En el Más Allá

Capítulo 55: Punto de inflexión

En casa seguía impactada de lo que acababa de acontecer, Verónica con Joaquín comenzaron a discutir, al punto que ella arrojó la loza al suelo, tazas, vasos, todos desparramados por el suelo, gritos, esto a causa de una declaración que ella dijo en el funeral horas atrás.

  • ¿Nuestro padre nos amaba y que mejor, darle mi cuerpo para que él tenga su satisfacción? – exclamó orgullosa – era un buen hombre.

Pero no fue ese tema del incesto lo que le molesto, aunque sea muy repugnante, sino que ella nunca se quiso tratar, ni le importó que pasara, es un tema bastante delicado, como para no tomar medidas ni realizarse un tratamiento correspondiente.

  • Eres una mujer despreciable – exclamó Joaquín.
  • Sabes que eres un insensible – gritó Verónica – se me murió mi padre y me tratas a sí, ojalá te puedas ir a la mierda pronto, hijo de puta.

Un golpe seco resonó en toda la casa, tras el cual un profundo silencio quedó marcado.

  • No vuelvas a hablar mal de mi madre – dijo – era una buena mujer.
  • Una buena mujer no se acuesta con su yerno – respondió.
  • Tampoco eres un ejemplo – exclamó – teniendo una relación incestuosa con tu propio Padre, estás enferma.

Luego de una seguidilla de portazos, se escuchó como la mujer se marchó de la casa.

El resto del día estuvo tranquilo, cuando Joaquín salió con Anastasia, este recibió una llamada.

  • Anthony, ven de inmediato – exclamó.

Al llegar me extendió el celular.

  • Te llaman – dijo – habla rápido, que estoy saliendo.

Tomé el dispositivo, para escuchar una agradable voz en mí.

  • Hola Anthony, ¿cómo estás? – exclamó Laura – hacía tiempo que no nos veíamos.
  • Hola Laura, muy bien – respondí – que agradable saber de ti.
  • Si, he estado muy demasiado ocupada – comentó – entre los estudios, trabajo y entrenamiento, estoy colapsando, estaba viendo, si quería que nos viéramos la próxima semana, estaré desocupada.
  • Si, claro, no tengo ningún problema – indiqué feliz
  • Oh qué maravilla, te llamé por adelantado para que no estés ocupado – exclamó alegre – en ese caso nos veremos al medio día.
  • Eso es una gran noticia – dije alegre - nos vemos.
  • Hasta la próxima Anthony - dijo feliz.

Se cortó la llamada, entregando el aparato a Joaquín.

Aquella llamada había sido lo más bueno que me ocurrió en los últimos meses, saber que me veré con mi amiga al fin, fue increíble. Tras ver cómo se iban a otro lugar, regresé a mi habitación, donde permanecí sentado en mi cama, en verdad no me importaba que hubieran peleado ese par de simios, tenía la mente demasiado perturbada tras aquella revelación, me dolía profundamente ni siquiera saber dónde estaban enterrados todos ellos para visitarlos.

  • Maldición – exclamé furioso
  • Recuerda Anthony, aún hay un mundo donde ellos siguen vivos – comentó Armishel.
  • Deja tus excusas para quitarme el alma – indiqué molesto – se que lo haces por ese sentido.
  • Imagínate, tienes un alma esperándote en otro mundo – explicó alegre – solo aceptas, me entregas esta y tu conciencia viajará a ese resguardo que existe.
  • ¿Resguardo? – pregunté confundido.
  • Así es, tal cual cuando tienes variaciones en otros mundos – respondió – esos pueden considerarse resguardos de tu alma, en tu caso, la gran diferencia, es que, en ese mundo, tú nunca dejaste de vivir con tus padres, quienes te cuidan y aman.
  • ¡Cállate, de una puta vez! - vociferé molesto – tengo mucho que pensar para que ahora vengas con tus mierdas de proposiciones, no eres confiable para nada.
  • Pero que amargado eres, deberías relajarte – exclamó riendo – nos vemos luego.

Al dejar de hablar, pude sentir una enorme tranquilidad, mientras miraba el techo, sentía una agradable sensación que pocas veces podía degustar.

  • Si no hubiera tanta gente que me incomoda… - dije pensativo – podría ser todo más fácil…

Aunque esto era algo temporal, ya podía ver el lunes cuando volviera a clases cuando él esparciera el rumor de que soy psicópata o un violador o la estupidez que se le ocurra, solo se que no será agradable lo que haga, a menos que no lo hiciera.

  • ¿Qué puedo hacer para detenerlo? – comenté.

«Silenciarlo»

  • ¿Pero cómo lograr silenciarlo? – indiqué.

Tras un instante de reflexión la idea llegó a mí, cuando frente a mí apareció la figura de Gary, el bastardo que unió un grupo solo para vengarse de mí, me culpa por la muerte de su hermano, quizás sea así, pero si ni hubiera peleado, habría sido yo, quien muriera, estaba muy empecinado en dañarme.

  • Si, él no hubiera muerto… - dije en voz alta – me habría molestado más tiempo, su muerte, aunque les duela a algunos, para mi fue un beneficio a largo plazo, la gente no le importa que me pase, pro que debería importarme a mí, que les pase o sientan.

Me levanté de un salto.

  • si hiciera lo mismo con su hermano o con… Aldo, podría vivir más tranquilo, un problema menos a mi vida – indiqué feliz – también, podría hablar con Susana una vez más, esta vez siendo más… persuasivo con ella.

Durante el dia dediqué mi tiempo entre ejercitar mi cuerpo, realizando una rutina de ejercicio, tocar guitarra y terminar algunos trabajos manuales, que se me daban fatal, fue un alivio poder pasar tanto tiempo a solas, fue simplemente, agradable, tuve los requisitos para repasar las enseñanzas de la abuela Katrina, quien ha estado bastante lejana, pero se comprende, lo que si me sorprendió aún más, fue el momento en el cual logré crear fuego en el mundo físico, esto me provocó un desgasto tan grande que apenas pude mantenerme de pie tras hacerlo.

  • Es difícil hacerlo sin explotar en ira – comenté jadeando – debo controlar más las emociones.



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En el texto hay: fantasia, drama, suspenso

Editado: 12.11.2024

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