Colgué la llamada, decepcionada.
Esperé a Félix, y me dijo que lo dejáramos para otra ocasión. Tomo una servilleta para limpiar mis lágrimas antes de que estropeé el ligero maquillaje que había usado el día de hoy.
Levanté la mano para llamar al mesero y pedir la cuenta. Siempre era lo mismo con él. Me daba el plantón. Es 14 de febrero y debíamos festejar el día como nuestro primer aniversario de novios.
Tomo mi mochila, me la cuelgo al hombro y salgo del local después de pagar.
Sonreía cada vez que veía a una pareja caminar de la mano y con chocolates, rosas y pequeños peluches en los regazos de ellos.
Me hubiera gustado que este día fuera diferente.