- Hija vamos que llegas tardes para el hospital, Luca ya te está esperando
Mierda me he olvidado por completo que hoy es mi primer día de pasantías cruzo los dedos para no desmallarme cuando vea sangre.
- Ya voy mamá, ya bajo
Me cambio como puedo y me hago una coleta, bajo volando hacia la cocina y agarro lo primera que veo una manzana y unas galletas.
- Buenos días, señorita, lista para su primer día
(me pregunta Luca todo feliz)
- Hola Luca pues eso espero, ojalá
(digo suspirando)
Nos subimos al coche y nos dirigimos hacia el hospital que está a treinta y cinco minutos de mi casa.
- Listo señorita hemos llegado, mucha suerte
- Gracias Luca eh yo te llamo para que me vengas a recoger, gracias nos vemos
Entro al hospital toda nerviosa deseando que no haya ningún paciente, me rio mentalmente de mi porque eso nunca va a pasar. Justo en la entrada me espera Alberto el colega de mis padres y amigo de hace mucho tiempo atrás.
Recuerdo que Alberto tiene una hija no me acuerdo su nombre, porque hace mucho tiempo que ya no nos vemos, pero recuerdo que de pequeñas ella y yo éramos muy buenas amigas, después con el tiempo la gente cambia ella se volvió muy delicada al punto que menospreciaba a la gente de "otro estatus económico" para entrar a la universidad ella saco una beca para poder estudiar medicina en Londres en una de las mejores universidades, ella también estudia medicina como yo pero la gran diferencia es que ella si ama esta carrera yo no.
- Hola Alva ¿cómo estás, lista para tu primer día?
(me saluda Alberto, haciendo que me olvide de mis pensamientos)
- Hola Alberto eh si, si eso espero que todo vaya bien
- Muy bien me alegra, tú vas a hacer mi ayudante, mi mano derecha en otras palabras
(me dice mientras me abraza)
- Muy bien y ¿qué debo hacer exactamente Alberto?
- Les debes tomar los signos a cada persona antes de que entren a consulta conmigo y tu igual estarás en las consultas y de ahí cuando yo tenga cirugías igualmente serás mi ayudante
- Perfecto
(digo con todos los nervios del mundo)
- Bueno Alva entonces alístate te espero en el tercer piso 3B, ese será tu despacho para tomar signos, el mío es el 4B.
Me dirijo hacia los vestidores para cambiarme, voy caminado por los pasillos mientras veo a gente enferma, moribunda y familiares de los pacientes desesperados por saber respuestas y lo único que siento son ganas de vomitar, esto es demasiado fuerte para mí.
Entro a mi despacho esperando que lleguen los pacientes, empiezo a tomar los signos de cada persona correspondiente, después me dirijo hacia el despacho de Alberto para decirle que ya le están esperando me retiro del despacho de Alberto y vuelvo a lo mío así estuve como unas cuatro horas que para mí fue como una eternidad entera, era increíble como pasaba el tiempo tan lento que a cada rato que yo giraba mi cabeza para ver la hora solo pasaban dos minutos.
Llegó lo bueno la hora de la comida a eso de las dos de la tarde fui al patio de área verde que tiene el hospital para comer, definitivamente esto es muy agotador, a lo que estaba comiendo de reojo veo una melena rubia oscura no puede ser que este tan loca que hasta le llego a imaginar, me giro de golpe para comprobar si es él y ya no vi nada.
No le tomo mucha importancia a eso, acabo mi comida y me dirijo hacia mi despacho a seguir con mi excelente tarea, cuando de repente veo que Alberto viene corriendo hacia donde mí.
- Alva prepárate que entramos a cirugía en menos de un minuto, quiero todas las herramientas estén listas, se trata de una persona que hay que amputar su pie ya que se quedó atorrado entre unas piedras
- Enseguida ya voy en este instante
Iba lo más rápido que pude a la sala de cirugías, mientras coloco todas las herramientas empiezo a temblar de los nervios no sé qué me pasa creo que no estoy preparada para ver esto, pero no me toca de otra tampoco puedo quedar tan mal el primer día.
Y estamos en medio de la cirugía yo le ayudo a pasar todas las herramientas la ajuga, el hilo, etc... Pero de repente me empiezo a sentir mareada y veo medio borroso por ver tanta sangre, no sé cómo logro recuperarme y sentirme un poco mejor después de una hora la cirugía resultó un éxito total, me dio mucha pena también porque el paciente perdió su pierna y me imagino lo difícil que será acostumbrarse a una nueva vida y nuevas actividades sin una pierna.
Alberto me pide que vaya a avisarles a los familiares que la cirugía fue un éxito, salgo del cuarto de la cirugía y me dirijo hacia la sala de espera para avisarles a los familiares que todo está bien, ellos se abrazan y empiezan a llorar de la emociono, yo me emocione igual que ellos y se me va unas cuantas lágrimas.
Le pasamos al paciente al cuarto de recuperación le pongo unos sedantes para que el dolor que vaya a sentir no sea tan fuerte.
Ahora si el tiempo paso volando son las cinco de la tarde, toda emocionada voy hacia los vestidores para cambiarme, me despido de Alberto y me dice que mañana tengo que venir a las siete de la mañana, que más toca digo en mi cabeza mientras asiento. Mis jornadas no son tan largas ya que Alberto esta con dos pasantes a la vez y él nos tiene en diferentes horarios hasta cumplir la jornada de Alberto.
- Hola Luca, me puedes venir a ver por favor, te espero afuera del hospital
- Claro señorita llego en cinco minutos
Llega Luca, me subo al carro y maneja en dirección a mi casa.
- Luca yo pensé que iba a llegar más tarde no se demoró nada
- Lo que pasa es que sus padres me mandaron hacer un par de compras, porque hoy por la noche van a hacer una reunión con unos colegas del hospital
- Mmm... ¿sabes cómo así?
- No, no se señorita
El transcurso del viaje para casa fue tranquilo, a lo que llegamos la veo a mi madre afuera dando órdenes a unos señores para que arreglen las mesas realmente todo se ve muy elegante.