzo,  deja que solo los hombres peleen, princesita.




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