Tras el incidente de la lluvia, mi padre solo me miró y dijo:
El tiempo transcurrió tranquilo, mientras seguía estudiando, aprendiendo de la administración, de medicina y gracias al libro que compré, pude comenzar a leer el desconocido lenguaje que estaba en el grimorio, era como un traductor, pude entender que el mismo estaba basado en el tipo de escritura en Latín, en cuanto a cómo se conjugaban las oraciones que narraban los textos.
Para el cabo de un año más, logré descifrar gran parte del libro, incluso pude realizar algunos encantamientos, comprendí que la magia tenía distintas formas de activarse, dependiendo del tipo que se esté usando, si es natural, tengo que crear símbolos adecuados que se refieran a las mismas para usarlas, por ejemplo, para invocar fuego, debe usarse el símbolo de la salamandra para activarla, es el ser que la representa, luego complementar con otros como llamas, aunque se necesita mucha concentración para lograr algo así, logré encender una rama pequeña, la otra, es la magia recitable, los grimorios tienen oraciones que deben pronunciarse para lograr un objetivo en particular, los libros guardan recuerdos y al paso del tiempo se fortalecen, por lo tanto, puedo crear elementos, necesito una alta concentración, junto a un desgaste mental increíble, las runas y glifos, son símbolos creados por dioses que sirven para un propósito en concreto, más fuerza física, resistencia, sellar un lugar. En fin, es darle un efecto a alguien o algo para concretar una acción en particular, es potenciar aquello que se agregue. Y el otro, son los mudras, estos complementan principalmente la magia natura, pues te permite conectar tu energía contigo mismo, con la posición de dedos adecuada puedes lograr mejores resultados.
Me aproximé para tocar mi cabeza con la suya.
Apenas nos separamos, la puerta se abrió de golpe, chocando la misma contra el muro.
Detrás de él apareció una joven con el cabello castaño oscuro, tenía una edad similar a la mía, luego llegó un joven detrás de ella.
Padre me miró fijamente, con cierta molestia a Valeria.
Cerró la puerta, marchándose con los pasos resonando por el pasillo.
Contemplé a los jóvenes desconocidos con molestia.
«Pero no puedo creerlo, cuando estaba tan tranquilo, me salen con esta basura», pensé molesto.
La llamada Ruby me fulminó con la mirada.
Me quedé en silencio mirándolo con molestia, comenzó a chasquear los dedos.
Acorté la distancia levantándome de la silla, tomé su brazos, que apreté con fuerzas.
puedo asegurar que lo último que vió, fue mi puño estrellándose contra su rostro, antes de caer inconsciente.
Lo miré tendido en el suelo,
«definitivamente, será un largo día con ellos aquí»
Aquel extraño sujeto yacía inerte en el suelo.
Me puse a analizar la situación.
La joven miró extrañada, luego puso su vista sobre mí, posiblemente esperando a que dijera algo.
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Editado: 12.11.2024