— Comienzo —

Cuando recupero la conciencia, dos compañeras estaban al rededor de él mirandolo y el gerente llamando por teléfono.

— Ya despertó — Dijo una de ellas.

Kori Yao levanto su mano y la miro por unos segundos analizando lo que habia pasado.

El gerente colgó la llamada y se acerco a Kori Yao — La policía ya viene, lo mejor será que no te muevas hasta que lleguen las autoridades — Dijo volteando a ver la puerta de la bodega.

— Parece que lo que paso fue muy grave, ¿te hicieron algo además de drogarte? — Kori Yao nego.

— Pues no falta nada del inventario — Una de sus compañeras hablo llamando la atención del gerente.

— Es cierto, es muy raro, pero realmente no falta ni una cosa — Afirmo la otra que se acerco a la caja registradora.

— Ni siquiera se llevaron el dinero — Dijo al gerente que suspiro.

— No esperaba que sucediera esto, pero nadie salio herido ni faltan cosas en la tienda — Miro a los tres — Las cámaras están rotas, parece que no querian dejar rastro —

— ¡Yo no recuerdo nada! — Kori Yao alzó la voz de más y se tapo la boca.

El gerente lo miro — ¿Que? — Kori Yao nego y comenzo a levantarse.

— Es que yo no recuerdo nada de lo que paso — Una de sus compañeras lo miro.

— Es que yo realmente no se nada de lo que sucedio, me drogaron más de la cuenta supongo — Mintió, aunque si bien quería decir todo, el simple hecho de saber que esos sujetos encontraron donde se escondieron a quienes buscaban por un mero indicio, le dio algo de miedo por no decir mucho.

— Oh, pues igual deberíamos de esperar hasta que lleguen las autoridades — El gerente veia un lista tratando de averiguar la razón por la que no fueron saqueados.

Kori Yao se levanto por completo y camino por su mochila, la puso en su espalda y camino a la entrada del mini super.

— Lo lamento, debo irme — El gerente y sus compañeras lo miraron de forma interrogativa.

— Tengo clases... — Dijo Kori Yao y luego salio del lugar mientras caminaba apresurado.

¿Lo durmieron así de fácil? ¿Que mierda paso durante ese tiempo?

Las preguntas pasaban por su mente y estaba al borde de un ataque de pánico al no saber muy bien como reaccionar, sin embargo estaba en medio de la calle, no podía mostrarse así ante todos no ahora.

Camino apresurado hasta llegar a un parque que estaba cerca de un hospital, se sento en una banca y dejo la mochila a su lado para comenzar a revisarla.

Estaba casi todo, sus libros y cuadernos estaban intactos, pero le faltaba lo más importante.

No estaba su identificación como estudiante, realmente no era tan malo, pero si necesario por si ocupaba sacar algún permiso de la universidad. Sin embargo, el que faltara su identificación hizo que uniera los hilos.

Ese extraño probablemente lo llamo por su nombre por que habia visto su identificación ¿no?

Es lo más lógico y lo que prefiere pensar.

Comenzo a tranquilizarse relajando su respiración, probablemente solo fue una coincidencia y solo lo llamo así para asustarlo, probablemente esos sujetos no lo buscarían a él por que fue el único testigo de lo que hicieron, probablemente ni siquiera les importe.

Dio un suspiro de alivio cuando por fin se calmo, no estaba en posición de pensar mucho en eso y pues realmente no queria hacerlo, era mejor alejar su mente de eso.

— ¡Kori Yao! — La voz de Ameli se escucho detres de él y otra vez su mano lo despeino.

El peliazul volteo a ver a la chica que le quito la mano rapido y quito la mochila para poder sentarse.

— ¿Que haces aquí? — Interrogo Kori Yao a la chica que le sonrio.

— Mi mamá trabaja aquí y yo aveces vengo a acompañarla — Ameli se estiro y miro a Kori Yao — ¿Y que pensaste sobre lo que dije? —

— Es algo raro, no es real — Respondio Kori Yao tomando su mochila y levantándose.

— Oye no quiero que me tomes por loca solo por lo que te conté — Ameli se levanto.

El peliazul camino y la chica lo siguió de cerca.

— Realmente si es loco, pero no deberías de tomar lo que te digo a la ligera a eso me refiero — Ameli se acerco y lo tomo del hombro.

— No tienes por que contarme eso, no somos amigos para que me adviertas cosas — Kori Yao le quito la mano y siguió caminado.

Ameli solto una risita y volvió a seguirlo.

— ¿Por que te comportas así? — Preguntó — Se que escondes una personalidad linda, vamos puedes confiar en mi y seremos amigos — Ameli le sonrio a Kori Yao quien solo suspiro.

Kori Yao suspiro y decidio ignorarla, se notaba que ella no aceptaría un "no quiero ser tu amigo" por repuesta.

— ¡Seremos amigos! — Ameli grito emocionada y tomo del brazo a Kori Yao — ¡Que emoción! — Lo jalo apresurandolo a caminar.

— Hay que sentarnos juntos en las clases — Dijo y Kori Yao solo asintió rindiendose.

A las 10:00 a.m ambos ya estaban en la universidad.

El ambiente era algo raro, si bien los estudiantes eran bastante normales... los maestros se comportaban distinto, como si esperase algo u alguien.

Ameli y Kori Yao no fueron los únicos en notarlo, con forme seguia ese comportamiento se corrían rumores de que alguien de los maestros había muerto o incluso que iban a cerrar la universidad.

— Kori Yao, es mejor que me vaya — Dijo Ameli mirando a los maestros reunirse y comenzar a hablar.

El nombrado levanto una ceja — ¿Tan pronto? — Preguntó sin tanto interés.

Ameli asintio, Kori Yao la miro por unos segundos.

Suspiro — ¿Sabes que sucedera? — Interrogo.

Ameli asintio — No puedo decirte mucho, solo que tengas cuidado — La chica se dio la vuelta y se fue.

Kori Yao se quedo extrañado de ver como la vibra alegre que Ameli tenia en la mañana había cambiado por una de preocupación.

Solo miro a su lado y vio a tres alumnos mirando a la nada, sus ojos estaban sin emoción alguna, era perturbador.

Se fue de donde estaba para evitar seguir viéndolos.

No queria admitirlo, pero había pensado en las palabras de Ameli. Él no queria cerrarse con todo el mundo, solamente que todo el tiempo se siente cansado y no tiene animo lo que lo lleva a no ser tan social con otras personas o actuar grosero o agresivo, pero no quiere ser así... las únicas situaciones donde su personalidad sale de verdad es cuando siente miedo o esta nervioso.