En casa seguía impactada de lo que acababa de acontecer, Verónica con Joaquín comenzaron a discutir, al punto que ella arrojó la loza al suelo, tazas, vasos, todos desparramados por el suelo, gritos, esto a causa de una declaración que ella dijo en el funeral horas atrás.
Pero no fue ese tema del incesto lo que le molesto, aunque sea muy repugnante, sino que ella nunca se quiso tratar, ni le importó que pasara, es un tema bastante delicado, como para no tomar medidas ni realizarse un tratamiento correspondiente.
Un golpe seco resonó en toda la casa, tras el cual un profundo silencio quedó marcado.
Luego de una seguidilla de portazos, se escuchó como la mujer se marchó de la casa.
El resto del día estuvo tranquilo, cuando Joaquín salió con Anastasia, este recibió una llamada.
Al llegar me extendió el celular.
Tomé el dispositivo, para escuchar una agradable voz en mí.
Se cortó la llamada, entregando el aparato a Joaquín.
Aquella llamada había sido lo más bueno que me ocurrió en los últimos meses, saber que me veré con mi amiga al fin, fue increíble. Tras ver cómo se iban a otro lugar, regresé a mi habitación, donde permanecí sentado en mi cama, en verdad no me importaba que hubieran peleado ese par de simios, tenía la mente demasiado perturbada tras aquella revelación, me dolía profundamente ni siquiera saber dónde estaban enterrados todos ellos para visitarlos.
Al dejar de hablar, pude sentir una enorme tranquilidad, mientras miraba el techo, sentía una agradable sensación que pocas veces podía degustar.
Aunque esto era algo temporal, ya podía ver el lunes cuando volviera a clases cuando él esparciera el rumor de que soy psicópata o un violador o la estupidez que se le ocurra, solo se que no será agradable lo que haga, a menos que no lo hiciera.
«Silenciarlo»
Tras un instante de reflexión la idea llegó a mí, cuando frente a mí apareció la figura de Gary, el bastardo que unió un grupo solo para vengarse de mí, me culpa por la muerte de su hermano, quizás sea así, pero si ni hubiera peleado, habría sido yo, quien muriera, estaba muy empecinado en dañarme.
Me levanté de un salto.
Durante el dia dediqué mi tiempo entre ejercitar mi cuerpo, realizando una rutina de ejercicio, tocar guitarra y terminar algunos trabajos manuales, que se me daban fatal, fue un alivio poder pasar tanto tiempo a solas, fue simplemente, agradable, tuve los requisitos para repasar las enseñanzas de la abuela Katrina, quien ha estado bastante lejana, pero se comprende, lo que si me sorprendió aún más, fue el momento en el cual logré crear fuego en el mundo físico, esto me provocó un desgasto tan grande que apenas pude mantenerme de pie tras hacerlo.
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Editado: 12.11.2024