Al dia seguiente pudo ir a la universidad aun sin olvidar lo sucedido.
No sabia como sacarse de la cabeza esa escena tan fuerte, solo lo sentia imposible de borrar.
Por suerte no volvio a suceder en el camino, hoy pudo llegar a la universidad sin impedimento alguno. Su universidad era algo grande aunque fuese una publica, llegar a su aula le tomo alrededor de doce minutos si es que camina.
Que puede decir él, esta en la carrera de medicina y aun asi odia esa carrera. Solo sabe que los medicos tienen buen sueldo y eso es lo que él necesita.
Sus compañeros no son tan amigables y él tampoco los considera como amigos, son conocidos sin importancia en su vida solo eso.
Llego a su aula y sintio el ambiente extraño, recientemente han estado haciendo practicas en hospitales durante largos periodos de tiempo y eso tiene cansados a todos.
Por su parte, se siente estresado igual que todos, pero además de las prácticas y estudiar tiene que mantener su trabajo.
Fue a sentarse sin saludar a nadie ya que por lo visto muchos ni energía tienen para eso.
— ¡Hola! — Kori Yao sintio como su pelo era despeinado y volteo rápido hacia atras.
Ahí estaba su compañera de clase, aunque no hable mucho con ella se podria decir que siempre esta junto a él tratando de conversar.
Decidio ignorarla, no estaba de humor para mantener una conversación con alguien tan extrovertida.
— ¡Oye! — Sus hombros fueron sacudidos por la muchacha.
— ¡Kori Yao! — Lo llamo intentando obtener una respuesta.
Kori Yao no respondio a nada y solo se quedo quito evitando mirarla.
— ¡Kori, Kori, Kori! — Insistió.
Finalmente obtuvo un suspiro como respuesta seguido una voz irritada — No me llames así, por favor — La chica se sento a su lado.
— Tranquilo, es un apodo entre amigos... ya sabes — Kori Yao la miro serio.
— No creo haber tenido el suficiente contacto contigo como para considerarte mi amiga — Pronuncio.
Kori Yao miro la cara algo incomoda de la chica.
— Lo siento, Ameli — Suspiro — Solo estoy sobrepensando todo —
Ameli lo miro — Si, entiendo — Luego volvio a aparecer una sonrisa en su rostro.
— ¿Kori Yao, puedo hablar contigo a la salida? — Preguntó algo emcionada.
— No creo — Antes que pudieran continuar hablando, el profesor entró.
Ameli fue corriendo a su asiento al igual que todos loa demas.
La clase fue resumidamente aburrida, repasaron uno que otro tema debido a que se recibio un reporte mal hecho de una operación debido a la distracción de una de sus compañeras. Todo fue asi, no hubo nada interesante además de que un chico salio corriendo del aula.
Kori Yao estaba suspirando de aburrimiento cuando sintio como su nuca era golpeada por una bolita de papel.
Miro de reojo a su derecha e izquierda, pero no habia nadie que lo estuviese viendo ni con animo de llamar su atención.
Pensando que era una alucinación, volvio a lo suyo.
Su nuca fue golpeada de nuevo y esta vez volteo hacia atras mirando a Ameli quien le sonrió.
Su vista regreso al frente y de nuevo fue golpeado por una bolita de papel.
Esta vez regreso la vista molesto.
Ameli rio incomoda y le susurró — Por favor, necesito hablar contigo — Kori Yao solto un suspiro silencioso.
— Que no, entiende de una vez — Afirmó.
Ameli elevo su voz sin desearlo — Por favor — Pidio antes de ser interrumpida por el docente.
— Señorita — Se aclaro la garganta — Si quiere hablar hágalo afuera, pero NO interrumpa mi clase — Las mejillas de Ameli se coloraron debido a su pena.
En su rostro se dibujo una sonrisa incomoda — Si, lo lamento — Dijo avergonzada.
Kori Yao no se pudo sentir mas tranquilo, ya no sera molestado mientras trate de poner un minimo de atención.
El resto del horario transcurrio de forma normal.
Salio de la universidad hasta muy tarde y tuvo que irse corriendo a casa. Sin embargo, antes de que pudiera salir de las instalaciones fue agarrado del brazo y jalado hasta una banca por Ameli.
— ¡Oye! ¿que te sucede? — Grito alterado.
Ameli lo obligo a sentarse y ella se sento junto a él.
— Kori Yao tienes que escucharme... de verdad — Su tono de voz sonaba muy diferente al que estaba acostumbrado a escuchar.
Kori Yao la miro molesto — Ameli necesito irme — Su voz se escucho seca.
— Lo se, pero te juro que es importante — Rogó por que se quedara y a Kori Yao no le quedo otra opcion.
Al ver que estaba dispuesto a escuchar lo que tenia que decir, su estado de animo cambio a uno alegre.
— Que sea rapido — Dijo Kori Yao a lo que Ameli asintio varias veces.
— Lo que pasa es que — Hizo una pausa — Mira comenzare diciendo que vengo de una familia muy especial por que, bueno, podemos ver el futuro — Tartamudeo antes de continuar — Bueno no el futuro, pero vemos desastres proximos y vemos lo que sucedera en ellos —
Kori Yao la vio como si estuviese loca.
— Se que no es creíble — Suspiró — Pero recientemente, muy recientemente de hecho, vino a mi una visión. Una vision donde apareces tu —
Kori Yao no pudo soportar más — Si... mira creo que mejor me ire — Cuando se levanto, su mano fue tomada y jalada para que volviera a sentarse.
— Kori Yao, algo grande se aproxima, algo que va a cambiar — Fue interrumpida.
— ¿Va a cambiar mi vida y todo eso? — Pregunto algo aburrido el peliazul.
Ameli asintio para despues levantar y voletar a verlo — Oye, de verdad te recomiendo no confiar mucho en nadie despues de lo que pasara — Kori Yao la miro esta vez muy confundido — Solo recuerda mis palabras y ten cuidado con todos y todo. Espero vernos mañana — Dicho esto se fue del lugar dejandolo muy confundido.
Kori Yao termino por dar un suspiro sin querer pensar mucho en eso se dispuso a ir a su trabajo ya que planeaba ir a casa y comer algo rapido y de ahi irse a trabajar, pero viendo la situación y que ya van a dar las 8:00 p.m es mejor irse a su trabajo de una vez en lugar de perder el tiempo.