En esta vida no...

Capitulo 5

Despierto con una inmensa resaca de ayer noche y para mi mala suerte hoy me toca ir al hospital estoy a tiempo así que me alisto tranquilamente, a lo que voy entrando a la cocina me topo con Lucia preparando mi desayuno.

- Buenos días nana ¿ya desayunaron todos?

- Si mi niña ah y sus padres hace unos veinte minutos se acaban de ir de viaje, parece que era un viaje de negocios con sus nuevos socios, ya está su desayuno listo mi niña

- Gracias Lucia porque me muero de hambre, creo que ayer noche tome demasiado

- Si me di cuenta porque estaba dando vueltas por todo lado mi niña y después se acercó Samuel para preguntarme donde estaba porque quería hablar con usted

- Qué raro nana porque yo no le conozco de nada a Samuel

Después de haber acabado mi desayuno y haber platicado un poco más con mi nana, me dirijo hacia él estacionamiento donde esta Luca.

- Hola Luca, buenos días el día de hoy me voy yo en el coche porque no sé a qué hora salga

- Buenos días, señorita, claro no hay ningún problema, aquí le estaremos esperando

- Nos vemos Luca

Pongo música para conducir tranquilamente hacia el hospital y me hago una nota mental de que debo enviar mi proyecto hasta pasado mañana si no voy a sacar un gran cero y no quiero reprobar anatomía ya que para mí es una de las materias más difíciles.

Llego justo a tiempo al hospital, me dirijo a cambiarme de ropa y subir directo a mi lugar de trabajo, Alberto aún no llega hasta eso tengo tiempo de poder tomar los signos a los pacientes que ya se encuentran esperando, veo a una niña de unos diez años esperando su turno. Ella se me acerca y me dice:

- Buenos días doctora, ¿ya mismo me van a atender?

- Hola bella si en unos tres minutos ya llega el doctor ¿cómo estás linda?

- Bien le digo algo, de grande me gustaría ser como usted, ayudar a la gente que lo necesita ¿si ama su trabajo doc?

- Si claro que amo y de seguro que tú vas a hacer una gran doctora mejor que yo

(le digo sonriendo de lado, aunque claro está que no me gusta está carrera pero no le iba a decir lo contrario)

- Bueno hermosa toma asiento que ya mismo te atendemos ¿vale?

- Si doc

Me voy a mi despacho y justo en ese momento llega Alberto.

- Buenos días doctor, aquí está la lista de sus pacientes ya todas las fichas están completas

- Hola Alva muchas gracias, cualquier cosa que necesite te lo hago saber, estarás pendiente para que entres a las consultas

Asenté con la cabeza y me dirijo a mi despacho a esperar cualquier cosa, hasta hacer tiempo reviso mi celular y caigo en cuenta que ya no he sabido nada de Bernal y mejor para mí, no quiero volver a saber nada de él, me hizo recordar muchas cosas de mi pasado.

- Alva por favor necesito que vayas a la sección de quimioterapia y que le busques a la doctora Ramona, le dices que vas de mi parte y ella te va a entrar unas pastillas he instrumentos que necesito

- Claro doctor en este rato voy para allá

Voy a paso ligero caminado por los pasillos me da tanta pereza caminar aquí porque absolutamente todo queda muy lejos de un extremo a otro. Al fin llego al área de quimioterapia, me acerco a una enfermera y le pido que me ayude.

- Buenos días tú debes ser la ayudante del doctor Alberto ¿cierto?

- Si la misma buenos días doctora

- Ten linda aquí está lo que necesita Alberto, nos vemos ten buen día

- Igual muchas gracias

Voy saliendo del área y veo a muchas personas que están en su tratamiento para así poder combatir el cáncer, me imagino lo duro que debe ser luchar contra uno mismo.

Mientras que pienso eso en dirección contraria a mí, veo a un chico que está caminando Dios mío santo no me lo puedo creer es él, es el chico de la plaza, cruzamos miradas y cada uno sigue por su camino, me he quedado loca es él, realmente es muy guapo y alto o yo soy muy chaparra. Me pregunto qué hará aquí será que está en tratamiento o viene a visitar a algún familiar suyo, sin darme cuenta he llegado a mí despacho, me quedo hay durante toda la mañana haciendo lo mismo hasta que al fin llega la hora de la comida.

Salgo del despacho y me voy al mismo lugar donde fui ayer, empecé a comer un poco apurada ya que Alberto me había dicho que después de la comida tenía una cirugía. Acabo mi almuerzo me aseo y me dirijo a mi despacho.

- Alva hoy no me vas a poder acompañar a cirugía, necesito que sigas tomando signos si viene alguien y que les hagas saber que me voy a demorar un poco

- Claro doc, no hay problema

CLARO que no hay problema mejor para mí, prefiero estar en estas cuatro paredes a estar en cirugía a punto de desmayarme. Alberto ya se fue a la cirugía y yo estoy aquí esperando a pacientes se me hace raro que no haya gente, así que para matar el tiempo me distraigo en mi celular un rato, hasta que de pronto escucho un sonido que viene de la entrada.

- Mmm...disculpa necesito hacerme atender con el doctor Alberto

Tierra trágame, mil veces trágame genial ahora el Dios griego va a pensar que yo soy una vaga que no hace nada en el trabajo.

- Mil disculpas el doctor me acaba de escribir diciendo que se va a demorar un poco ya que está en cirugía, pero si gustas yo te puedo seguir tomando los signos

(le digo un poco nerviosa no sé ni a donde ver y lo que acabo de decirle es pura mentira no le voy a decir que estaba jugando en mi celular, de solo pensarlo me pongo roja)

- Si por favor

- Muy bien ¿cuál es tu nombre? No es para mí, sino que lo debo poner en tu ficha

(le digo nerviosa y es claro que necesitas para la ficha, bravo, Alva no te puedes hacer quedar tan mal al frente de un chico, dios mío)

- Hugo, me llamo Hugo Vallejo

(me dice sonriendo de lado)

Hay que va a pensar de mí que no puedo hablar, es que no puedo su mirada es tan penetrante que me pierdo en sus ojos, algo tienen sus ojos que me hacen olvidarme del presente su color, su profundidad, su mirada, su....




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